44 - El Juego de las Mil Cartas

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Os preguntaréis en qué consiste, ¿no? Simple. Cada una tiene una baraja de cartas, esta elige las que quiere tirar y paga por ellas, m'explico, las cartas solo se giraran si apuestas la cantidad que reclama la carta. ¿Entendieron? es fácil, creo.

Yuïji centrate, la partida ya empezó

-Perdón, perdón

Pulse el botón azul para ver mis fichas, como me lo pensaba, mis fichas estaban compuestas, mayormente, por mis recuerdos, o eso logré ver, puesto que una pesada no paraba de repetir que me centrará en las cartas. Al observarlas pude ver que entre ellas se encontraban algunas como, climas: sol, lluvia... animales: sapos, murciélagos y cartas sorpresas, las cuales sólo sería capaz de ver una vez hubiera pagado por ellas. Aburrido. De entre todas mis cartas solo una me llamó la atención y esa era.....

-Nieve

Una vez lancé la carta al tablero y pague el precio, un lluvia de copos inundó la sala, era tan bonito...

-Yuïji nos sorprende con una hermoso inició blanco, como contracara la reina.

-Sol

Perfecto

Debido al sol, que la reina había provocado, una densa niebla cubrió toda la sala. Una vez despejada la reina impuso la recompensa para el ganador.

-Solo lo diré un vez, el ganador se llevará todas las fichas apostadas.

Yo acepté sin dudar, no tenía pensado perder.

¡Yuïji!

-¿Qué?

Lanza la carta sorpresa

-¿Esta? ¿Por qué?

Tú solo hazlo

-¿Alguien me puede explicar, cómo es posible que no te entienda si somos la misma persona?

Ahora da igual, solo concentrate

-Sí... sí- ¿se podía saber por qué mi yo interna era tan pensada?

Lancé esa misteriosa carta, no por qué me lo dijera ella o yo o.. da igual ya me entendéis, sino porque la curiosidad me mataba.

Al lanzarla mi mente se puso en blanco ¿qué estaba pasando?

Perfecto, Yuïji solo dejamelo a mi

Sin entender el porqué mi yo interna cogió el control de mi cuerpo. Fue como si entrara en un profundo sueño, o simplemente fuera una simple espectadora. ¡Qué aburrido! ¿Por qué? Yo también quería jugar.

-Yuïji solo confia en mi ¿No somos la misma persona?

Cierto si ella estaba jugando significaba que yo era quien jugaba, sin embargo...¿Por qué no lograba sentirlo? Ni la emoción del juego, ni la sed de competitividad ni....No me gustaba. Al estar metida en mis pensamientos no me di cuenta que el juego había finalizado. Yo había ganado y por fin volvía a tener control sobre mi. No obstante había algo extraño, no me sentía ni orgullosa ni realizaba, al contrario, me sentía vacía e incompleta, decepcionada, esa era la palabra. Cierto, estaba feliz, por fin se había terminado Gyanburu, los recuerdos del pueblo habían vuelto, m'explico la reina fue encarcelada por incumplir la única ley existente en aquel mundo, cual era, digamos que nosotros éramos sus cadenas, así era, estaba completamente prohibido el contacto con el mundo exterior. Por ello, a nosotros no nos quedaba más opción que volver. Sin embargo no estaba contenta, más bien triste, la razón no la sabía. Antes de que mis compañeros se asomaron por la puerta salté por la ventana, como tantas otras veces, y me tumbé en la hierba, contemple las nubes, por una rara razón eso me tranquilizaba. Recuerdo haber escuchado unos gritos de alegría. A Vana festejar el hecho de poder volver junto a su maquillaje, a Look discutiendo con Jas y a todos los demás, me alegré de saber que estaban bien. Y me tranquilizó el hecho de escuchar las voces de Alis y Lira, si ellas están bien implicaba que Yunki también lo estaba. Lo había logrado...

-¿Lo he logrado? Entonces ¿por qué me siento así?

Yuïji le estas dando muchas vueltas, deberías ir a dentro a festejar.

No obstante yo la ignoré y seguí observando el eterno firmamento, todo hubiera estado bien sino fuera por una nostálgica voz que preguntaba por mi, Meru. ¿Cómo era posible? ¿Acaso me quería humillar más? Antes de que me encontrará me dirigí hacía un invernadero que se encontraba en el patio real. Estaba lleno de flores hermosas... sin embargo no estaba de humo para apreciarlas. Me tumbe en el suelo, escondida detras de estas, y me quede dormida. Estaba agotada....

-Yuïji......

-Yuïji....

-¿Quién me llama?

Una hermosa melodía empezó a sonar. Lentamente mi alma se fue relajando, toda mi infelicidad se esfumó en la brisa y una cálida sonrisa se formo en mi rostro.

Al despertarme ya era de noche, sí que había dormido.... Salí del invernadero y me dirigí de nuevo al castillo, por una rara razón me encontraba muy relajada a la vez que feliz. Cuando llegue el castillo estaba vació. ¿Y los demás? ¡¿Se fueron sin mí?! No puede ser...

-Yuïji al fin te encuentro

-¿Señora?

-¡Yuïji!

-Alis ¿dónde te habías metido?

-Chicas no hay tiempo, la hora ha llegado

- TO BE CONTINUED -

El Juego de las Mil CartasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora