Capítulo 3

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Es viernes, día de la fiesta de despedida de la fraternidad. Genial. Son las 9:35 p.m, y debo ir a casa de Aby, juntas nos alistaremos para esa fiesta, e iremos una hora después de la hora acordada, no queremos ir demasiado puntuales.  

Meto en mi bolso el vergonzoso vestido rojo, tomo mis llaves del auto, y salgo de casa. En veinte minutos llego a casa de Aby, toco el timbre y un minuto después sale un monstruo a recibirme, me sobresalto y al ver que solo es Aby con su asquerosa mascarilla de aguacate, y papel aluminio cubriendo mechones de su cabello, empiezo a reír.

- Avísame antes si saldrás a recibirme de ésta forma, me asustas -le digo riendo

- Entra, fenómeno de dos patas -me dice con una sonrisa de superioridad

Subimos al dormitorio de Aby, es bastante grande y cómodo, todo en color rosa, decenas y decenas de productos de belleza, accesorios, plancha y rizador de cabello, maquillajes, esmaltes de uñas, ésto más bien parece un salón de belleza en su máximo esplendor.

- Empezaremos con tu cabello y tu maquillaje -me dice frotando sus manos, como si yo fuera una escultura que debería ser terminada.

- Que abusiva eres, dijimos que solo el vestido -le digo horrorizada

- Deja de ser un hombre solo por una noche ¿quieres? -me dice y yo suelto un suspiro.

Aby empieza a peinar mi cabello, y cuándo acaba, comienza a maquillarme, quién sabe que estará haciendo con mi rostro, me da los últimos retoques en el maquillaje y el cabello.


- Lista. Estás hermosa, el maquillaje te sienta bien y luce bien tu cabello peinado -me dice con sus ojos brillantes de emoción.

- No tengo el valor de ver lo que le hiciste a mi yo original -le digo riendo y ella hace un gesto, mostrando que la ofendo.

- Iré a sacar mi mascarilla, ponte el vestido, ya vuelvo -me dice y va al sanitario en pequeños saltos.

Busco mi bolso, y cuándo lo encuentro, saco el vestido rojo, lo miro y no puedo creer que vaya a ponerme ésta cosa. -Los cambios son buenos, los cambios son buenos- me digo mentalmente, así que decido dejar a un lado los pensamientos negativos, y me pongo el vestido, lo arreglo un poco con las manos y estoy lista, aunque algo me falta: zapatos. Aby llega a la habitación y leyendo mi mente me dice:

- Estuve pensando en tus zapatos, tengo uno que podría combinar con el vestido -va a su armario, y me trae un par de zapatos de tacón negro, son preciosos.

Me pruebo los zapatos y van bien con el vestido, Aby y yo calzamos igual, es una suerte.

- Estás perfecta, mírate -me dice mostrando el espejo que tiene en una esquina, y es verdad, me veo muy bien, me sonrío a mi misma, ésto si es nuevo. Mis ojos resaltan con el delineado negro, mi cabello está más liso, sin ningún accesorio, mis labios del color del vestido, ¡wow!, me gusta, sencillo y atrevido.


Son las  11:30 p.m y vamos una hora y media de retraso, pero esa era la idea. Llegamos a una enorme mansión, autos y motocicletas estacionadas por todas partes, y mucha gente... de verdad, mucha gente, la música a todo volumen. Aby y yo entramos dentro, y el interior es muy elegante, jóvenes por cada rincón de la enorme casa, todo parece estar dentro de lo normal, no debe ser tan malo, me daré ésta oportunidad, empiezo a sonreír y Aby deja escapar un grito.

- ¡WOH! ¡ÉSTA SERÁ UNA GRAN NOCHE! -me dice Aby riendo - Iré a traer algunas bebidas para las dos, quédate aquí 

- ¡Aby, no me dejes!... -le grito pero ya no me escucha. Me siento en el sofá de cuero negro, hay dos chicas sentadas aquí pero estoy bien de igual maneras, me empiezo a sentir incómoda, siento como si todos me miraran, pero en realidad solo estoy acomplejada. Ya pasaron diez minutos desde que Aby se fue, y me levanto a buscarla.

La música que está sonando es ''Blame - Calvin Harris'', me gusta mucho ésta canción, así que dejo que ésta nueva energía fluya dentro de mi. Entonces todo cambia, me quedo helada cuándo veo al chico de ojos negros apoyado por un pilar, un vaso de plástico rojo en su mano, mirándome fijamente a los ojos, le sostengo firmemente la mirada, recuerdo que estoy bien vestida y escondida detrás del maquillaje, así que decido lanzar una sonrisa sensual para él, entonces veo a Aby venir detrás de él, y decido alcanzarla, aprovechando que estaré pasando al lado suyo.

Camino decidida hacia él, que divertido es ésto, es seguro que estará creyendo que voy junto a él, quiero reír pero me contengo, y camino con gestos seductores hacia él, y cuándo estoy por llegar a él, desvío mi camino para ir hasta Aby.

- Tardaste demasiado -le digo a Aby cuándo estoy con ella

- Estaba entretenida por un juego que están jugando los chicos y chicas por allá, debemos ir con ellos más tarde -me dice sonriendo, y me entrega un vaso de gaseosa. Entonces volteo a ver al chico de ojos negros, y sigue mirándome, de pronto sonríe y niega con la cabeza, tomando un sorbo de su bebida, luego se marcha. 

¿Y eso? ¿Se burla nuevamente de mi? Pero es justo, lo que hice fue divertido y terrible -me río sola por el recuerdo.

Pero la pregunta del millón es... ¿qué hace él por aquí? Me sorprende verlo, y además está tan guapo, con esos típicos jeans azules que usa y una remera negra, es irresistible. Ésta noche no va pasar sin que yo me acerque a hablarle, y ya di un paso adelante.





La virtud de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora