Capítulo 34

1.8K 231 35
                                    

La noche era perfecta para los hechos siniestros y malignos. Oscuridad, donde nadie pueda verte, donde nadie pueda saber qué haces, además... ¿quién se encontraba en su sano juicio por las noches? Todos eran encadenados al infierno y les gustaba, todos eran esclavos de los efectos del alcohol y la euforia, eran esclavos de la lujuria...

Era esclava de la sangre. 

Solo puedo sentir la sangre resbalar por mi garganta, la música y los griteríos se escuchaban lejanos, era un momento único, era un momento donde no existía nadie y nada más, solo...yo.

- ¡JADE, BASTA! ¡BASTA! -escuché gritar a Aby. Solté al hombre y me di cuenta que él se encontraba inconsciente, empecé a recobrar la cordura, y comencé a darme cuenta de lo que había hecho. La música volvía a sonar de forma estruendosa, el barullo seguía imponente, nadie se había dado la vuelta a mirar qué pasaba o quién gritaba, todos estaban sumidos bajo su maldición, a nadie le importaba nada más que obedecer a los deseos carnales. Lo mismo me ha pasado a mi, mientras bebía la sangre de éste hombre, no me importaba nada más que obedecer a mi maldición: la sed por sangre humana. Nada más ocupaba mi mente, no podía escuchar, no podía pensar con claridad.

- ¿QUÉ DEMONIOS ESTÁS HACIENDO? -volví a escucharla gritar. Yo solo miraba al cuerpo inerte, y sentía la sangre en mis labios, así que los relamí, y luego miré a Aby, jamás la había visto de ésta forma, se veía horrorizada, asustada, confundida y enojada. 

- Tenemos que irnos. -le dije tomando su brazo con fuerza, la estiré y empecé a caminar muy rápido, podía darme cuenta que Aby trataba de igualar mis pasos pero a penas lograba acompasarlos. Pensé que se negaría a venir conmigo, pero no dijo ninguna palabra. 

Habíamos llegado a nuestra habitación, y yo no me atrevía a mirarla.

- Sabía que estabas diferente y actuabas extraño desde hace tiempo, pero... ¿ésto? ¿Puedes explicarte? Deja de ocultarme cosas, Jade. -me dice después de unos minutos de silencio incómodo.  

- Te lo diré luego. -le respondo secamente, sin mirarla, entro al cuarto de baño y cierro de un portazo.

Probé la sangre directamente de la fuente, el sentimiento de frenesí era más potente cuándo bebía de un humano que de aquellas bolsas. Ahora tendré que explicarle ésto a Aby, probablemente ella no me perdone ésto jamás. 

¿Lo sabrá Tyler? Me pregunto que sucederá si lo supiera. 

Me siento terrible y confundida, no sé como reparar el daño que he hecho, he sido tan idiota. 

Miro mi camiseta empapada de sangre ya seca, me la quito y la tiro al suelo. Miro mis manos, hay sangre seca en ellas. Me acerco al espejo y levanto lentamente la vista para ver mi reflejo, y mi rostro lucía igual que la de un depredador, llevaba sangre por mi boca y parte de mi rostro, mis ojos se habían vuelto negros, ya no eran dorados. Una lágrima resbaló por mi mejilla, y luego rompí a llorar.

Ahora podía entender lo que Tyler me había contado sobre su vida pasada, cada vez que despertaba, miraba su reflejo en un sucio espejo, y podía ver reflejado el recuerdo de pecado de la noche anterior, y se sentía tan basura como me siento yo e éste instante, hasta que decidió que sus noches sean virtuosas, ahora él era diferente, yo había sido parte de su motivación, ¿qué pensaría él de mi si supiera lo que hice? ¿Qué pensará Aby? Hacerme éstas preguntas solo hacía que llore aún más.

Qué había hecho.

Después de darme un baño, entré de nuevo a la habitación. Aby estaba sentada en la cama viendo la televisión, dirigió su mirada hacia mi y recorrió su vista desde mis pies a mi cabeza. Odiaba la nueva costumbre que tenía de observarme.

- ¿Vas a decírmelo ahora? -me preguntó y yo asentí lentamente. Ella se hizo a un lado, y me invitó a sentarme en la cama a su lado. Me sentía incómoda, pero ya lo había arruinado todo, no tenía nada más que perder, y si ésto contaba como empezar la reparación del daño, lo haría. Le diría toda la verdad.

Tomé asiento, estábamos frente a frente. Yo tragué saliva.

- Desde el principio. -me pide en un tono firme. 

- De acuerdo. -respondo.

Comencé a contarle sobre mis sentimientos hacia Tyler, y como lo conocí, le comenté sobre el mundo sobrenatural, lo seres sobrenaturales, le advertí que tenía que guardar ésto como un secreto, le dije que Tyler es un vampiro, le comenté sobre mi ''enfermedad'' y todo el dilema del collar, mis días de bella durmiente y que al despertar, lo hice como un vampiro...

Fue difícil contarle todo ésto desde el inicio, podía darme cuenta que le costaba creerlo, pero que tendría que hacerlo ya que tenía todas las pruebas para hacerlo. Era gracioso ver sus reacciones en cada parte de la historia que yo narraba, hasta que llegué al final de la historia. Aby dejó escapar un largo suspiro, bajó su mirada, estuvimos en silencio por varios minutos.

- ¿Por qué no me lo habías dicho? -me pregunta mirándome de nuevo.

- Porque temía que te pasara lo mismo que a mi. -le respondí con sinceridad.

- Así que... Tyler Friedrich, ¿eh? -me dice levantando una ceja y sonriendo de lado.

- He pasado casi dos horas contándote una historia de terror y fantasía ¿y tú solo rescatas eso? -le pregunto incrédula. Es extraña su actitud. Pensé que haría un escándalo.

- Es que tú nunca te llevas bien con chicos -me dice soltando una risa

- ¿Crees que podrás perdonarme? -le pregunto y un nudo se forma en mi garganta. Me siento tan mal. Ella me mira con sus ojos abiertos como platos, y luego acaricia su barbilla, fingiendo estar pensando. 

- De todas formas me salvaste de ese asqueroso -me responde con una sonrisa, y yo sonrío también. 

Aby se pasó haciendo preguntas toda la noche sobre el mundo sobrenatural y sobre mi cambio, respondí todas sus preguntas hasta llegar al punto en que los secretos entre ella y yo se extinguieron. 

Algo que he sacado de ésto es que no debo volver a hacer lo que hice. Las fiestas son un caos, y Aby por fin había entrado en razón, y estuvo de acuerdo en que las fiestas solo son oportunidades para hacer cosas fuera de lugar.


La virtud de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora