La virtud de la noche

Capítulo 23

 Tyler 

Se ha quedado dormida sobre mi pecho, se ve tan dulce y tranquila, me gustaría que ésto no esté ocurriendo, todo es culpa mía. Acaricio su rostro suavemente, y cada vez más el color de su piel pierde el color natural, está aún más pálida, sus labios ya casi no tienen color, y sus ojeras aún más negras, su cabello empezó a perder brillo, se ve tan diferente en comparación a como la veía antes de meterse en éste jodido mundo. Veo el sol a través de la ventana que se esconde lentamente, el día ha pasado muy rápido, pronto será la hora en que Jade será atacada de nuevo, es algo insoportable de ver, incluso para mi que lo he visto todo en mi eterna vida. Aún no comprendo como fue que pasó... ésto de enamorarme, de dejar que otra mujer se adueñara de mis sentimientos, Jade siempre fue perfecta para mi, la veía todos los días durante dos años, y aunque siempre deseé hablar con ella desde el primer momento en que la vi, me sentí obligado a detener lo imposible, ahora está ligada a mi, ahora está enferma por mi culpa, el terror se apodera de mi, cuándo pienso en lo poco que podría quedarle de vida, no soportaría perderla, es por eso que tengo que resolver éste asunto, pero... independientemente a Jade, tengo otros asuntos que resolver con mi padre. Haré que pague todo ésto.

Sé que corro peligro, pero si ésta es la única forma de acabar con ésto, que así sea.
Estaba harto de la vida que llevaba cuándo era humano, aunque no podía ver la forma de salir de ese hoyo proverbial, y Fedra me había motivado a utilizar aquella debilidad para convertirme en alguien nuevo, y así sucedió. Después de unos siglos, apareció Jade, y ella es quién me motiva a terminar con ésto, nadie merece vivir en un mundo obscuro como en el que yo vivía, el pecado ama la obscuridad, se allega a ella,  es vicioso, y dañino, lo pude comprender, por eso decidí que mis noches fueran diferentes, por eso decidí que la obscuridad en mi vida, solo sea un breve momento, un momento de fortaleza. ¿Pero cómo puedo pensar de ésta forma si la mujer que amo está a punto de morir? No basta con solo cambiar mis noches, bastaría con cambiar las noches de Jade, y quizá la de muchos otros.

Jade frunce su ceño y empieza a removerse, y cuándo abre sus ojos, me mira con tristeza, sus ojos lucen apagados, sin vida, y puedo notar que el tiempo se agota. 

- Hola -le digo y ella vuelve a acurrucarse sobre mi pecho, la envuelvo en mis brazos y acaricio su cabello. De repente empieza a sollozar, y mi alma agoniza escucharla llorar.

- Por favor no llores -le digo de nuevo, suplicante. Ella levanta su rostro y me besa, ¿por qué siento que se despide de mi? 

- Tyler no me dejes -me pide entre lágrimas y mi corazón se parte. Me gustaría tener la opción de no dejarla pero si no lo hago, la perderé para siempre.

- Solo será un momento, tengo que hacerlo, por ti -le respondo tomando su rostro en mis manos y solo consigo que llore más. Ella vuelve a reposar su rostro sobre mi. Entonces, tengo una visión, sobre Jade, siendo poseída por éste espíritu maligno, otra vez la misma visión de la noche anterior. Entonces sé que faltan cinco minutos para que el infierno comience a desatarse.

- Jade, está a punto de empezar. -le digo y ella me mira asustada, y asiente con la cabeza.

- Lo sé, puedo sentirlo -me dice llorando desconsoladamente. Me hace sufrir tanto verla así. Me levanto de la cama y salgo de su habitación, bajo las escaleras y llamo a Spencer.

- Está comenzando, te necesito arriba -le digo una vez que lo encuentro, y vuelvo a subir las escaleras, entrando muy de prisa a la habitación de Jade, y ahí está ella en el suelo, sentada sobre sus pies, sus ojos se tornan completamente negros, incluso la parte esclerótica , una sonrisa malévola aparece en su rostro, y comienza a gatear rápidamente hacia a mi, entonces me preparo para agarrarla, y cuándo está a punto de llegar a mi, sus brazos se dislocan, lo que hace que caiga al suelo y golpee su barbilla contra el mismo, haciendo que aúlle de dolor, y de nuevo están ahí, aquellos gritos guturales que nunca podré sacar de mi memoria, todo su cuerpo comienza a torcerse, y los gemidos que escapan de su garganta son sumamente elevados y graves. Estoy parado en la puerta con la mirada en ella, aún no logro acostumbrarme a ésto, y no lo haré. 

El cuerpo de Jade queda en una posición en dónde todas su extremidades quedan entrelazadas, algo imposible incluso para una practicante de ballet. Entonces comienza a tener una hemorragia vaginal.

Comienza a emitir carcajadas fuertes, acompañados con palabras obscenas.
Llega Spencer y entra a la habitación, y me da una inyección que contiene un calmante, tomo la inyección y me acerco al cuerpo de Jade, y le aplico el calmante, me levanto y me quedo parado a una distancia prudencial, entonces el cuerpo de Jade comienza a estirarse lentamente, volviendo sus huesos en su lugar.

- ¡FUCKING ASSHOLE! -dice Jade con una voz gruesa acompañado de una carcajada, luego escupe y sonríe de una forma terrorífica. No siento miedo, pero el dolor que siento al verla de ésta forma es impresionante.

- Somnum -pronuncia Spencer en latín, que significa ''dormir'', entonces Jade cierra sus ojos y se queda acostada en el suelo.

- Suspensionem -vuelve a decir Spencer, levantando su mano hacia el cuerpo de Jade, y éste se levanta quedando suspendido en el aire, entonces me acerco a ella y la observo. Spencer hace que quede sobre la cama.
Entonces Kate entra a la habitación y nos trae cuatro cadenas, la utilizamos para amarrar a Jade a la cama, el hechizo de Spencer y el calmante no dura demasiado en el organismo de Jade, y al despertar se vuelve violenta. 

Todo ésto dura hasta que son las 5:00 a.m. Jade vuelve a tener la esencia que la caracteriza, ya no estaba el espíritu gobernando su cuerpo, me encuentro a solas con ella. Está profundamente dormida, y se ve fatal, su aspecto demacrado, está aún peor, las sábanas están llenas de sangre, había perdido demasiada sangre, así que he mandado que Kate le pusiera suero, para evitar su deshidratación, tendría que alimentarla mejor. Pero sé que eso no sería demasiado útil en su caso, pero ayudaría a que su cuerpo no se rindiera demasiado rápido.

Hoy, cuándo despierte, tendré que despedirme de ella, para ir a resolver éste asunto, y un asunto personal.  

 Esclerótica es una membrana de color blanco, gruesa, resistente y rica en fibras de que constituye la capa más externa del.