Capítulo 11

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Éste hombre... Me hace sentir como una chica peligrosa. Siento que debería estar todo el tiempo a su lado, soy incapaz de estar lejos de él. Y lo que hago en éste momento es una locura, son las 2:30 a.m de un domingo, y estoy conduciendo hacia la casa de Tyler.

Nunca me había sentido tan enérgica, con tantas ganas de estar con alguien, necesito de él.

Todo está aún obscuro, las calles están despejadas, el interior de los edificios y las casas también obscuro, todo el mundo durmiendo y yo aquí corriendo junto a un hombre que acabo de conocer.

Voy a toda velocidad, aprovechando que la carretera anda vacía, ésto se siente genial, en diez minutos llego a la casa de Tyler, ésto es una locura. Toco el timbre un par de veces con intervalos de un minuto, entonces la puerta se abre y... ¡MALDITA SEA! Tyler está sin remera, lleva un pantalón negro de vestir, su cabello alborotado, y sus ojos negros brillantes, llenos de curiosidad al verme. Su pectoral es voluminoso, su abdomen tan bien marcados, soy una descarada, lo observo con la boca ligeramente abierta. ¡REACCIONA JADE! 

- Hola -le digo al fin, tratando de concentrarme en sus ojos. Me sonríe sin mostrar sus dientes, y con su mano me invita a pasar al interior de su elegante mansión.

- ¿Puedo hacer algo por ti? -me dice con su voz ronca, ¿quiere matarme con su sensualidad o qué?

- S-si -consigo tartamudear

- ¿Necesitas ayuda a éstas horas? -me pregunta con una ceja levantada, y una sonrisa en sus labios

- Ahm... -tengo la mente en blanco, en realidad solo quería estar con él, no quiero nada más. Tyler muerde sus labios y niega con la cabeza


Viene lentamente hacia mi, y mi respiración nuevamente se vuelve irregular y agitada, está insoportablemente sexy, joder, como hago con ésto, no me lo esperaba así. Entonces algo en mi se enciende, ese algo que me convierte en una mujer llena de deseos pasionales, ese algo que me impulsa a conseguir mis deseos... Camino también hacia él, y ambos cerramos la distancia que nos separaba, estamos frente a frente, su rostro luce tan serio, entonces su mano se dirige a mi nuca, acariciando con sus dedos el nacimiento de mi cabello, ésto es relajante, de pronto sujeta mi cabello y levanta mi rostro un poco más hacia él, y quedo con la boca abierta, se acerca a mi barbilla y parece estar aspirando mi aroma, cierra con fuerza sus ojos, y yo empiezo a temblar, no sé que clase de ser es y estoy a solas con él, es una completa locura. Entonces me mira a los ojos de nuevo, levanta mi remera, y sus manos sujetan mi cintura, el tacto de su piel con mi piel es una sensación terriblemente exquisita, respiro cada vez más agitada, no entiendo como logra él no volverse loco, me acerca totalmente a su cuerpo, de modo que siento mis pechos haciendo presión contra su abdomen, la desventaja aquí es que soy mucho más baja de estatura que él. Me levanta, y rodeo su cintura con mis piernas, Tyler sonríe juguetón, le devuelvo el gesto, empieza a caminar, y subir las escaleras, entramos a su habitación, y nuestras miradas permanecen juntas, me acuesta en la cama y queda él sobre mi, cuándo intento rodearlo con mis brazos, él me sujeta con sus manos, nuestras manos quedan entrelazadas, no puedo evitarlo, así que muerdo mis labios, ésto es tan nuevo para mi. 

- ¿Estás jugando conmigo? -me pregunta muy serio y yo sonrío juguetona 

- Has empezado tú -le respondo 

Empieza a besar mi mejilla, mi barbilla, entonces no puedo evitarlo y cierro los ojos, dejo escapar un gemido, que demonios estás haciendo Jade- me digo mentalmente, pero ésto es inevitable, quiero ésto... Continúa besando mi cuello, aspira de nuevo mi aroma, y aprieta con fuerza mis manos, un gruñido gutural escapa de su garganta, y en menos de un segundo, se aleja de mi, está con la espalda contra la puerta de la habitación, cerrando con fuerza sus ojos, y respirando con dificultad, entonces mi collar comienza a vibrar, un cosquilleo al rededor de mi cuello.

- Jade, aléjate de mi -me dice aún sin abrir sus ojos, y me empiezo a asustar, ¿que está pasando con él? El collar cada vez vibra con mayor intensidad hasta que empieza a pinchar mi piel, ésto duele.

- Tyler que sucede -le digo con voz temblorosa 

- Vete, vete de aquí -me dice y su voz demuestra que está poniéndose furioso, abre sus ojos, y en ellos no hay brillo, son como los de un animal hambriento. No comprendo que fue lo que hice. Tyler se aparta de la puerta, entonces yo salgo corriendo de la habitación, bajo las escaleras de prisa, hasta llegar  a la salida, corro hasta el auto, y enciendo el motor, rápidamente me dirijo a la carretera, y las lágrimas de frustración y furia empiezan a picar.

- ¡Maldición! -digo golpeando el volante. Ésto no ha ido como quería, solo deseaba pasar otro rato con él. Ahora no sé como hemos quedado, no sé si podría volver a mirarlo a la cara, la vergüenza inunda mi ser, y ahora no comprendo que demonios acabo de hacer, hace un momento estaba loca, y no había nada que pudiera atajarme, pero ¿ahora? Ahora solo quiero dejar que mis lágrimas me ahoguen. 


La virtud de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora