Capítulo 19

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- ¿Cómo se encuentra Kate? -le pregunta Tyler a Spencer, cuándo llegamos de vuelta hasta aquí. Spencer está sentado en el sofá de cuero negro en el salón principal, leyendo lo que parece un libro muy antiguo. 

- Se encuentra mejor, pero es mejor que por hoy, la humana no esté por aquí. -responde con un tono seco, y yo me siento algo ofendida, por la dureza de sus palabras.

- Será mejor que Kate, aprenda a convivir con Jade, ella se quedará aquí conmigo. -le responde Tyler, en un tono autoritario, entonces Spencer se levanta del sofá y cierra su libro, se dirige hasta nosotros.

- No puede quedarse aquí, todos moriremos por la culpa de ésta... mortal. -dice mirándome con desprecio, y la rabia empieza a correr por mi cuerpo.

- No te atrevas a hablar así de ella, tú Spencer, no tienes nada que decir. Me haré cargo. -le responde de una forma dura y cruel, y Spencer aprieta sus puños.

- ¿Y cómo se supone que te harás cargo? Ella no vivirá mucho tiempo. -le dice en tono sarcástico.

- Mataré a Abraham. -Spencer al escuchar éstas palabras, sus ojos parecen salir de órbitas

- ¿Y TODO POR ELLA? ¿SABES CUÁNTO RIESGO CORRES? -le dice Spencer, levantando muy alto su voz, está sumamente furioso, lo que me da más rabia aún. ¿Tanto me odia?

- Puedo oírte, Spencer, estoy justo aquí. -le digo muy enojada- No me trates como si yo no valiera nada, además es tu culpa que mis días estén contados, debiste pensarlo antes -añado dando un paso hacia él, y Spencer se limita solo a mirarme, si pudiera matarlo con la mirada, él ya hubiera muerto.

- Jade es mía ahora, es parte de mi, te guste o no -le dice Tyler- No quiero enfrentamientos entre nosotros, Spencer, guarda la calma y confía en mi. -añade, tomándome del brazo. Dejamos a Spencer en el salón, y subimos a la habitación de Tyler. 

- ¿Por qué me detesta tanto? -le pregunto exasperada, una vez que estamos solos en su habitación.

- Ignóralo. Solo defiende las  leyes de nuestro mundo, le asusta que algo pueda ocurrir. -me dice Tyler sacándose la camisa azul marino, yo trago saliva, y trato de mirar a otro lado pero es... Irresistible no mirarlo. 

- No me quedaré aún, necesito ir a casa. -le digo a Tyler. Entonces él me mira, y suspira algo frustrado.

- Bien. Arregla tus asuntos por allá, y prepara algo de ropa. ¿Quieres que te lleve a casa? -me pregunta y yo niego con la cabeza.

- No, estoy bien. Te  veré pronto. -le digo abriendo la puerta de su habitación, entonces él toma mi brazo, y hace que gire hacia él, de modo que lo miro a sus ojos.

- ¿Es así como te despides de mi? -me pregunta con su voz ronca, esboza una pequeña sonrisa,  y entonces con sus labios, atrapa mi labio inferior, y comienza a besarme de forma lenta y suave, me envuelve en su brazos y yo aprovecho el momento para palpar con mis manos su abdomen, un pequeño jadeo escapa de su garganta, se despega de mis labios, y examina cuidadosamente mi rostro.

- Debo irme -le digo con una sonrisa- Adiós -añado en un susurro, entonces me paro de puntillas y planto un beso casto en sus labios, y salgo por la puerta, bajo las escaleras muy de prisa, algo acelerada por la subida de temperatura, hasta que un mareo brutal hace que me detenga en seco, la visión se nubla, y se vuelve borrosa, así que espero a que mejore mi visión, y bajo con más cuidado, cuándo salgo fuera, voy hasta mi auto, y otra vez viene sobre mi, un mareo terrible, es como si fuera a caer al suelo, ¿cómo conduciré en éstas condiciones? Descarto la idea de volver arriba y pedirle a Tyler que me lleve, subo al auto y arranco el motor.
Me sobresalto sobremanera, al ver que Tyler, con su velocidad sobrehumana, llegó hasta mi, y en su rostro pude ver la aflicción, entonces él abre la puerta del auto y me pide que baje de él, tengo mi ceño fruncido debido a la confusión, pero hago lo que me pide.

- ¿Qué sucede? -le pregunto preocupada.

- Se está poniendo el sol -me responde muy preocupado.- Por las noches es cuándo el espíritu va a poseer tu cuerpo, no puedo dejar que te vayas. -me dice con la respiración agitada y yo también empiezo a respirar con dificultad. Entonces miro hacia el horizonte, y el sol se esconde con rapidez, no tengo tiempo, no puedo dejar que nadie me vea poseída por un espíritu.

- ¿Pero cómo lo sabes? -le pregunto confundida.

- Pude verlo, en cinco minutos sucederá. ¿Recuerdas que puedo verte en un futuro cinco minutos antes qué suceda? -me responde con el rostro muy preocupado. Es cierto, lo recuerdo. Empiezo a tener miedo, y el pánico se apodera de mi. Quedan menos de cinco minutos. Debo quedarme aquí.

- Está bien -le respondo en un susurro y volvemos a entrar al interior de la casa. En ese mismo instante, el sol ya no alumbra, la piedra azul de mi collar se enciende, y mi piel comienza a ser pellizcada debido a la vibración del collar, empiezo a alarmarme, y el pánico se ha apoderado de mi.
Siento a mi alma ser atrapada, y al espíritu maligno tener poder sobre mi. Siento como si me hubieran encerrado en una caja, escucho la voz de Tyler, y Spencer hablar, pero los oigo como si estuvieran lejos de mi, sin embargo, sé que estoy cerca de ellos. Entonces empiezo a gritar dentro de mi misma, pidiendo al espíritu que me libere, pero no tengo salida, no sé cuánto durará ésto, puedo sentir el dolor de mi cuerpo físico.

- ¡Hay que atarla! -escucho muy lejos a Spencer

Ya no es Jade quién habla.

La virtud de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora