Capítulo 7

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- ¿Y cómo lo voy a hacer? -le pregunto algo confundida y ansiosa, entonces el se vuelve para ir hacia la ventana.

- Esa es la parte interesante, ¿no crees? -me dice con una sonrisa cómplice, y algo me dice que estoy cerca de saberlo y a la vez tan lejos.

- Lo haré -le digo con superioridad, y menea la cabeza sonriendo, me mata cada vez que hace eso.

- Te queda bien ese atuendo -me dice divertido y yo me avergüenzo de repente al darme cuenta que llevo su ropa.

- Tú... -empiezo a decir señalando la ropa- ¿me has puesto ésto? 

- Es... irresistible verte dormir, y con ese vestido... -me dice y muerde sus labios, yo solo quiero ir a esconderme tras el sofá.- Tuve que hacerlo, lo siento -añade mirando hacia la ventana.

- Por cierto, duermes como una piedra -vuelve a hablarme, y ríe, su risa es ronca y contagiosa, así que río con él, entonces escucho a mi estómago gruñir y él abre mucho los ojos.

- Ven, tienes que comer -me dice acercándose a mi, me toma de la mano y me lleva a un lugar en específico que supongo ha de ser la... ¿cocina?

Bajamos, y luego llegamos al comedor, solo hay una mesa larga de madera fina, sobre ella reposa un enorme candelabro, como en todas las habitaciones de ésta casa que pude alcanzar a ver, hay una lámpara de araña en el medio del elegante comedor, cuadros de frutas y rosas adornan las paredes, un enorme ventanal, y alfombra beige.

- Siéntate aquí, voy a pedir que nos hagan el desayuno -me dice y me deja sola en el comedor. Tomo asiento en la cabecera de la mesa, y me siento como una reina, soy una niña cuándo pienso de ésta forma , me sonrío a mi misma. Pero mi sonrisa desaparece cuándo recuerdo lo que dijo Tyler... ¿Pedirá que nos hagan el desayuno?  ¿Hay alguien más aquí entonces? Me pregunto como se las arregla Tyler para mantener todo ésto. Al pasar quince minutos, Tyler viene, y se para a lado de mi, me mira divertido, levanta una ceja y me dice:

- Ese es mi lugar -me dice y yo me río sarcástica

- Ah, ¿si? -le digo y me acomodo mejor en el asiento, siempre se me va bien lo desafiante.

- Te hacen falta modales -me dice con una sonrisa, y va a sentarse al otro extremo de la mesa. ¿Tan obstinado es? Prefiero sentarme a su lado que estar tan lejos, así que me levanto y voy a tomar asiento a su lado, él me mira sorprendido.

- Buena chica -me dice entonces y yo levanto una ceja, algo ofendida, no vine para darle el gusto a él, sino a mi.

- ¿Disculpa? -le digo desafiante

- Desafiándome de nuevo -menea la cabeza divertido. Entonces aparecen dos personas en la puerta del comedor, una mujer de melena larga, lacia y negra, con un fleco que casi cubre sus ojos, es muy alta y delgada, tan blanca como un papel, lleva una bandeja de plata en sus manos con el desayuno, y a su lado un hombre de unos veintisiete años, cabello largo y negro, misma altura y mismo color de piel que la mujer, lucen realmente misteriosos y extraños, visten ropa negra absoluta,ella un vestido elegante de corte perfecto, y unos tacones de punta negro, y él un pantalón de vestir con una camisa negra, zapatos negros relucientes, ambos nos traen el desayuno, de repente miro los ojos del hombre, y son de un color dorado brillantes, ambos bajan con cuidado el desayuno en la mesa y se retiran en silencio.

- Que miedo -le digo a Tyler mirando el desayuno.

- ¿El desayuno? -me dice sorprendido

- Las personas que acabaron de salir -le digo muy obvia 

- Spencer y Kate, trabajan para mi desde que era pequeño -me dice y de pronto noto que se arrepiente de sus palabras. ¿Desde que él era pequeño? Pero éstas personas lucen muy jóvenes. Pista número uno.

Un desayuno americano completo. Me como todo lo que está en mi plato y Tyler apenas ha tocado el suyo, decido no molestarlo. Spencer y Kate han limpiado la casa y lo han dejado como nueva, ahora que lo pienso.

- Gracias por todo -le digo a Tyler, y él me mira con cierta ternura.

- De qué -me dice con una sonrisa ligera.

- Debo ir a casa -le digo entonces 

- Te llevaré a casa -me dice y yo me sorprendo.

- Traje mi auto, podré ir sola -le digo y creo que herí sus sentimientos

- De acuerdo, ve a cambiarte -me dice y yo me levanto para ir de nuevo hasta su habitación, al salir me encuentro con Kate, un escalofrío recorre mi columna vertebral.

- Hola -le digo incómoda y ella simplemente hace una reverencia modesta hacia mi y sigue caminando. Eso fue extraño en absoluto, entro a la habitación de Tyler y la cama está arreglada, me pongo el vestido y los zapatos, recojo mi bolso, y salgo de la habitación.

Tyler me espera en el salón principal, cerca de la salida, aquí fue la fiesta la noche anterior, me pongo a recordar.

- Te acompaño -me dice y toma mi mano, entrelaza sus dedos con los míos y un hormigueo agradable sacude mi interior. Llegamos hasta mi humilde automóvil, un hyundai accent de color plateado, saco las llaves de mi bolso, y miro a Tyler.

- Ten cuidado -me dice Tyler y se acerca lentamente a mi, posa sus labios en mi frente, y luego me mira ofreciéndome una sonrisa, le devuelvo el gesto, me armo de valor y subo de puntillas para besar su mejilla.

- Gracias, te veré pronto -le digo y subo al auto. Soy incapaz de mirarlo, odio las despedidas y ésta ha sido la despedida más dolorosa que he tenido en mucho tiempo, arranco el motor y voy por la carretera.

Definitivamente éste vestido ha traído un cambio inesperado y agradable a mi vida, se lo debo a Aby, me pregunto como estará esa pequeña zanahoria. Definitivamente Tyler es encantador, y... definitivamente estoy enamorada de él, en todas las formas en la que una mujer puede enamorarse, y es la primera vez que siento todo ésto, Tyler resultó ser extraño, misterioso, más de lo que pude imaginar, pero eso es genial, lo excluye absolutamente de los demás. 

Ahora la gran pregunta es... ¿qué clase de ser es él realmente? ¿Estoy segura que no es un vampiro? 

Averígualo...  -recuerdo sus palabras y de pronto me pongo a dudar. Lo descubriré. 

La virtud de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora