Capítulo 4

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- Ven -Aby me toma de la mano, y me lleva hacia un lugar- tenemos que jugar con ellos -añade muy enérgica.

- Jugar a qué cosa, que miedo -le digo nerviosa, nunca he hablado con nadie, a diferencia de Aby, ella es muy social.

- Ya lo verás, te va gustar -me dice y llegamos a un lugar donde hay chicas y chicos sentados en el piso en una ronda, y en el medio de ellos una botella vacía de vodka. Ay no, conozco éste maldito juego así que me empiezo a estirar del agarre de Aby.

-No quiero jugar ésto, por favor déjame ir -le digo suplicante y de repente no conozco a Aby, está algo tomada

- Jade, no seas amargada, siéntate conmigo y juega ésto -me dice riendo y tengo la sensación que debo cuidar de ella, así que nos sentamos y nos unimos al grupo, el juego está por empezar, están llamando a más gente que quiera jugar. Todo huele a alcohol y cigarrillo, todos están muy tomados y la noche recién empieza.

Trago saliva y abro grande los ojos cuándo, un chico y dos chicas se unen al círculo, siendo los últimos en llegar para el juego. Y adivinen, el chico es él. Solo quiero correr e irme de aquí, estoy actuando como una cobarde, pero no me gusta ésto.

- ¡BIEN! ¡EMPECEMOS! ¡WOH! -grita una chica con el cabello corto y teñido en rojo, y todos empiezan a gritar, emocionados. La chica del cabello rojo, acuesta la botella en el suelo, cuenta hasta tres y pone a girar la botella. Mi corazón palpita fuerte -que no me toque a mi, no por favor- me digo mentalmente y la botella va parando lentamente y queda señalando a la chica que está sentada al lado de él, ella parece fogosa, y algo vulgar con la ropa que lleva puesta, no me agrada. El chico abre mucho los ojos cuándo me ve, lo que me pone aún más nerviosa.

- ¿Verdad o reto Cristy? -le dice la del cabello rojo y Cristy responde:

- ¡RETO! -todos gritan y la aplauden

- Te reto a... Besar de forma apasionada a Tyler -le dice, y yo me pregunto quién demonios es Tyler, los gritos y aullidos comienzan a aturdirme, incluso Aby, quien grita a todo pulmón.

Entonces mi corazón se rompe por primera vez en trizas muy pequeñas. Cristy besa a Tyler, el chico de ojos negros. Nunca había sentido éste dolor, éste nudo en la garganta, ésta sensación de picor en el pecho, ésto es terrible, sabía que no debí haber venido. La forma en la que Cristy lo besa me provoca celos y repulsión, solo quiero dar golpes repetidos en su nariz, no lo soporto más.

- Iré al baño... ne-necesito ir al baño -le grito a Aby en el oído, ya que del barullo imponente no creo que escuche. Me levanto del piso, y me volteo para buscar un lugar más tranquilo, entonces escucho a Aby gritar:

- ¡JADE! -me volteo a mirarla y luego miro a Tyler, quién me mira con cierto dolor y preocupación, no lo soporto más, e ignoro a Aby, y camino deprisa hacia un lugar menos molesto que ese.

Por eso odio a los chicos. Él resultó ser uno más, creía que era diferente. Después de tanto tiempo, lágrimas empiezan a picar en mis ojos, así que seco mis lágrimas rápidamente y miro mis dedos llenos de delineador negro.

Maldición -me digo a mi misma en voz alta y comienzo a buscar una habitación, pero todas están cerradas con llave, pero al intentar abrir una puerta, se abre y entro deprisa en ella, todo está obscuro así que empiezo a buscar el interruptor de la luz, mientras lo busco, me sobresalto por el ruido que hace la puerta al abrirse, es un chico, y está tomado, muy tomado, y cuándo me ve, sonríe de una forma asquerosa, que me hace descubrir sus intenciones.

- Hola preciosa -me dice arrastrando las palabras, y desde aquí puedo oler el alcohol. Se acerca de prisa hasta a mi, y yo retrocedo, pero me toma de la muñeca con fuerza, y yo empiezo a estirarme de su agarre, me empiezo a llenar de miedo y furia. Odio a los hombres, definitivamente los odio.

- ¡SUÉLTAME! -le grito con todas mis fuerzas y levanto mi rodilla para golpear en su entrepierna, cuándo lo golpeo, se agacha debido al dolor, y doy un rodillazo en su rostro, en ese mismo instante se prende la luz en la habitación y ahí está Tyler parado en la puerta, quién mira la escena con cierto terror. Los tres en la habitación nos miramos en silencio.

- Vete -le dice Tyler con voz autoritaria al chico arrodillado ante mi con la nariz rota empapada de sangre. El chico se levanta con el rostro distorsionado aún por el dolor, y Tyler no quita la mirada de mi, finalmente quedamos en la habitación solo él y yo. Tyler cierra la puerta con llave y mi respiración se vuelve agitada.

- Ábrela, y déjame ir -le digo furiosa y con voz temblorosa

- Tranquila, no voy a hacerte daño -me dice levantando sus manos

- ¿Ah, si? -le digo riendo sarcástica

- No soy como ellos -me responde y yo empiezo a reír con fuerza. Le encanta burlarse de mi.

- Abre la puerta -le digo en tono autoritario y él se acerca a mi, lentamente hasta que queda solo a un centímetro de mi. Respiro agitada y mi corazón palpita aún más rápido. Puedo percibir su aroma, y no huele a alcohol, no huele a cigarillo. Huele a... ¿shampoo? y su propio aroma, es fresco y embriagante, quiero cerrar los ojos y aspirar su aroma. Su cuerpo emana cierta electricidad hacia a mi, que me hace temblar por dentro, levanto la vista hacia él y ambos nos miramos fijamente, está tan cerca de mi que podría besarlo.

- ¿Asustada? -me dice con su voz grave y sensual. La habitación está en un completo silencio, solo él y yo.

- No -le respondo con voz temblorosa.



La virtud de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora