Por suerte, conseguimos llegar a tiempo.
Estábamos en clase de lengua, y allí surgió conversación entre Yoongi y yo.
-Hoy Jimin y yo vamos a ir al centro comercial a comprar nueva equipación para baloncesto, ¿te gustaría acompañarnos?
-¡Oh! ¡Sí, claro!-dije contenta- ¿A qué hora?
-Ya te llamo esta tarde y te digo.
-Genial.-sonreí
De esa manera también me llamaría, y podría escuchar su dulce voz por teléfono.
Las clases pasaron lentamente, pero cuando por fin sonó el timbre, me dirigí corriendo a casa para esperar la llamada de Yoongi y pensar en lo que me pondría para nuestra salida. Jimin me encantaba, pero hubiera preferido que fuéramos Yoongi y yo solos...
El sonido de mi teléfono me sacó de mis pensamientos. Yoongi...
[......]
-¡Cariño, Yoongi ha llegado!-me avisó mi madre
-¡Ya voy!-me encaminé a paso acelerado hacia la puerta de entrada- Má, nos vamos.
-Vale, te quiero. No volváis tarde.
-No~. Te quiero.-y salimos por la puerta
Caminamos unas manzanas más arriba en dirección a la casa de Jimin. Luego, los tres nos dirigimos al centro comercial.
Una vez llegamos, pisamos cada una de las tiendas de deportes que encontrábamos. No podía decir que lo estaba pasando mal, pero Yoongi casi no me hacía caso al estar con Jimin... Me sentía un tanto desplazada, aunque no tendría por qué, pero no me sentía del todo cómoda.
-¡Mira! ¡Estas deportivas son preciosas, Yoongi!-llamaba Jimin por décima vez a su hyung
-¡Guau! ¡Y mira ese balón de allí!-se volvió a alejar Yoongi de mí con Jimin siguiéndole por detrás
-Fantástico...-murmuré cansada ya de la situación- Me iré, total, no se van a dar ni cuenta...
Decidida a no aguantarlo más, salí de la tienda para dar una vuelta por mi cuenta. Tienda por tienda, iba mirando si algo me llamaba la atención, pero no encontraba mucho. Rendida, intenté volver por donde había ido para volver a la anterior tienda, pero no tenía ni idea de dónde estaba. Me asusté un poco, pero me calmé al ver un monitor con el mapa del centro. Tardé un poco en localizarla, pero acabé dando con ella y seguí el camino que me había indicado el mapa. Conseguí llegar a esta, pero Yoongi y Jimin ya no estaban en ella. Y para mejorarlo todo, se había echo tarde, por lo que no había prácticamente nadie en el establecimiento.
-¿Se habrán ido sin mí...?-me pregunté a mi misma en voz baja
Las lágrimas amenazaban por salir de mis ojos, pero intenté calmarme lo mejor que pude. Cogí mi teléfono y marqué el número de Yoongi. No me daba llamada, por lo que miré confundida al aparato. Luego ví que estaba sin cobertura.
-No puede ser...
Mi corazón empezó a latir más deprisa cuando miré a mi alrededor y no había nadie. Ni una sola persona. Encima, las luces no estaban encendidas, por lo que solo la escasa luz del atardecer que se colaba por los ventanales iluminaba el comercio.
Comencé a correr hacia la zona de cajas, para pedir ayuda a alguien que trabajase aquí, pero ya nadie estaba allí.
-¿Acaso es esto posible...?
Corrí, corrí y corrí... Pero nadie se encontraba ya aquí... O eso pensaba. Creí divisar a Yoongi a lo lejos, por lo que corrí lo más rápido que pude hacia él.
-¡Yoongi! No sabes lo que sufrí... Estaba muy asustada...-gritaba mientras me acercaba a este
Tan rápido como llegué, lo estreché entre mis brazos, pero caí al suelo.
-Au...-me quejé del dolor mientras alzaba la cabeza en dirección a mi novio, pero este ya no estaba
-¿Qué...? Pero yo estaba segura de haberlo visto...
Me levanté, y ya no podía ver nada. Ya era noche cerrada. Miré mi reloj para saber la hora que era, pero las manecillas de este giraban descontroladamente sin marcar una hora fija. ¡¿Qué narices estaba pasando?!
Corrí, a ciegas, pero corrí. Y me tropecé, porque ¿a quién se le ocurre correr sin ver nada? Pues sí, señoras y señores, a Kim Haneul.
Volví a levantarme, ya con más dificultad debido a las heridas que me seguía haciendo. Levanté mi mano y la estiré hacia delante para intentar tocar lo que me había hecho caer.
-¿Qué crees que estás haciendo?-la voz de Yoongi resonó haciendo eco
-¡Yoongi!-grité feliz
Pero cuando pretendía volver a agarrarlo, este volvió a desaparecer. Las luces se encendieron de repente. Intenté volver a la tienda del principio, y allí me volví a encontrar con Jimin y Yoongi. Volví a intentar acercarme, y estos no desaparecieron. Sin embargo, parecía que no sabían de mi existencia. Les hablaba, gritaba y llamaba delante de sus narices, pero ellos nunca me miraban y seguían en sus cosas.
De nuevo, se volvieron a apagar las luces, y volví a quedar sumida en la oscuridad. Con lágrimas sin dejar de caer durante todo este tiempo, no me moví del sitio. No podía estar más asustada, mi novio y su amigo no me hacían caso, incluso a veces desaparecían, y no lograba salir del lugar, por no decir que estaba a oscuras.
Estaba parada, sin intentar correr en vano de nuevo. Intentaba ver algo en la oscuridad, pero me era imposible.
Cuando noté una mano en mi hombro, grité.
-¡Relájate Haneul! ¡Soy yo, Yoongi!
-¿Y-Yoongi...?-le miré incrédula, luego le toqué la cara con mis manos, y podía sentirla, no desaparecía
-Ejem...-oí una voz delante nuestra
Y ahí es cuando miré a mi alrededor, y descubrí que estaba en clase. Todos los alumnos y el profesor me estaban mirando, pero este con no muy buena cara.
-Cuando la señorita Kim decida dejar de pegar gritos y atender a la clase de una vez por todas... Podremos continuar. ¿Está de acuerdo?
No podía hablar, solo miré a Yoongi asustada.
-¡¿Está de acuerdo?!-levantó la voz el profesor, sobresaltándome
Yo asentí rápidamente.
El timbre sonó, finalizando la horrible clase que llevaba hasta el momento.
-N-Necesito ir al baño.-tan rápido como dije eso, me levanté
-¡Haneul!-oí como me llamaba Yoongi, pero yo salí corriendo de clase
Así que... ¿Todo había sido un mal sueño?
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Prodigies. ➳Min Yoongi.
Fanfiction❝A veces, las cosas llegan en el momento más inesperado de todos. Otras veces, son las cosas que llegan las más inesperadas de todas.❞ ;no copias ni adaptaciones; ©_miinmin