Capítulo 3

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-Mamá, ya estoy en casa. Traigo un invitado.-dije mientras entraba por la puerta con Yoongi de la mano

-¡Oh! Hola cielo, me estaba empezando a preocupar.-dijo en tono cariñoso

-Mamá, son las 10:58, llego incluso antes de hora.-me reí

-Ya sabes que no me gusta que estés por fuera hasta tan tarde... Al menos este chico de aquí cumplió con su promesa.-dijo sonriéndole

Yoongi asintió con la cabeza.

-Mi nombre es Min Yoongi, y soy compañero de su hija en el club de baloncesto de nuestro instituto.-dijo haciendo una reverencia

Mi madre se la correspondió.

-Mamá, verás... Ahora al volver, en el camino a casa... una persona nos atacó...-no sabía cómo explicarme de manera de que a mi madre no le diera algo. Pero algo hice mal porque ya estaba con cara de horror.- ¡No! No así exactamente... Desde el parque una persona nos andubo siguiendo, y cuándo Yoongi y yo paramos de andar, se abalanzó sobre nosotros. Gracias a él a mi no me pasó nada, pero el golpe que le dió le hizo un corte en el labio.

-¡¿Estás bien cariño?! ¿Seguro?

-Sí, mamá.-le dije con una sonrisa para intentar tranquilizarla- Pero él no, por eso te quería pedir si se podía quedar esta noche en casa. Necesitamos curarle el labio, y no quiero que vaya solo a estas horas a su casa.

-Bien, no hay problema alguno. Mientras llamo a tus padres Yoongi, tú vete al baño con Haneul para curarte el labio.

-Muchas gracias.-hizo una reverencia.- Es muy amable de su parte. Siento las molestias.

De nuevo mi madre le correspondió la reverencia, y le guié al baño.

Cogí el botiquín del estante, y le dije que se sentara. Saqué de este un algodón y empecé a desinfectarle el labio. Me puse un poco nerviosa por el contacto. Tenía que acercarme bastante para poder curarle bien la herida, y sentía su respiración cerca de mi cara. Él se ruborizó un poco, pero yo lo hice exageradamente, como siempre. Para colmo estábamos en total silencio, ninguno de los dos decía nada, tan sólo se escuchaba a mi madre hablar por teléfono con los padres de Yoongi desde el salón.

-¿Te duele?-me animé a decir

-No, está bien...

-Ah... mejor.

¿Por qué la herida tenía que estar en sus labios? Mis pensamientos estaban enrollados. ¿Cómo es posible tener ganas de besar a alguien que acabas de conocer? Bajé el algodón, con mi vista aún en sus labios. La alzé para encontrarme con sus ojos. Tenía los ojos marrón oscuro, la gente que no se fijara podría hasta pensar que son negros. Nos quedamos así por segundos. No podía aguantar más, por lo que me levanté y dije nerviosa:

-B-Bien... Y-Ya está.

-Muchas gracias.-dijo también levantandose

Ambos salimos del baño con un notable sonrojo.

Nos dirigimos al salón, dónde mis padres estaban viéndo una película.

-Yoongi, ya llamé a tus padres. Dicen que no hay problema, que comprenden la situación. Mañana ellos te recogerán en el instituto. Te mandan saludos y dicen que te cuides. También que te quieren mucho y que te echarán de menos en casa.-dijo mi madre guiñándole un ojo

Bien mamá. Gracias por eso.

Yoongi asintió avergonzado y dió las gracias.

-Mamá, vamos a mi habitación.

-Vale, no os durmáis muy tarde, que mañana hay clase.

Llegamos a mi habitación, y nos sentamos en mi cama.

-¿Dónde dormiré?-preguntó Yoongi después de un incómodo silencio.

Oh... cierto. ¿Dónde dormirá? Mi habitación no es muy grande, y sólo hay una cama.

Cómo vió mi incertidumbre, dijo:

-Puedo dormir en el salón.

-¡No! ¿Cómo vas a dormir ahí?

-No importa, de verdad.-dijo con una sonrisa

-Vale, pero a mitad de la noche me levantaré para ver si estás dormido, y si no lo estás, intercambiaremos puestos.

-Vale, no serás capaz de despertarte una vez que duermas.-se rió

-Lo dice el que se quedó dormido en 5 minutos mirando a las estrellas.-contraataqué

Seguimos con las risas hasta cerca de la 1. Iba siéndo hora de acostarse. Yoongi se fue al salón, y yo me quedé en mi habitación. A las 4 de la mañana me desperté. Necesitaba ir a mirar si Yoongi seguía en el salón. Y si estaba despierto.

Caminé por el pasillo a tientas y haciendo el menor ruido posible, para no despertar a mis padres. Llegué al salón y encendí una lamparita pequeña que tenemos en una mesilla. El salón se iluminó un poco, dejándome ver a Yoongi tumbado en un sofá. Suspiré aliviada. Me acerqué a él para ver si estaba despierto, pero tenía los ojos cerrados y su respiración era tranquila, con unos ligeros ronquidos. Aunque estaba dormido, no quería volver a mi habitación y dejarlo ahí. Así que me tumbé en el sofá de al lado y cerré mis ojos para disponerme a dormir.

........

Oí el despertador desde mi habitación. Eran las 7 y debíamos empezar a prepararnos para ir al instituto. Abrí mis ojos y me encontré con Yoongi aún tumbado en el sofá, boca arriba. Tenía la boca abierta y un brazo tapándole los ojos. La postura era muy graciosa y no pude evitar reírme.

-Yoongi... Yoongi...-decía entre risas

Comencé a moverlo, y al fin despertó.

-¿Hah? ¿Haneul? ¿Qué haces en mi casa?-dijo aún medio dormido

-Despierta Yoongi.-me reí- El que está en mi casa eres tú.

-Oh... es verdad.

Se incorporó y ambos comenzamos a prepararnos. A las 8 estábamos listos, y mis padres nos acercaron al instituto.

-¿A qué clase vas?-me preguntó mientras caminábamos por los pasillos

-A la 112, allí conoceré a mis nuevos compañeros. De hecho, Jungkook va en mi clase, por lo menos conozco a alguien.-dije sonriendo- ¿Y tú?

-A la 112. Que sean dos personas.-dijo con la misma sonrisa

-¿En serio?-dije feliz- ¡Bien!- y le abracé

-Ha-Haneul... La gente nos está mirando-dijo avergonzado

-L-Lo siento...-dije soltando una tímida risita

Y así nos dirigimos a nuestra clase.



Prodigies. ➳Min Yoongi.Where stories live. Discover now