Capítulo 18

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-¡Hoy, oficialmente, es el día de Kim Haneul y Min Yoongi!-gritó mi novio levantando sus brazos y cerrando los ojos, mientras una pronunciada sonrisa se dejaba apreciar en su delicado y blanco rostro

-Yoongi, por favor, la gente nos está mirando...-susurré avergonzada mientras pisábamos los pasillos hasta llegar al aula donde tendríamos nuestra siguiente clase- A mí también me hace ilusión, pero cálmate.-me reí

Este pasó su brazo por mi hombro, acercándome a él.

-No me importa lo que digan o piensen los demás.-sonrió divertido- Solo si llegan a lastimar a mi dulce y linda novia.

Mis mejillas no tardaron en calentarse. Dichoso Min Yoongi.

Hoy habíamos decidido que, después de clase, nos tomaríamos todo el día para estar nosotros solos. El campeonato estaba más cerca que nunca, pero, debido a lo bien que nos había ido en las últimas clases que habíamos tenido, todos decidimos que hoy sería nuestro día de descanso, y que cada cual podía hacer lo que quisiera.

No tenía claro lo que iban a hacer el resto de nuestros amigos... Solo sabía que Jungkook y Dae iban a tener una cita, y eso me tenía más ilusionada de lo que me esperaba. Estaba deseando que Dae me contara cómo le había ido y esas cosas, pero para eso aún habrá que esperar.


Las 14.00 de la mañana.


El final de las clases había llegado, y Yoongi se había venido a comer a mi casa.

-Hola, cariño.-me saludó mi madre- ¿Qué tal las clases?

-Bien, como siempre.-sonreí dejando mi mochila apartada en una esquina, para que no estorbara

-Bienvenido, Yoongi.-se dirigió ahora a este- ¿Qué tal?

-Muy bien, señora Kim. Muchas gracias por invitarme a comer.-hizo una reverencia

-¡Cómo no, cariño! Eres una amor de chico.

La sinceridad de mi madre provocó un color carmesí en las mejillas del aludido, lo cual me pareció extremadamente tierno, viniendo de él.

Nos sentamos a la mesa, comimos en un ambiente muy agradable. Por no decir que la comida de mi madre estaba deliciosa. Una vez más, se había superado en la cocina.

Terminamos y ayudamos a recoger los platos. Cuando acabamos, nos dirigimos a mi cuarto.

-Siéntate donde quieras.-dije mientras me tumbaba en la cama, mirando al techo

Sentí como el colchón se hundía a mi lado, lo que me dió una pista de donde había escogido sentarse Yoongi. Se tumbó como yo, con su mirada clavada en el blanco techo de mi habitación.

-Ahhh...-suspiró cerrando los ojos- Estoy cansado...

-¡Tú siempre estás cansado!-le reproché, para luego echarnos a reír los dos

Su mano alcanzó la mía, y las entrelazamos, sin ambos quitar la mirada hacia arriba.

Sentí cómo Yoongi cambiaba de posición, poniéndose ahora de lado, mirándome. Giré mi cabeza confusa hacia él.

-¿Qué?-fue lo que me salió en el momento

-So.-se rió

Eso me bastó para comenzar a pegarle. Me puse encima de él, y lo acorralé contra el colchón. Puñetazos suaves de mi parte le caían en el pecho y hombros, mientras ambos reíamos sin saber muy bien por qué. Cuando me cansé, volví a ponerme como antes.

Prodigies. ➳Min Yoongi.Where stories live. Discover now