-Creo que tú eres la segunda chica prodigio.
¿Yo? ¿Un prodigio? ¡¿En el baloncesto?! ¡¿Cómo era eso posible?! No, era imposible.
-¡Eso es imposible! ¿Cómo voy a ser yo "un prodigio"? ¡Si empecé a jugar baloncesto hace unos meses! ¡Soy una novata!
Dae y Yoongi intercambiaron miradas.
-Creo que es mejor contarle toda la historia.-dijo Yoongi
-Está bien.-accedió Dae
Yo simplemente guardé silencio mientras Dae comenzaba a hablar.
-Vamos a ver... Los chicos no son prodigios normales. Es una cosa más complicada. No sólo aciertan todos sus tiros, ni sólo son rápidos, ni fuertes,... Cada uno tiene su "don". Min Yoongi tiene el de la rapidez. Jung Hoseok, el de los tiros de tres. Kim Namjoon, el del liderazgo. Si nuestro equipo va ganando, él superará a todos y puede ir de canasta a canastel sin que nadie lo pare. Y acertar punto, claro. Kim Seokjin, el de animar a sus compañeros. Por muy clara que sea la derrota, Jin nunca se rinde, y anima a sus compañeros hasta el final. Kim Taehyung es el de las bandejas. Jeon Jungkook es el de la defensa. Y Jimin es el de la fuerza. Puede botar el balón tan fuerte que, en casos extremos, llega a desequilibrar al oponente. Lo normal es que simplemente no consigan robarle el balón. Yo, por mi parte, soy el "amuleto de la suerte", por decirlo así . En cada partido que juegan, yo tengo que estar. Soy como un cargador para sus habilidades. Si yo no estoy, no están al cien por cien, y pueden llegar a no poder usar sus "dones".
-V-Vale... supongamos que todo esto es verdad... ¿Yo que tengo que ver?
-Bien, Kim Haneul, tú eres una cosa extraordinaria. No se como, ni por qué, pero tienes todas sus habilidades, aunque en menos medida. Eres una mezcla de los chicos. Tienes la fuerza de Jimin, los tiros de tres de Hoseok, la rapidez de Yoongi, el liderazco de Namjoon, la esperanza de Jin, las bandejas de Taehyung y la defensa de Jungkook. ¡Es algo increíble y genial!
-Pero... Yo no puedo tener todo eso...
-Sí, pero obviamente no lo tienes desarrollado. Tendrás clases especiales, como los chicos y yo, y jugarás con ellos, no con el equipo femenino. Yo, por mi parte, seré vuestra entrenadora.
-Pero... ¿Cómo sabes que soy un prodigio? ¿Cómo lo tienes tan claro?
-Los prodigios nos reconocemos. Sabemos la manera de jugar de un prodigio. Hay algo... especial.
-Haneul, no sabes lo contento que estoy de que seas una de nosotros. Cuando te conocí, me llamaste la atención, sabía que no eras como el resto, pero no me imaginaba que ibas a ser como yo, como nosotros.-dijo feliz Yoongi
Que dijera eso encendió algo en mí. ¿En verdad era un prodigio? Lágrimas empezaron a brotar de mis ojos.
-¿Por qué lloras, Haneul?- me abrazó Dae mientras me secaba las lágrimas- ¿No quieres ser un prodigio?
-No... No es eso, en verdad estoy muy honrada. Lo que me hace llorar es que yo llegué aquí pensando que iba tener la misma suerte en la amistad que tuve en mi antiguo instituto, que fue mala, pero cuando os conocí, a ti y a los chicos, creí que de ahí podía surgir una buena amistad. Y me hace muy feliz que me consideréis una de vosotros, y que estemos unidos por una cosa más, una cosa única para nosotros y muy bonita. ¿Somos prodigios?
Acabé de hablar y Dae y Yoongi se me quedaron mirando. Luego me sonrieron y me abrazaron.
-Haneul, te queremos mucho. Eres una persona increíblemente buena y humilde.-dijo Dae
-¿Qué si somos prodigios? ¡Dilo bien alto, Haneul! ¡Somos prodigios!-me dijo Yoongi
-¡Somos prodigios!-gritamos los tres al unísono
-¡¿Qué hacéis gritando eso a los cuatro vientos, estúpidos?!-dijo Jungkook mientras se acercaba hacia nosotros
-Oh... Haneul... ¿Se lo habéis contado?-dijo con cierta preocupación
-Sí. Ahora ya sabe lo nuestro, y lo de ella. Habrá que empezar a desarrollar sus habilidades.-le contestó Dae
Yoongi y Jungkook asintieron.
Llegaron el resto, y se les dió la noticia. Todos se mostraron contentos, especialmente yo. Tuvimos un abrazo de grupo, y los chicos me dieron palabras de ánimo, informándome de que mañana comenzaría mi entrenamiento especial. Yo asentí sonriendo de oreja a oreja. No todos los días encontraba amigos así, y mucho menos me decían que era un prodigio en el baloncesto.
Nos despedimos, pero antes de que todos, menos Yoongi y yo, salieran, Dae gritó:
-¡Y que sepas que a partir de ahora somos mejores amigas!
Yo sonreí.
-¡Me parece perfecto, Dae!-le contesté despidiéndome con la mano
Yoongi y yo nos miramos. Ya pasaban de las 8, y el instituto estaba por cerrar, tendríamos que salir de ahí.
Cuando me disponía a hacerlo, me agarró del brazo. Yo me giré hacia él.
-¿Estás bien con lo de ser un prodigio?-dijo preocupado
-¡Por supuesto! Estoy muy ilusionada por ver de lo que soy capaz, y ver de lo que sois capaces vosotros.-dije con una sonrisa
-Ser prodigio conlleva un trabajo muy duro, ¿estás segura de que quieres entrenar?
-Sí. Dije que iba a jugar baloncesto, y que no me iba a rendir, y es lo que voy a hacer. ¡Estoy lista para esta nueva etapa de mi vida!-dije decidida
-Pues siendo así, ¡que comience el entrenamiento!
-¡Sí! Pero mañana.-dije riéndome
Él se rió de vuelta.
-Por supuesto, señorita. Sabes que me tienes aquí para lo que sea. Y que conste que seré el primero en enseñarte cómo se usa mi "don".-dijo sonriéndome
-Y yo encantada de eso.-me reí
En ese momento Yoongi me acercó a él, y me abrazó. Estuvimos así por unos minutos.
-Gracias por todo.-susurré en su cuello
-Gracias a ti.
Nos cogimos de la mano y salimos del pabellón con dirección a mi casa.
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Prodigies. ➳Min Yoongi.
Fanfiction❝A veces, las cosas llegan en el momento más inesperado de todos. Otras veces, son las cosas que llegan las más inesperadas de todas.❞ ;no copias ni adaptaciones; ©_miinmin