P.O.V. Alex
Estoy en mi casa de alquiler guardando la ropa de la maleta cuando escucho la alarma del móvil. Me acerco a él y veo que Juan me había mandado un mensaje en el que decía que había visto a la princesa entrar en el centro comercial.
Juan era uno de los vigilantes que tenían puestos para la princesa, ya que yo no podría estar las 24 horas del día detrás de ella. Era un hombre muy serio con la gente que no conocía pero una vez que ya lo conoces y él a ti se vuelve más amigable.
Dejo de arreglar las cosas y bajo a la puerta para coger las llaves de la moto e ir al centro comercial. Salgo de mi casa y la cierro con llave y rápidamente me subo al coche y voy hacia el centro comercial. Al llegar aparco y voy directo hacia Juan que va vestido de negro y está detrás de una pared.
-¿Qué haces Juan? -pega un salto por el susto y me empuja hacia él. Estamos muy cerca y me empiezo a incomodar- Juan por favor aléjate un poco. -se aleja y sigue mirando hacia el cristal del centro comercial.
-La princesa me ha visto espiándola en el bar. -le miro serio.
-Es normal, disimulas muy poco, raro es que no se haya acercado. -digo mirándole.
-Ten cuidado Alberto, que te sigo teniendo muy cerca y te puedo meter una patada en tus partes, que no podrás levantarte en una semana. -me quedo callado de golpe.
Él era un hombre de palabra y si te decía que pararas o si no te hacía algo, lo cumplía. Cuando saltaba con la amenaza era mejor parar.
-No me llames Alberto, estamos en la misión.
-Es verdad Alex -dice con una sonrisa y yo niego con la cabeza.
Una de las normas de la misión era que tenía mantener mi nombre verdadero enterrado. Sólo volvería a llamarme así cuando la princesa llegue al trono o averigüe la verdad. De todos modos me gustaba llamarme Alex.
-Voy a entrar para estar con la princesa. Te puedes ir Juan, buen trabajo.
-Suerte Alex. -se marcha y me quedo mirando la puerta.
Al rato entro en el centro comercial y empiezo a andar por delante de las tiendas por si las veía salir de alguna de ellas. A lo quince minutos las veo salir de una tienda de ropa interior con muchas bolsas, ambas tenían las manos llenas de bolsas y casi no podían andar.
Empiezo a aligerar y paso por al lado de ellas. Lucía me ve pasar por al lado y le dice algo a Alexa que está muy seria. Me paro enfrente de una tienda de zapatos y me quedo mirando el escaparate hasta que ellas pasan por al lado mío. Vuelvo a andar y ahora estoy detrás de ellas.
-Oh hola chicas -digo yo provocando que ambas se den la vuelta- os veo muy cargadas ¿Os ayudo?
Ambas se miran como si estuvieran hablando a través de la mente y luego me miran a mí.
-Por favor ayúdanos -dice Lucía haciendo un puchero y río.
-Anda dame unas cuantas -ella sonríe y me tiende unas cuantas bolsas y luego Alexa me entrega unas cuantas suyas.
-Gracias -dice Alexa, yo le dedico una sonrisa de lado y ella se ruboriza.
-Vente Alex con nosotras, vamos a tomar algo y después vamos a ir a casa de Alexa. -dice ella y yo asiento.
-Vale genial -digo yo y empezamos a andar hacia alguna cafetería.
Mientras andamos me fijo en Alexa, anda de la misma manera que su madre. Su madre anda muy elegante y ella es igual aunque un poco más brusca que Alicia. Mientras habla con su amiga no puede evitar de sonreír parece que la vida le fuese en ello.
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Yo ¿una princesa? y tú ¿mi guardaespaldas?
RomanceNunca pensé que yo sería alguien especial. Es más yo me sentía como la típica chica que vivía en una casa con sus padres adoptivos, una mejor amiga y una vida normal por delante. Quién me hubiera dicho a mí que era una princesa y aún menos que el ch...