Capítulo 29

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Me despierto con alguien moviendo mis hombros y abro los ojos lo más rápido que puedo. Enfrente mía tenía a un muchacho de pelo castaño y ojos grises. Me miraba un poco asustado con su mano colocada en mi hombro. Al ver que miraba su mano la apartó.

-¿Por qué estás aquí? -me dice y sinceramente no sabía que contestar.

-No sé. -digo y en su mirada veo la pena que siente por mí y no se lo dudó yo también me tengo pena a mí misma.

-¿Donde vives?

-Un apartamento de aquí cerca -digo, no sabía el nombre de la calle.

-Voy a acompañarte -me dice y yo niego reteniendo las lágrimas.

En el apartamento estaba el cuerpo del militar. No quería volver a entrar allí. Tenía que buscar a Alberto.

-No quiero volver -digo y rompo a llorar.

Él no sabía como actuar me pasó un brazo por la espalda y al ver que no se lo impedía me abrazó. Cuando me tranquilicé se separó y miró mi mochila abierta y el móvil sin batería tirado al lado mía.

-Ven a mi casa mientras y te duchas si quieres. -asiento y me levanto para guardar las cosas.

-Muchas gracias -digo con una sonrisa y me acompaña para salir de ahí.- ¿Cómo es que me has encontrado ahí?

-Suelo ir cuando necesito pensar -dice como si nada y yo asiento.- Te voy a llevar a mi casa y no sé tu nombre. -dice riendo.

-Me llamo Alexa -digo riendo- ¿Y tú?

-Anthony -dice- ¿Tienes novio? Por que si es así te debe de estar buscando.

En ese momento me acuerdo de Alberto y que no sabía donde estaba. Quiero pensar que está vivo por que si no el militar no se habría disparado solo. Ahora mismo me da igual si es él quien disparó solo lo quiero tener al lado diciéndome una y otra vez que estaría conmigo.

-Sí, pero no sé donde está. -digo mirando al suelo.

-A lo mejor te está buscando -me dice para levantar mis ánimos pero él no sabe todo lo que ha ocurrido.

-Eso espero -digo fingiendo una falsa sonrisa.

-Aquí es -dice y miro la casa que tenía frente a mí.

Era una gran casa y por el lado derecho se podía ver un amplio jardín. Las ventanas eran muy altas y la luz podía entrar fácilmente por ellas. Era muy bonita.

Entramos en ella y me acompaña escaleras arriba. Abre una puerta y veo un baño.

-Date un baño que seguro que ha sido muy incómodo dormir allí. -Asiento y le doy las gracias mientras que me arreglo.

Al estar duchada me miré en el espejo y me fijé que mi pelo estaba volviendo a mi color natural. Sin pensar más en eso bajé y dejé mi mochila cerca de la puerta. Escuché como el sonido de una televisión y me acerqué a donde provenía. Le vi sentado en el sofá viendo las noticias y me senté con él.

-Estás muy guapa -me dice él y yo me sonrojo.

-Gracias.

De repente sale un anuncio de última hora y los dos miramos la televisión.

-- Se sabe que la princesa Alexa y el acompañante que escaparon se han separado. Vieron a su acompañante en los aeropuertos de nuestro reino hace unas diez horas. No se sabe nada del paradero de la princesa. Os seguiremos informando.

Aparece la maldita foto en la que enseña nuestras caras y Anthony la mira con los ojos como platos. Cuando quitan la foto de las noticias me mira y puedo ver en sus ojos la duda.

-¿Eres la princesa que escapó? -no sabía que contestar pero al final asentí.- ¿Por qué escapaste? -me pilló por sorpresa. Creía que llamaría para avisar o me echaría de aquí...

-Te voy a contar todo si quieres... -digo.

-Quiero ayudarte, cuéntame el porqué. -le miro agradecida y le cuento todo desde que supe que era la princesa hasta el momento en el que los dos decidimos escapar para estar juntos.

-Por eso nos marchamos y ahora no sé donde está y como contactar con él. -empiezo a llorar y él me abraza.

-Tranquila. Quédate aquí hasta que te encuentre -dice y le miro- Le será más fácil encontrarte si no te vas moviendo de lugar.

-Gracias -le digo aceptando su propuesta y él sonríe.

-Voy a enseñarte tu habitación -se levanta y yo voy tras él.

P.O.V. Alberto.

Después de estar tres hora esperando a Pablo a que saliese y con mis ojos dolidos de no haber dormido desde hace un día le veo salir con el aparato que ansiaba. Cuando lo tengo frente a mí lo abrazo y él a mí.

-Me he enterado de que Ricardo se ha casado. Dentro de dos días cuando se arregle todo Alexa será libre de ese matrimonio. -escuchar eso hizo que me alegrara por primera vez después de la escapada del centro comercial con ella.

-Gracias hermano. -le digo y cojo el aparato de rastreo.

-Te han visto en el aeropuerto y han aumentado la seguridad. Tendrás que ir en coche.

-Iré en moto. Será más rápido. -digo mientras que guardo el aparato en mi mochila.

-¿Sabes algo de ella? -me dice y niego.

-La llamé a mi teléfono y lo tenía apagado. -digo. De repente me acuerdo de que él podría llamar a mí teléfono- ¿Puedes probar a llamarla?

-Que va tío. Nos han quitado a todos los teléfonos.

-¿Por qué?

-Sospechaban ya que os escondisteis y no os encontraron. Saben que alguien está soplando. -bufo y decido no perder mas tiempo para encontrarla.

-Voy a por ella -digo y él me da otro abrazo.

-Ten cuidado tío.

-Tú también hermano.

Me monto en la moto y acelero importándome una mierda si me escuchaban. Solo me importa encontrarla y que esté bien.

Estuve dieciocho horas conduciendo hasta que llegué a la puerta de nuestro apartamento. Era de madrugada pero no me importaba solo quería encontrarla. Enciendo el aparato y voy hacia la dirección que marcaba.

Cuando llego me sorprendo al ver que marcaba en una casa. Deberían de haberla recogido al verla deambulando por la calle. Sin pensarlo voy a la puerta y empiezo a llamar.

Nadie contestaba y empecé a dar los golpes más fuertes. Hasta que vi como unas luces se encendían en su interior. Cuando abren la puerta veo a un muchacho joven con los ojos grises y una clara cara de cansancio.

-¿Donde está Alexa? -digo sin rodeos y el muchacho abre los ojos de golpe.

Yo ¿una princesa? y tú ¿mi guardaespaldas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora