Me remuevo nerviosa en la cama y abro los ojos. La luz de la mañana da en mi rostro y me muevo un poco al lado contrario y vuelvo a cerrar los ojos. De repente viene a mi mente los recuerdos de ayer en la habitación del bebé y me siento en la cama con los ojos abiertos.
Alberto se despierta y me ve sentada con los brazos alrededor de mis piernas. Se sienta al lado mía y coloca sus manos sobre las mías.
-He colocado cámaras por toda la casa. -dice separando mis manos- Quien sea el que esté haciendo todo esto será pillado si vuelve a entrar.
Me acerca a él y me abraza. Cierro los ojos y respiro hondo mientras que me tiene en sus brazos.
-Gracias -le digo y él niego riendo.
-No me tienes que dar gracias a nada. -me da un beso en la mejilla y nos levantamos.
Empiezo a vestirme y me voy al baño a terminar de arreglarme mientras que él habla por teléfono con Pablo. Al estar lista salgo del baño y me encuentro a Alberto mirando un álbum de fotos sentado en la cama.
-¿Qué miras? -le digo mientras que me siento junto a él.
-Ayer encontré un signo que me suena de algo pero no sé que es. Estoy buscando aver si lo encuentro.
Lo veo pasar las fotos rápidamente. Había fotos de él de pequeño. En todas salía él solo o se veía las piernas de alguien pero no se veían más caras.
-Esto es. -dice señalando una foto en la que sale él en su habitación del castillo dibujando un signo chino.
-¿Ese símbolo? -digo señalándolo y él asiente.
-Estaba grabado en el muñeco a su espalda. Lo reconocí pero no me acuerdo de por qué lo dibujaba.
Se queda callado mientras que mira fijamente a la foto durante un tiempo. Luego cierra el álbum y lo vuelve a colocar en su estante.
-Vamos -me coge la mano y nos vamos de la casa.
Nos montamos en el coche y vamos hacia el castillo. Estuve en el camino pensando el por qué ese muñeco tendría dibujado en la espalda ese símbolo que pintaba él de pequeño. ¿La persona hizo ese símbolo sabiendo que él lo pintaba?
Veo que llegamos al castillo y ambos bajamos del coche. Cuando entramos todos nos sonríen y saludan y nosotros lo hacemos de respuesta. Llegamos al despacho de mi padre y él nos espera allí con una carpeta llena de papeles.
-Llegáis tarde -dice serio.
-Hemos tenido unos problemas -dice Alberto guiñándome el ojo y yo sonrío.
-Bueno os digo lo que hay hoy. -se sienta un poco mejor y mira a Alberto.- Esta carpeta es toda tuya. Tienes que revisar todos los impuestos y ver como evolucionan respecto a las otras semanas. -me mira a mí- Tu madre está en el salón. Hay que ir a una inauguración de una escuela infantil.
Me levanto y le doy un corto beso a Alberto que se queja al separarme y me marcho de allí. Voy hacia el salón y veo a mi madre en el centro de la sala mirando a un cuadro.
-Hola mamá -digo dándole un abrazo y que ella responde alegre.
-Hola hija, ¿Qué tal el viaje? -dice mirándome con las cejas alzadas y me acuerdo de todas las veces que Alberto hizo "el objetivo embarazo" según sus palabras.
-Muy bien -digo sonriendo y empezamos a andar hacia el coche que nos esperaba fuera.
-Mamá ¿Con cuantos años te quedaste embarazada? -le pregunto y ella me mira sorprendida.
-¿Estás embarazada? -niego con la cabeza. Lo habíamos intentado pero no siento nada de los embarazos.- Pues con 20 años me quedé embarazada de ti. ¿Queréis tener un hijo?
La miro y asiento. Ella sonríe y me abraza. Nos montamos en el coche y éste empieza a andar.
-¿Lo habéis intentado ya? -pregunta con las cejas levantadas y yo me sonrojo.
-Sí pero no me siento rara. Es más me siento como siempre. -digo levantando los hombros y sentándome mejor en el coche.
-Sobre las dos o tres semanas te dan los efectos así que tendrás que esperar.
-Alberto tenía muchas ganas y mucha ilusión por tener un hijo y bueno me lo contagió -digo riendo y ella ríe conmigo.
-A veces Alberto me recuerda a sus padres. Ellos siempre quisieron tener un hijo pero siempre les costó mucho. Hasta que un año lo consiguieron y le tuvieron.Eran los más felices cuando lo tenían en brazos. Aunque no pudieron disfrutar mucho de él. -dice triste y miro el suelo del coche.
El coche aparca y empiezan los flashes. Es el momento de salir. Cuando salimos todos nos hacen fotos y hacemos la inauguración entre las dos.
Cuando terminó todo nos subimos al coche y nos acomodamos. Ambas suspiramos al estar cuatro horas de pie respondiendo preguntas. Me dolían los pies.
-Estamos recibiendo amenazas -le digo a mi madre y ella para de acariciarse los pies.
-¿Amenazas? -dice seria y asiento
-Sí. Ayer encontramos en una habitación en la que teníamos una cuna un muñeco con un cuchillo en el pecho y la cuna destrozada. -ella se tapa la boca aterrorizada y yo miro a la carretera.
-¿Qué habéis echo?
-Alberto ha colocado cámaras por toda la casa para quien quiera que fuese el que lo hizo sea pillado en la próxima vez que venga. -digo y mi madre coloca su mano con las mías.
-Alberto es un chico fuerte. Quien sea tendría que estar rezando para que él no lo encuentre -asiento y sonrío.
-Lo sé.
Llegamos al castillo y veo a Alberto dando un paseo por el jardín con Pablo. Ambos están serios mientras que caminan. El coche aparca y me despido de mi madre. Empiezo a andar hacia ellos y cuando me ven se callan.
-Hola -digo dándole un abrazo a Pablo. Luego le doy un beso a Alberto y él me sonríe.
-¿Qué tal ha ido? -me pregunta Alberto.
-Muy bien -digo sonriente.
-Las cámaras no han detectado movimiento. -dice Pablo y ambos le miramos.
-Espero que no se atreva a volver -dice Alberto y él asiente.- Bueno nos vamos. Tenemos la tarde libre y nos vamos al cine.
Asiento alegre y él ríe. Mira a Pablo para invitarle a venir pero él niega con la cabeza y se despide para marcharse.
Como él dijo estuvimos viendo una película y las personas cuando nos veían nos saludaban y nos decían lo alegres que estaban por nuestro matrimonio.
Cuando volvimos toda la casa estaba como antes y nos fuimos a dormir pero antes de hacer en el sueño Alberto dice "Objetivo embarazo" y provoca que yo ría mientras que me empieza a besar.
ESTÁS LEYENDO
Yo ¿una princesa? y tú ¿mi guardaespaldas?
RomanceNunca pensé que yo sería alguien especial. Es más yo me sentía como la típica chica que vivía en una casa con sus padres adoptivos, una mejor amiga y una vida normal por delante. Quién me hubiera dicho a mí que era una princesa y aún menos que el ch...