-Esposa mía, despierta -empiezo a sentir besos por toda la cara y sonrío. Me muevo un poco y me pongo frente a él.
-¿Qué pasa esposo mío? -digo sonriendo y él sonríe.
-Que quieres de desayunar -me pregunta mientras que se levanta y se pone el pantalón.
-Me da igual -digo y él me da un beso antes de sallir de la habitacion.
-Te voy a preparar algo. -asiento y me empiezo a vestir con una bata.
Salgo de nuestra habitación y veo la puerta de enfrente. Abro la puerta y entro en la habitación. Las paredes de color azul me hacía sentir cómoda. Me acerco a la cuna y paso mi mano por ella. Me quedo mirándola y me imagino tener a un bebé ahí con los ojos azules y rubio. Con su sonrisa en los labios del pequeño y a él entrando para cogerlo.
-¿Qué haces aquí? -me sobresalto al escuchar su voz y me doy la vuelta para encontrarlo apoyado en el marco.
-Solo quería ver las vistas que hay en esta habitación. -digo con una sonrisa y él niega.
-Para eso deberías estar en la ventana ¿No? -se acerca a mí y pasa sus brazos por mi cuerpo y me pega a él.
-Iba ahora ahí. -él niega con la cabeza y coloca sus labios en mi oído.
-Alexa, quiero decirte una cosa. -se separa de mí pero mantiene su agarre.
-El qué. -le digo y él toma aire.
-No es que quiera ir rápido. Es sólo que me gustaría tener a un pequeño correteando por aquí, riendo y disfrutando. Me gustaría tenerlo lo más pronto posible porque a lo mejor mañana no estoy aquí o dentro de ocho meses. Quiero tener seguro de que algo mío está creciendo dentro de tí. -coloca su mano en mi estómago y me pongo nerviosa.
-Alberto. -me pone un dedo en los labios y niega.
-Piénsalo. Mañana me lo dices cuando estés segura. -asiento y le abrazo.
-Eres el mejor -el ríe y me abraza.
-Ahora a desayunar que dentro de tres horas es la coronación. -me acompaña al pasillo y cierra la puerta. Ambos bajamos y nos sentamos para desayunar.
Mientras comía no podía evitar sacarme sus palabras de mi mente. Tenía razón en lo de que a lo mejor en un futuro alguno de los dos no esté. Pero tengo miedo, soy muy joven para ser madre y él también. Tan solo de pensar que ese bebé será el espectáculo para más de uno me aterroriza. No se merecía nuestro hijo o hija que todo el mundo estuviese pendiente de él y sinceramente no me gusta la idea de dejarlo con alguien para que crezca como una persona normal como hizo mi madre.
-¿En qué piensas? -me dice mientras que recoge los platos.
-En nada. Voy a vestirme y nos vamos al castillo, mi vestido y demás están allí. -él asiente.
-Bájame la camiseta por favor.
Subo corriendo las escaleras y me encierro en la habitación. Lo de ser madre no se me quitaba de la cabeza y necesito una segunda opinión que no sea de ninguno de los dos.
Me visto y recojo su camiseta. Cuando bajo lo veo leyendo una nota pero él la hace una bola de papel y lo rompe en pedazos. Le entrego la camiseta y él se la coloca.
-Nos vamos -dice y los dos salimos de la casa.
Cierra con llave la puerta y nos montamos en el coche. Empieza a conducir demasiado rápido y en menos de diez minutos ya estamos allí. Ambos bajamos y nos encontramos a mi madre en la puerta con los brazos cruzados.
-Falta una hora -dice y nos empuja adentro.- Vestiros, cada uno tiene su ropa en la habitación. Vamos -nos hace señas para que aligeremos y ambos nos vamos a la habitación de cada uno.
Cuando entro en la mía veo a Lucía terminándose de arreglar. Al verme viene corriendo a mí y me abraza.
-Necesito tu opinión -le digo mientras que cojo mi vestido de la ceremonia.
Era azul y tenía un escote medio completo con piedrecitas de colora plata y pomposo a partir de la cintura.
Me empiezo a vestir y cuando ella termina me mira.
-¿Qué ocurre? -dice mientras que me ayuda a abrochar el vestido y me sienta para maquillarme y peinarme.
-Alberto quiere que tengamos un hijo. -ella para de maquillarme y me mira.
-¿Un hijo? -asiento y ella vuelve a maquillar. Cuando ya estoy maquillada pasa a mi pelo.
-No sé que responderle, dice que me lo piense mejor y le responda mañana.
-¿Tu quieres tener uno? -suspiro.
-Por una parte sí pero por la otra no.
-¿Por qué no? -la miro a través del espejo y ella frunce el ceño.- A ver os queréis y mucho. Os habéis casado y básicamente tenéis vuestro futuro hecho. ¿Que hay de malo en tener un hijo?
-Somos muy jóvenes -ella para de hacerme ondas en el pelo y me mira.
-Alexa, sois muy jóvenes para casaros y lo habéis hecho, sois jóvenes para ser reyes y ¿Qué vais a hacer ahora?, tener un hijo no va a hacer que la cosa cambie.
La miro y frunzo el ceño. Tiene razón si somos jóvenes para tener un hijo también lo somos para casarnos. ¿Qué mas dará tener un hijo ahora?
-Tienes razón -digo y ella sonríe.- Voy a decirle que sí -digo sonriendo y ella aplaude.
-¿Seré la tita? -dice riendo y yo río asintiendo.
-Pues claro que sí.
Ella termina de arreglarme y escucho como llaman a la puerta. Mientras que ella abre yo me coloco mis zapatos. Escucho la voz de Alberto y sonrío.
-¿Has terminado? -me dice desde la puerta y yo asiento.
-Yo voy a coger sitio -dice Lucía y me da un abrazo.
-Tenemos que reunirnos con tus padres ahora.
Con mi mano sujeta con la suya caminamos hacia el despacho de mis padres. Ambos nos esperaban allí con los brazos cruzados.
-Os voy a explicar como se va a hacer -dice mi padre.- Nosotros estaremos al final de la sala. Ambos tenéis que ir hacia allí de la mano tranquilamente. Cuando lleguéis os pondréis ambos de rodillas en el suelo y diréis. "Ambos queremos cuidar de este reino". Entonces os pondremos las coronas y os levantareis. Cuando termine volveréis por donde habéis llegado y se acabó. Os podréis ir de viaje.
Ambos asentimos y mis padres se marchan. Teníamos que esperar unos diez minutos para que todo estuviese organizado. Ambos nos apoyamos en la mesa de mi padre nerviosos.
-Alberto, lo he estado pensando -digo mirando el suelo y noto su mirada en mí.
-¿Y qué opinas? -dice. En su voz puedo notar que está preocupado.
-Que sí, quiero ser madre -digo sonriendo y él me abraza sin decir ni una palabra.
-Que bien -dice riendo- Si es niño lo llamaremos Pablo. Hice una apuesta con él y la perdí hace tres años -río y niego.
-Lo de los nombres ya lo veremos más adelante -digo sonriendo.
La puerta se abre y aparece un encargado para avisarnos. Ambos nos levantamos y hacemos todo aquello que mis padres nos dijo que teníamos que hacer.
Al salir como reyes todo el mundo nos aplaudía y alababa. Yo no podía ser más feliz. Ahora íbamos hacia las habitaciones a por nuestras maletas. Estaba segura que en este viaje él iba a intentar dejarme embarazada y sinceramente me gustaba la idea
He empezado una nueva historia sobre vampiros! 😋. A todas las que osgusten los vampiros estáis invitadas a leerlo. Gracias a tod@s los que leeis esta historia y votais. Hemos llegado a 3K de lecturas👏🏼👏🏼👏🏼 Por eso subo este capítulo sorpresa 😉 Gracias y os amoooooooooo ❤️❤️❤️
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Yo ¿una princesa? y tú ¿mi guardaespaldas?
RomanceNunca pensé que yo sería alguien especial. Es más yo me sentía como la típica chica que vivía en una casa con sus padres adoptivos, una mejor amiga y una vida normal por delante. Quién me hubiera dicho a mí que era una princesa y aún menos que el ch...