Después de los hechos acontecidos en Civil War, la relación entre Tony y Steve se ha visto afectada cuando ellos mismo aun no habían aclarado sus sentimientos. ¿Qué ocurrirá ahora cuando lo único que tienen entre ellos es un móvil? Además, no son lo...
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Sí, señores yseñoras. Ya llevamos 16 capítulos de esta historia y no tiene pintade que se acabe pronto. Pero sé que en estos momentos es lo quemenos os importa, así que os dejo con el momento en el que Steve yTony siguen en la cama. Hablamos después.
CAPITULO 16
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Para cuando Tony Stark volvió a abrir los ojos, horas más tarde, laluz del atardecer le estaba dando en la cara de lleno y lo sacó delagradable sueño reparador en el que pareció haber caído. Sinembargo, cuando trató de moverse, notó algo cálido y grande contrasu espalda y un brazo masculino le cruzaba el pecho.
-Dime que no es verdad- murmuró Stark.
-¿El qué?- preguntó Steve que había despertado hacía un rato ysolo estaba disfrutando con su contacto, ciñéndose más a Tony.
-¿Hemos dormido haciendo la cucharita?- le preguntó este, volviendola cabeza hacía Rogers.
-Te removías mucho es sueños y, cuando te he abrazado, te hascalmado, así que ¿qué tiene de malo?
-Que soy yo el contenido de la cuchara- refunfuñó este.-Deberíaser al revés.
-Si quieres, cambiemos- comentó Steve.
-No. Así ya no vale. Tenía que ser algo que saliera de maneranatural- comentó Stark, volviéndose hasta quedar boca arriba en lacama, mirando el techo.
Steve no comentó nada más a eso, pero se inclinó sobre él y lebesó en la comisura de los labios, notando el cosquilleo que lecausó aquella extraña barba que Tony se empeñaba en llevar.
El enfado de este pareció desaparecer en el acto ante ese gesto ymiró fijamente a Steve, contemplando la sonrisa placida que se veíaen su rostro, con aquellos claros ojos azules brillando levemente.
¿Cómo podía enfadarse con él ante semejante visión?
Se volvió hacía Steve y, estirando la mano, la posó sobre sumejilla, tocándole como si aún no se creyera que ambos estuvieronallí de verdad, riendo como este se dejaba hacer.
-¿Por qué no llegamos a esto antes?- murmuró Tony, casi más paraél mismo que para que Steve respondiera.
