Capítulo 31 | ahora creo en el destino...
— ¿ya despierta cenicienta dormilona? —me pregunto Miguel, al teléfono.
— ¿tu esperas que yo te conteste la llamada si estoy dormida? Además, dime por favor que logras diferenciar entre cenicienta y bella durmiente
—claro, la que te quise decir es la que anda de amarillo
Rodé los ojos fastidiada.
—cenicienta es la que limpia y la bella durmiente es la que duerme, válgame la redundancia, son las que andan de azul y rosa, por si te quedaba la duda
El soltó una carcajada.
—de verdad Cara eres todo un caso, uno quiere ser amable y termina regañado —me dijo, aun entre risas.
—no es regaño, simplemente te corregí de tu error —le dije, sonriendo.
—bueno, pero ya despierta
— ¿te quedaba la duda? —le dije, riéndome.
—pues más o menos, ¿Qué se vas a hacer por tu cumple guapa mujer? —me pregunto, y yo exhale.
Era diez de diciembre y me festejaría el dieciocho ya que para mi cumpleaños estaría en Coahuila como cada año, festejando año nuevo. Tenía casi diez días planteándome el invitar o no a Miguel a mi festejo de veinte años. En este último par de meses que teníamos conociéndonos me había dado cuenta de dos cosas, era una persona muy sencilla de llevar y que no tenía la fuerza para convencerme de estar con él. Sin embargo, como había dicho era una persona bastante sencilla de llevar, sin complicaciones.
Evidentemente había cosas en las que no congeniábamos para nada, una de ellas era que el mismo se contradecía cuando insistía en que quería estar conmigo por ser una niña bien y que a los pocos minutos se desesperaba cuando le decía que no podía salir con él, bastante coherente el muchacho. No estaba segura aun de que yo quisiese un "noviazgo" con él, pese a que él estaba seguro que quería el paquete completo conmigo, noviazgo, matrimonio y familia, y eso era mucho por procesar. Analy me decía que era muy exigente, pero estaba de acuerdo conmigo que si se trataba de compartir la vida se necesitaba del mejor socio posible.
Tras mucho pensarlo, tras un ano hablando por mensajes y casi medio año de no verlo gracias a la escuela decidí que era momento para volver a vernos. Decidí que si iba a darle una oportunidad seria darle verdaderamente una oportunidad.
—pues, una cena en applebee's con mis amigas, no sé si quieras ir
—claro que si, ¿iran puras mujeres?
—sí, seremos unas diez más o menos
—perfecto, claro que voy licenciada
—pues ahí lo veo el dieciocho, ingeniero, lo dejo trabajar porque no debería estar hablando por teléfono
—oye, hablando de eso, ¿ya me vas a dar tu numero?
—ya veremos —le dije, sonriendo.
Colgué la llamada y el corazón se me detuvo al ver que tenía una notificación de un mensaje de Haníbal.
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Soñé que me querías
Teen FictionUna curiosa historia de amor contada a través de los ojos de una joven de dieciséis años, destinada a enamorarse de la persona incorrecta, su profesor. Conoce como Cara lucha contra ese gran sentimiento que crece en ella contra su voluntad, y como c...