CAPÍTULO 21

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Capítulo 21 | si fuera fácil desde hoy te olvidaría...

-amiga, ¿me acompañas a cambiarme? -le pedí a Kendra, tomando mi bolso que tenía el disfraz.

-ay ve tu sola, ni que yo fuera a cambiarte -me dijo, rodándome los ojos- yo voy a terminar de ayudar a Joy con su disfraz

Me quede seria y mordí mi labio.

- ¿al menos nos vamos a tomar una foto? -le pregunte, cruzándome de brazos.

-pues sí, pero al rato -me aclaro, dándose media vuelta.

Me levante de mi lugar y camine en dirección a los baños, una vez en este me puse el disfraz de rapunzel que no consistía en la gran cosa, era un vestido estilo skater lila de mangas tres cuartos, y lo había arreglado con un poquito de encaje blanco y listón rosa pastel para que se pareciese al original. En mis 18 años esta sería la primera vez que celebraría Halloween, por lo que no sabía exactamente que se ponía la gente.

Salí del baño con intención de ayudarme con el espejo y hacerme la trenza de lado con la que salía en la película ya que si bien tenía el cabello largo no lo tenía tan largo como para que se pareciese al de rapunzel. Fuera estaba Irene lavándose las manos, me puse junto a ella y le regale una sonrisa que ella me correspondió.

-te quedo bien padre tu disfraz -me dijo ella, sonriéndome.

-gracias -le dije, y le sonreí abiertamente- ahora solo falta que me haga la famosa trenza -comente volviendo la mirada al espejo.

-si quieres yo te ayudo -se ofreció la pelirroja haciéndome fruncir los labios.

- ¿de verdad?

-claro, yo peinaba a mis amigas en la escuela Cara -me dijo- ¿quieres que te ayude?

-por favor -le dije, soltando una risita- ¿tú no te vas a disfrazar?

-no, yo no me voy a quedar a toda la fiesta que habrá

- ¿y eso porque?

-yo vivo en Tijuana, y nos regresamos temprano

- ¿vives en Tijuana? -le pregunte sorprendida, mientras ella comenzaba a hacerme la trenza francesa.

-si -me afirmo, riendo.

- ¿Cómo le haces? Kendra y yo hemos cometido el error de cruzarnos antes de las clases y casi siempre llegamos tarde

-es que mis papas y yo tenemos el sentri -me explicó.

-ah, que padre, así es más cómodo -le dije.

-la verdad si, ¿y piensas entrar a la universidad de San Diego?

Solté un suspiro, y mordí mi labio.

-pues esa es la idea, pero ya veremos -le dije, encogiéndome de hombros tratando de no moverme mucho.

Lo cierto era que ya no estaba tan segura de querer entrar a esa universidad debido a la cantidad de obstáculos que se me estaban presentando. A mi punto personal, podía decir que claramente había avanzado bastante desde que había entrado al instituto de lenguas, y es que no había manera de no avanzar asistía a mis clases de lunes a jueves y me quedaba alrededor de cuatro horas haciendo trabajo en el laboratorio de apoyo, y el viernes lo usaba para asistir con un tutor que ofrecía el centro de idiomas. Así es, prácticamente había perdido la poca vida social que solía tenia porque no contenta con ello los fines de semana que visitaba a mi familia me encerraba a seguir estudiando mis apuntes y libros, mirar series hasta tarde para acostumbrar al oído. Kendra solía decirme que no tenía que ser tan exagerada ya que tampoco había hecho muchísimas amigas, solamente sostenía una casual amistad con Irene y una un poquito más estrecha con Camila, quien se sentaba junto a mí en la clase para el TOEFL.

Soñé que me queríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora