CAPÍTULO 35

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Capítulo 35| lluvia en el cristal o tormenta cruel

Tenía al menos diez mensajes sin leer de Miguel, y la verdad era que no me apetecía abrirlos para conocer el contenido. Había decidido cruzar desde ayer a Tijuana ya que mañana iría de viaje a Saltillo. Mi madre debía asistir a un viaje de trabajo, y yo iría con ella más que nada a despejarme de la escuela, y a visitar un museo para la clase de historia.

Me asegure que mi abuelita estuviera dormida, la cuidaba como cada sábado lo hacía, y marque el número de Haníbal, sonó tres veces antes que me respondiera.

—si, ¿bueno? —me contesto esa voz que me hacía querer comenzar a levitar.

—hola profe, habla Cara

—ah Cara, ¿Cómo estás? —me pregunto, y una sonrisa se me dibujo.

—bien gracias a Dios profe, ¿y usted? ¿No le interrumpo? —le pregunte, camino a la sala.

—bien también Cara, no para nada estaba viendo breaking bad porque más tarde me ocupare, ¿Qué paso? —me pregunto.

—lo que pasa es que... Miguel me sigue buscando, desde el incidente que le comente, tiene una semana mandándome mensajes, y yo no le he contestado ninguno...

—ok, y tu duda es... ¿si darle oportunidad o no? —me interrumpió, y solté una risita.

—no, para nada, estoy completamente segura que no se la merece... mi duda es si debería responderle, pero para dejarle claro que ya no existe la oportunidad que llego a tener...

—si de hecho sí, pero se tan precisa y clara que ya no tenga algún lado por donde seguir insistiendo —me dijo, y fruncí el ceño, confundida.

— ¿Cómo? No le entendí, ¿me podría iluminar siendo un poquito más claro? Por favor —le pedí, sentándome en un sillón.

—que le digas sin rodeos cómo te sientes que ya no quieres nada que no insista —comenzó a decirme— porque de nada servirá y no quieres seguir siendo grosera e ignorarlo pero que si insiste pues tendrás que ignorarlo—me dijo— por decir algo —agrego, y sentí una sonrisa del otro lado del teléfono.

—si después de eso sigue insistiendo, lo ignoro ya de que por completo, ¿verdad?

—sí, bloquéalo

Fruncí el ceño y mordí mi labio inferior, insegura de que eso fuese lo más viable.

— ¿bloquearlo? ¿Eso no es algo un poquito inmaduro?

—después del tiempo que ha pasado y considerando que te esta hable y hable más que inmaduro seria quitarte una molestia de encima, el inmaduro es el al no entender que no te interesa y seguir molestándote—me dijo— si es que te molesta, claro —agrego, y yo parpadee.

Evidentemente me molestaba.

—si, si me molesta

—pues adelante Cara, bloquéalo no tienes por qué sentirte mal

—le agradezco el consejo

— ¿el estudio en el colegio Juan Bosco? —me pregunto, y yo fruncí el ceño.

—la verdad no recuerdo profe —le dije con sinceridad — no recuerdo exactamente donde estudio, sé que es ingeniero... pero en este instante no recuerdo de que —dije ruborizada.

Me apenaba que pensara que era muy sosa por no recordar la profesión de Miguel, pero me declaraba inocente. Yo no tenía la culpa de lo que me generaba hablar con él, el resto del mundo salía sobrando, solo importaba él.

Soñé que me queríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora