CAPÍTULO 22

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Capítulo 22|si alguna vez nos vemos por allí...

— ¿entonces la maestra Miriam te lleva a la casa?

—si mama, ella dice que ella me lleva ahorita que se desocupe, lo que pasa es que están haciendo fila para firmar el nuevo contrato del próximo ciclo escolar —le expliqué a mi madre al teléfono.

—bueno, pero avísame cuando ya estés en la casa

—si mamá, ahorita aún estoy en la escuela en el lobby de dirección, pero me voy a salir al jardín

— ¿y para que me dices eso?

—pues dices que te avise...

—ay ya Cara, nos vemos en la casa

Me reí y le colgué la llamada mientras me ponía de pie. Salí del lobby y me encaminé al jardín que estaba en la entrada para los alumnos, tomé asiento en la banca estilo vintage que estaba junto a la puerta y crucé una de mis piernas. Sentí que mi celular vibró y lo desbloquee para averiguar que era con ayuda de la barra de las notificaciones. Rodé los ojos al darme cuenta que era un mensaje de Miguel.

"que onda chava"

Golpeé el celular con mis uñas y mordí mi labio, había estado ignorándolo desde que me había enviado la solicitud de amistad en Facebook. A veces, en algunas esporádicas y muy bien contadas ocasiones lograba responderle alguno que otro mensaje, pero usualmente terminaba dejándolo en "visto" o bien, sin responderle.

Suspiré y abrí el mensaje.

"hola"

Volví a bloquear el celular en cuanto envié el mensaje y revisé mi cuenta de isntagram. Estaba segura que no había pasad ni siquiera medio minuto cuando la burbuja de su chat ya había aparecido.

"que onda usted, la vi hace rato caminando por las feas, perdón bellas calles de Tijuana :D"

Volví a rodar los ojos y quité la burbuja de mi pantalla, más tarde le contestaba, no tenía ganas de hablar con él.

El sonido de la puerta de dirección me distrajo y giré mi mirada hacía donde provenía el sonido. Haníbal salió por el pasillo que conectaba a dirección con la entrada para estudiantes con una manzana en su mano, por un segundo sentí la contracción en mi estómago y como una manada de mariposas extasiadas salían del nido donde habían estado escondidas. No me había visto, venía con su cabeza en dirección al piso y jugueteando con sus pies. Mis manos me comenzaron a sudar y de un segundo a otro comencé a entrar en pánico, ¿lo saludaba? ¿Me hacia la que no lo había visto? ¿Me le quedaba mirando cómo tonta? ¿Me cambiaba de lugar a uno donde no pudiese verme? ¿Qué debería hacer?

Solté el aire, que sin darme cuenta había estado conteniendo, de manera suave y calmada para que no se fuese a dar cuenta de mi presencia. Jesús, se veía más guapo que de costumbre, aparté mi mirada antes de que se hiciera lo suficientemente pesada como para hacerlo voltear y dirigí mi mirada a mi celular. Tenía otro mensaje de Miguel y lo abrí sin pensarlo, tratando de parecer natural.

"la vi con una señora, por una tiendita, yo iba manejando tranquilamente y de repente vi una güera con ojos borrados y dije a esa muchacha yo la conozco"

Era uno de los mensajes más estúpidos que jamás me había mandado un hombre sin embargo lo respondí.

"ah, jaja tal vez si era yo"

Inmediatamente se marcó que se había leído mi mensaje, y en menos de dos segundos ya tenía una respuesta.

"usted es muy seria, ¿verdad?"

Soñé que me queríasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora