Hey, viejo amigo

Seis

Hey, viejo amigo.

Han pasado tan solo unos minutos desde que te escribí la última carta, pero no he podido dormir en toda la noche y creo que debería decirte el por qué.

Me he acostado con Natalia.

No pienso hacer un espectáculo del tema ni mucho menos, sé que si lo hiciera probablemente me tirarías un ladrillo pero... es que no sabía que más hacer.

Necesitaba tan desesperadamente una respuesta a esto que siento que tenía que hacer algo, y cuando Natalia me pidió que viniera a su casa las cosas tan solo terminaron así.

No me arrepiento del todo, porque ahora sé que ella en verdad me gusta pero no puedo dejar de pensar que lo he hecho con ella por el motivo incorrecto.

Porque aún no estoy seguro de ello, ¿lo hice porque la amo o porque necesitaba entender lo que sentía por ti?

Tal vez nunca lo sepa, pero si que comprendí que siento por ti, salvo que no fue por causa de Andrea.

Todo fue gracias a ti, o mejor dicho, fue gracias a aquella foto que me diste hace tanto en la que ambos sonreímos a la cámara pensando que nuestra amistad sería eterna.

Esa foto solo me recordó lo mucho que significas para mi.

Y me ha hecho comprender que no puedo dejarte ir sin más.

Porque si no me esforzara por volver a como todo era antes, ¿no merecería tenerte como amigo no?

Tu viejo amigo.