Como una muñeca TRILOGÍA VENGANZA I [Terminada]

15

Teníamos bastante sueño, yo sobre todo, desde que salía por las mañanas a correr sobre las seis de la mañana, hoy me desperté a las cuatro y media de la tarde, estaba muerta del cansancio y la verdad, me sentó muy bien el dormir hasta tan tarde, recuperé fuerzas y podría enfrentarme hoy ante Siul.
Clady no estaba en mi habitación, supuse que se levantó antes que yo, así que me dirigí al salón y, si, allí estaba, viendo la televisión mientras que se comía una bolsa de patatas.
Sin apartar la vista de la televisión comenzó a hablarme.

-Vaya, ¿ya se despertó la bella durmiente?- me dijo dejando la bolsa de patatas sobre la mesa.

Yo me froté los ojos y me fui a la cocina a beberme un vaso de agua.

-¿Sabes que falta media hora para tu quedada con Siul?- apagó la televisión tras decirme aquello.
-Si, lo sé- contesté dejando el vaso en el lavavajillas.

Ya no me dijo nada más, se levantó y llevó la bolsa de patatas a la cocina.

-¿A qué esperas?- me dijo una vez que guardó la bolsa.
-No me pongas más nerviosa de lo que estoy- le dije mientras que me colocaba un mechón de pelo detrás de la oreja.

Esta se rió y me dio un beso en la mejilla.

-Venga tonta- me animó- sólo vas a hablar con él, tranquilízate.

Y tras esto me fui a mi cuarto a vestirme.
Me puse una falda corta de color negro, una camiseta blanca de tirantes lisa y unas deportivas blancas, coloqué en mi bolso negro todo lo necesario y me pinté los labios rojos antes de salir por la puerta.

Clady me vio y no tardó en comentar.
-Estás increíble.
Y yo me despedí de ella dejándole la marca del pintalabios en la mejilla y cerré la puerta.

Ya salí del portal y de lejos ya pude visualizar a Siul sentado en una escalera de la entrada del parque, miré la hora pensando que había llegado tarde y aún faltaba cinco minutos.
"Qué raro" pensé mientras me encaminaba hacia él.

Aún estaba nerviosa, no sabía qué decirle, cómo comenzar a hablarle, nada, cada vez que me acercaba más a él más rápido me latía el corazón, no estaba segura de lo que iba a hacer, pero aún así seguí hacia delante.
No estaba aún tan cerca de él cuando este alzó la vista y se levantó del escalón dirigiéndome la mirada, pude notar en su rostro una cierta mueca de duda tras verme, pero cuando me acerqué más a él se le iba cambiando la cara hasta quedarse con la boca abierta.

Ya estaba frente a él, cara a cara, ¿ahora qué?

-Hola- le saludé.
Este me miró de arriba abajo.
-¿Steny?- me preguntó.

¿Tan cambiada estoy para que no me reconozcan? ¿en serio?

-¿Si?- le respondí.
-Wow- dijo en un suspiro -Estás... estás diferente...- me dijo finalmente.
-Ya, eso me dicen- le contesté.

Y se hizo mi amigo el silencio.

-Tenemos que hablar- le dije finalmente.
Este asintió con la cabeza y se bajó del escalón, comenzó a andar y sacó de su bolsillo el mini mando de su coche, el cual estaba aparcado al lado del parque. Yo le seguí y me senté dentro del coche.

Me llevaba de nuevo a aquella colina de nuestra ¿primera cita? no se si fue eso una cita, pero, bueno, me llevó ahí, pero esta vez al llegar, nos quedamos dentro del coche.

De nuevo el silencio.

-Steny...- me dijo finalmente.
Yo mantenía la vista baja, pero pude ver de reojo como sus ojos verdes me miraban tristes y preocupados.
-Quiero saber que hice mal... de verdad... me siento culpable... si fue por aquello... lo siento... yo...- le corté la frase.
-No es tu culpa, tranquilo- le miré con una sonrisa mientras que posé mi mano sobre la suya -soy yo la culpable por dejarte de hablar sin explicarte el por qué - me disculpé - todo ha sido porque pensé que me estabas utilizando y no quiero que me utilicen más...

Este me miró sonriendo y me acarició la mejilla.

-Sé que tienes miedo por ello, pero yo no te utilizaría, es más, yo te ayudaría a que no te dejaras utilizar - me contestó finalmente.

Se me escapó una lágrima mientras que le sonreía. Puta lágrima.

Este me la secó con su pulgar y me miró a los ojos.
-Tranquila- y me besó, si, me besó.

Sonreí tras el beso y me abrazó.
Me sentí segura, esos brazos tonificados hacían que estuviera tranquila y protegida.

-¿Nos vamos?- me dijo con una sonrisa amplia y radiante.

Asentí con la cabeza y arrancó el coche.
Por el camino me vibró el móvil, era Clady.

Clady: ¿Y bien?
Yo: Ya se lo he contado todo y me ha entendido.
Clady: Te lo dije 😒
Yo: 😘😘😘
Clady: Bueno, tonta, cuando vuelvas me cuentas ¿vale?
Yo: 👌