Viernes
Narra Steny:
-Steny- sonó una voz en mi cabeza.
-¡Steny!- la voz insistía y mis párpados pesaban.
-Aún está dormida- pude oír otra voz diferente en mi cabeza.
-Soy una idiota- oí la voz de una chica, que parecía ser que estaba llorando.Tenía dolor de cabeza y mi cuerpo pesaba demasiado, no podía moverme.
Intenté abrir los ojos para saber donde me encontraba y pensar que lo que me había sucedido era sólo una pesadilla, un mal sueño, nada real.Hice el esfuerzo, fruncí el ceño y logré levantar un párpado.
Nada fue una pesadilla todo era real, estaba en el sótano tumbada en el frío suelo de mármol de la habitación.
-¡Está viva!- exclamó alguien en voz baja.
Me incorporé en el sitio y levanté el otro ojo, divisé a Melune y Siul despiertos y a Clady a mi lado, Mélica seguía durmiendo.
-¿Estás bien?- me preguntó Clady mientras se acercaba a mí cómo podía- llevas casi dos días durmiendo.
Tenía el celo en la boca, así que sólo me limité a asentir.
-¿Está bien?- habló Siul que estaba de espaldas a mi.
-Si- contestó Melune quien me contemplaba con una mezcla de alegría y tristeza.Miré a mi alrededor buscando a Isedo, pensando que también fue capturado, pero entonces recordé que me había traicionado.
-¡Éneon!- lo llamó Siul en voz baja- ¡deja de hacer el gusano, no vas a encontrar nada!- le chilló en voz baja.
Me di cuenta de que Éneon se arrastraba por el suelo como un gusano intentando buscar algo por los rincones oscuros del sótano, pero nada.
Se abrió la puerta y entró Milda.
-¡Buenos días queridos amigos!- dijo con un tono de amabilidad.
Todos la miramos con desprecio.
-¿Estáis listos para la película?- preguntó mirándonos con una gran sonrisa.
Nadie respondió.
-¡Loca!- gritó Melune quien forzaba las ataduras para salir de ahí.
Lo miró sorprendida.
-¿Cómo me has llamado?- le preguntó yendo hacia él.
Melune la miró con odio y le escupió en la cara, esta le pegó un guantazo.
-¡Eres un DESAGRADECIDO!- le chilló mientras se limpiaba la cara.
Se dio la vuelta y vio a Éneon yendo hacia mi.
-¡Oh!- exclamó- mi príncipe tatuado se despertó- sonrió.
Éneon hizo una mueca de no entenderla y después Dail lo levantó del suelo.
-Muy bien querido- le acarició el rostro para después quitarle de un tirón el celo que tapaba su boca- tú vas a ser mi acompañante.
Dail lo llevó hacia una silla y lo sentó ahí a la fuerza, claramente él se oponía, pero entonces sacó de nuevo esa dichosa jeringa.
- Una segunda inyección y morirás- le advirtió.
Entonces optó por quedarse sentado en la silla junto a otra donde estaba Milda.
-Muy bien- me miró- la protagonista aún no está lista.
Dail se dirigió hacia mi y y me levantó del suelo bruscamente, me llevó hacia una especie de pequeña plataforma y me quitó las ataduras para después desnudarme.
Me dejó en ropa interior, no pude defenderme, cada vez que me movía me pegaba un guantazo por no obedecer y me dolía la cara.
Me ató las muñecas en una cuerda que estaba atada en un tubo de hierro del techo y me dejó de pie aturdida.
Miré con una lágrima a los ojos a Siul quien me contemplaba llorando y rabioso, se le notaba que se calmaba para no llegar a morir.
-Excelente- le felicitó a Dail quien llegó de nuevo al lado de Milda.
-Está bien, ¡ya puedes entrar!- gritó y después por la puerta apareció Isedo.Todos lo miraron con gran decepción e incluso pude oír que lo maldecían a regañadientes forzando demasiado fuerte el mentón y deseando más que nunca salir del agarre de las ataduras y pegarle una paliza.
-Bien querido- sonrió Milda.
Cada vez que la veía con esa maldita sonrisa de falsa me daban ganas de ir y darle su merecido, pero no estaba en condiciones.
-Ahí tienes a tu querida Steny- me señaló.
Sonrió de nuevo.
-Puedes comenzar- y le cogió de la mano a Éneon quien se contenía en el asiento.
Miré a Isedo abatida, estaba destrozada tanto por dentro como por fuera y me había quedado sin lágrimas para expresar mi frustración y mi tristeza de pensar que iba a morir en un sótano de una psicópata.
Dirigió su mano a mi cuello y se me erizó la piel.
Narra Siul:
No, no, no, no, no por favor.
Vi como delante de mis ojos Isedo, al quien consideraba un amigo, se estaba aprovechando de ella.
Miré cómo sus manos recorrían su cuerpo y acariciaba cada curva lentamente, para después llenarla de besos.
Después vi que se disponía a quitarle el sujetador, ya no podía más, no podía permitirme ver más a Steny con esa cara que me hacía que mi corazón se encogiera y me doliera el pecho.
-Para- le dije.
Isedo se volvió del sitio para verme.
-Para- volví a repetir sin importarme lo que sucediera después.
-¿Cómo osas a interrumpir el espectáculo?- se quejó Milda.
-No quiero que ella sea la víctima de tu diversión- me digné a hablar- si vas a hacer algo- suspiré con rabia- házmelo a mi- y la miré con odio.Dail se movió del sitio dispuesto a inyectarme el contenido de la jeringa, pero alguien más habló.
-Si le vas a pinchar a él- habló Melune- házmelo también a mi- noté como las cuerdas que habían entre nosotros se tensaron.
-Mátame a mi también- habló Clady.Milda nos miró a todos perplejos.
-Si mueren ellos, voy con ellos- habló Éneon.
Milda suspiró frustantemente y le hizo un gesto a Dail para que se marchara.
-Si morís todos- habló Milda- ¿cómo me voy a divertir?- se rió.
Isedo aún permanecía en frente de Steny quien estaba atada aún en la cuerda y sin fuerzas. Miraba hacia el suelo y por un momento reaccionó desatando a Steny y dejándola en el suelo.
-¿Qué haces?- le preguntó Milda a Isedo desconcertada.
-Está sin fuerzas, no hará nada- le respondió mientras la dejaba en el suelo.Milda arqueó una ceja y después asintió como muestra de su aprobación.
Se fueron de allí dejándonos solos.
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Como una muñeca TRILOGÍA VENGANZA I [Terminada]
Misterio / SuspensoTRILOGÍA VENGANZA PRIMERA PARTE Había una cosa que odiaba de mí y es que, me dejaba utilizar como una muñeca... ¡Si, soy idiota, lo sé!, pero, pensaba que obedeciendo lo que me decían, encajaría en el grupo de "amigos" que consideraba que tenía. El...