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Narra Siul:

Hoy no pude hablarle en todo el día a Steny, estaba en un club de prostitutas, pero eso no quiere decir que haya ido a mantener relaciones sexuales con alguna, sólo que ahora soy el dueño.

Mi padre era el dueño de este local y conoció a mi madre por esto, cuando murió resultó que escondió una carta escribiendo lo que le dejaría de herencia a cada uno de sus familiares y la descubrieron hoy mismo, a mi me tocó esto y la verdad, no sé, lo acepté.

No sé ahora cómo explicarle esto a Steny, su problema con el dejarse utilizar va a hacer que se piense cosas que no son reales en mi y me deje de hablar de nuevo.

Todas las chicas, jóvenes, maduritas que habían en el interior se paseaban con poca ropa por los hombres allí presentes y otras hacían strepteases sin nada, volaba dinero por la zona, este negocio iba demasiado bien, pero a mi no me gustaba la idea de llevar esto.

-Querido, ¿en serio que no quieres nada?- preguntó una chica vete tu a saber como se llamaba.
-No- dije secamente- sigue con tu trabajo.

Tenía el móvil en la mano dispuesto a llamar a Steny, iba a salir del local, pero alguna que otra prostituta me paraba insinuándose o tocando donde no debía.

-¡Largaos!- grité para que me oyeran, los gritos de estos hombres desesperados y la música hacía que mi voz sonara demasiado poco, incluso gritando, pero me entendieron y se largaron.

La llamé.

Yo: ¿Steny?
Steny: Vaya Siul, ¿qué hay de ti?

La voz era masculina y la reconocía.

Yo: ¿Quién eres?

*sonidos raros*

Steny: Siul, soy yo, dime ¿qué querías?

Ahora si era ella ¿estaba con otro hombre?

Yo: Sólo quería pedirte perdón por no dar señales de vida durante todo el día, me pasó una cosa no muy agradable.
Steny: ¿El qué?
Yo: Mañana, si quieres y puedes podríamos hablar...
Steny: Está bien, luego hablamos.
Yo: Te quiero.

Las malditas del pub volvieron a salir del establecimiento y se pudieron escuchar perfectamente el sonidito de sus risas burlonas.

Steny: ¿Con quién...

Le corté la frase.

Yo: Mañana te lo contaré todo, espero que tu también hagas lo mismo.

Corté.

-¡MALDITAS ZORRAS, ENTRAD AHORA MISMO!- me sacaban de mis casillas.
-¿Siul?- pude oír mi nombre pronunciado por una voz familiar.

Oh mierda, era Clady.

-Ho-hola Clady- tartamudeé con nerviosismo.

¿Ahora qué?

-¿Has venido a un puticlub?- me preguntó algo furiosa.
-No, no es lo que piensas...- le dije, pero fue tarde, su mano había topado con mi mejilla tan fuerte que el "plaf" se pudo oír a kilómetros.
-¿¡Cómo te atreves hacerle esto a Steny!? Y yo que pensaba que eras un chico decente... ¿ahora qué?- me dijo aún enfurecida.
-La llamé hace un rato- me expliqué- le dije que le contaría todo esto mañana- le dije mientras me masajeaba la mejilla, joder, como picaba... y dolía.

Finalmente le conté a Clady por qué estaba en frente de un puticlub.

-¿Seguro que le dirás a Steny todo esto?- me dijo levantándose del suelo.

Nos habíamos sentado en el bordillo de la acera.

-Si- le aseguré.

Se hizo el silencio y me dio por mirarla de arriba abajo, su atuendo era demasiado ajustado a su piel, llevaba puesto un vestido rojo y unos tacones del mismo color al igual que sus labios.

-Por cierto...- comenté.

Ella me miró.

-¿Qué haces tú por aquí?- le pregunté.

Noté una sonrisa nerviosa en ella y que su mirada se desviaba de la mía cada vez que me miraba.

Narra Clady:

Mierda, ¿ahora qué?

-Pues...- pensé en voz alta.

Quería decírselo antes a Steny, pero sabiendo que iba a ser él el jefe de mi nuevo trabajo, no quería fastidiarla.
Si, lo afirmo, voy a meterme a prostituta.

-No tengo trabajo e iba en busca de uno...- comencé a decirle.
-¡Ah!- exclamó inocentemente- Buena suerte- me dijo.

Iba a meterse en el local y lo paré.

-Lo cierto es...- exclamé en voz alta para que me oyera.

Se giró y me miró algo confuso.

-¿Si?- me dijo.
-Que...que...pues...- me puse nerviosa.

Siul alzó sus cejas.

-Quisiera saber si podría trabajar aquí- le señalé con los ojos el local que había justo detrás de él.

Vi como a Siul se le cambió la cara tras decirle que quería trabajar en su puticlub.

-Pues...- contestó finalmente- entra, hablaremos en mi despacho.

Como una muñeca TRILOGÍA VENGANZA I [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora