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Narra Dail:

Conozco a Isedo como si fuera mi hermano y por la cara que puso para decir que iba al baño, sabía que era mentira.

-Te ha mentido- le dije a Milda cuando salió por la puerta.
-¿Cómo?- me preguntó mirándome algo aturdida.
-Isedo te ha mentido- volví a decirle.
-No se habrá atrevido a traicionarnos ¿verdad?- me dijo arqueando una ceja.

Asentí con la cabeza.

-Ve a por él- me ordenó.

Sin pesarlo fui en su busca y me lo encontré en la puerta del salón a punto de entrar.

Narra Steny:

-Alguien baja- dijo Melune mirando hacia la puerta.
-¿Qué hacemos?- preguntó Clady.
-Volvamos a nuestros puestos, aparentemos que aún estamos dormidos- le respondí mientras me dirigía a mi sitio.

Y eso hicieron.

Se abrió la puerta y entreabrí los ojos, era Isedo.

-Chicos- nos llamó.

Parece ser que Éneon no se contenió en su sitio y se levantó dispuesto para pegarle una paliza.

-¡Éneon!- grité en voz baja.

Ya le había agarrado por el cuello y lo había estampado contra la pared dispuesto a dejarle la marca de su puño en la cara.

Me levanté y lo tranquilicé.

-Éneon, déjalo- le sujeté del brazo y lo bajé poco a poco hasta dejar a Isedo libre.

Isedo se llevó la mano al cuello.

-Sé que estáis enfadados- dijo mientras que se ponía la camiseta bien.

No le contestamos, directamente ni le mirábamos a la cara.

-He llamado a la policía indicándoles vuestra posición, seréis rescatados- dijo dirigiéndose hacia la puerta.

Le miré impresionada.

-Por qué nos ayudas- le dijo Melune levantándose de la silla.
-Sé que e hecho mal y también sé que lo que yo quería sacar de esto, no va a suceder- se dio la vuelta dándonos la espalda.

Se hizo el silencio.

-Nos vemos luego- desapareció.
-Hijo de puta- dijo Éneon a regañadientes.
-No me lo creo- dijo Siul aún en la silla apoyando su codo en su rodilla y su mano en su cabeza.
-Sólo queda esperar- dije yo frotándome los brazos, tenía frío.

Éneon se quitó la camiseta y me la dio.

-Ten- me la entregó- no queremos verte pasar frío- me sonrió algo triste.

Asentí y me la puse, estaba cálida y eso me reconfortaba.

Narra Isedo:

Subí corriendo las escaleras y me dirigí corriendo hacia la puerta del salón, me encontré a Dail frente a mi.

-¿Ocurre algo?- le pregunté pasando al salón.
-Nada- respondió Milda.

Dail la miró sin comprenderla y después volvió al interior del salón sin decir nada.

-Voy a bajar- dijo Milda levantándose.

Dail me agarró de las manos y Milda se acercó a mi con la jeringa.

-Lo siento- sonrió- no puedo permitirme el lujo de perder- y me inyectó el contenido.

Narra Steny:

-Vuelven a bajar- dijo Siul.
-¿Ahora qué hacemos?- pregunta Melune.
-No va a servir de nada aparentar que estamos atados, Milda no es tonta- dijo Éneon.

Abrieron la puerta y apareció Milda y Dail.

-¡Qué sorpresa!- exclamó Milda sacándose una pistola del bolsillo.

La miramos aterrorizados.

-¿Cómo habéis logrado escapar?- nos preguntó recargando la pistola.

Nadie respondió.

-¡Oh!- sonrió- parece ser que se os ha comido la lengua el gato- apuntó hacia mi- ¡SI NO CONTESTÁIS LA MATARÉ!- gritó.
-Las cuerdas estaban bastante flojas- mintió Melune.
-¡Imposible!- exclamó Dail.
-Muy mal Dail- le regañó Milda irónicamente.

Este sonrió.

-¿Os creéis que soy tonta?- ahora apuntó hacia Melune.
-No es nuestra culpa que tu siervo sea tan malo atando a sus rehenes- dijo Éneon desafiándola con la mirada.
-Tú no tienes derecho a hablar- apuntó hacia él.
-¿No?- la desafió- si me disparas, te quedarás sin mi- se acercó hacia ella, Dail sacó su pistola y apuntó hacia él.
-Ya me tiene a mi - y le disparó.
-¡Éneon!- grité aterrorizada.

Milda me miró con odio.

-Vaya, vaya- noté una gran ira en su mirada.

Me quedé quieta en el sitio sin decir nada.

-Tú deberías de haber muerto desde un principio- dijo con rabia y lágrimas en sus ojos.

Clady apareció detrás suya y la tumbó en el suelo.

-¡Huye!- me gritó mientras la forzaba y le quitaba la pistola.

Salí corriendo hacia la puerta y Dail me apuntó, pero Siul apareció y lo tumbó en el suelo mientras lo apaleaba a puñetazos.

Salí corriendo de allí subiendo las escaleras como podía, oía demasiados disparos y yo sólo lloraba.

-¡STENY!- oí la voz de Melune quien luchaba contra Dail junto a Siul.

Noté que alguien me agarró de la pierna y un dolor intenso recorrió todo mi cuerpo haciendo que soltara un grito.

Milda se arrastraba por las escaleras, le habían disparado en el costado y andaba como podía, me había hincado una navaja en la pierna izquierda al caer al suelo.

La empujé con el otro pie para que cayera por las escaleras, pero ella se aferró a mi pierna más fuerte e hincaba con más intensidad la navaja.

Me agaché furiosa y me quité la navaja de la pierna aguantando el terrible dolor.

-Este es tu final- le dije mirándola con rabia- aquí acabó la película de miedo- y le inqué la navaja en la herida de la bala haciendo que esta gritara horrorizada.

-¡POLICÍA ABRAN LA PUERTA!- se oyó de fondo, tras eso se pudo oír que la puerta había caído abajo y unos pasos firmes de varios hombres.
-¡AYUDA!- grité con las pocas fuerzas que me quedaban.

Mis ojos se iban cerrando y lo veía todo borroso, vi que la puerta se abrió y una mancha negra bajaba armado por las escaleras.

Me desplome en las escaleras sin fuerzas.

Un pitido ensordecedor abarcó mis oídos.

Como una muñeca TRILOGÍA VENGANZA I [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora