Como una muñeca TRILOGÍA VENGANZA I [Terminada]

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Narra Clady:

Pasamos por toda la muchedumbre, muchos hombres se fijaban en mi y parecían desnudarme con la mirada, pues a alguno que otro le pude ver como se le caía la baba.
El ambiente no estaba lleno de viejos babosos como me imaginaba, la mayoría eran jóvenes.

Seguí a Siul hasta el fondo del local, unos guardaespaldas estaban vestidos de negro, con una gafas de sol y un pinganillo en la oreja izquierda delante de una puerta.
Sólo con la presencia de Siul, estos hombres se apartaron y nos dejaron pasar, yo sólo me limité a seguirlo callada, aún no me creía que Siul, novio de mi mejor amiga, iba a verme desnuda y manteniendo relaciones sexuales con otros hombres, se me cortaba el cuerpo sólo al pensarlo, pero esto lo decidí yo misma, debía afrontarlo si así lo quería.

Pasamos por un pasillo donde se podía oír gemidos tanto de hombres como de mujeres, los cristales de las habitaciones eran oscuros, por lo que no se podía ver el interior, privacidad, supongo...

Al final del pasillo había otro pasillo a la derecha con una sola habitación al fondo, este se sacó una llave del bolsillo mientras que nos encaminábamos hacia allí.

Llegamos, abrió la puerta, y me encontré en un despacho.

-Siéntate como en casa- me dijo mientras que se sentaba en su cómodo sillón y ponía los pies sobre la mesa.

Cerré la puerta y me senté en una silla que había como pude.

-¿Tienes habilidades para este lugar?- me preguntó sin miramiento ninguno.
-Su...supongo que si- le contesté algo nerviosa.
-¿Estás segura?- me preguntó alzando una ceja.

Asentí con la cabeza.

Este suspiró.

-He de decirte que no eres la única chica que he "entrevistado"- dijo esto último formando comillas con sus dedos- leí en las reglas que para que una persona decidida a exponer su cuerpo a personas ajenas, debe pasar por una prueba...

Se hizo el silencio.
En lo único que pensé fue en salir corriendo de allí, pero lo elegí yo, así que me preparé para lo peor.

Asentí para que siguiera.

-La prueba era chupar el miembro viril del jefe de este club- se señaló mientras se reía- pero yo soy fiel a mi amor por Steny y no dejé que ninguna lo hiciera- bajó la mirada hacia sus manos las cuales estaban entrelazadas.

Tragué saliva y respiré hondo.
Tranquila Clady, esto te lo has buscado tu, además no tienes de qué preocuparte, no es la primera vez que lo haces... seré puta... ¡calla, para de pensar en eso!

Vi que cogió un teléfono que había sobre la mesa y marcó el número 3, sólo un toque y colgó, a los tres segundos ya habían llamado a la puerta.

Volví a respirar hondo.
Prepárate Clady.

La puerta se abrió y vi que entró un hombre de piel oscura y con una sonrisa de medio lado, me miró fijamente y relamió sus labios.

Siul se levantó del sillón y salió de allí.

-Toda tuya- fue lo último que dijo y se fue.

El chico se acercó a mi y yo sólo me levanté de la silla con torpeza.

-¿Nerviosa?- me preguntó bajándose los pantalones.

No dije nada, sólo me estaba concienciando de lo que iba a hacer.

Una vez que sacó su miembro al descubierto me agache y lo masajeé.

Ayá vamos...

Narradora:

Dos horas dentro de aquel despacho, sólo se oían gemidos de placer y algún que otro chillido cuando el tipo le pegaba algún que otro manotazo a su glúteo.
Acabaron encima del escritorio manteniendo una relación sexual salvajemente, el chico lo disfrutaba y Clady, no lo tenía tan seguro, pero lo eligió ella.

Una vez realizada una postura, vino otra.
Sus codos estaban encima del escritorio y su cintura estaba elevada para que el miembro entrara con facilidad.

Empezó fuerte e hizo que Clady gritara, de vez en cuando se le escapaba alguna que otra lágrima, pero se las secaba rápidamente, no supo cómo de una simple mamada, acabaron haciendo esto, Siul sólo dijo que era lo primero.

-Creo que...que deberíamos parar- le dijo finalmente al chico.
-¿Por qué?- le preguntó y se paró- ¿A caso no te gusta?

Giró su cara y vio que le miraba con demasiado deseo.

-Siul me avisó que sólo era una...
-¿Mamada?- terminó su frase.

Asintió con la cabeza mientras que se incorporaba.

-Tienes razón- le dijo sin quitarle ojo de encima.

Le sonrió de agradecimiento y se dispuso a recoger sus cosas.

-Chica eres irresistible- le dijo mientras que se colocaba su ropa.

No sabía si tomarlo como un alago, sólo le dedicó sonrisas falsas a sus comentarios.

-Bueno, le diré que te deje en buen lugar- le dijo el chico mientras se dirigía a la puerta- nos vemos- se fue.

Clady, se quedó en el sitio, ¿ahora qué?