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Sábado

Narra Clady:

-Lo siento- exclamé sin darle importancia a lo que me llegaran a decir- siento haberos metido en esto- la lágrimas se derramaban por mis mejillas- todo ha sido culpa mía- me sorbí los mocos- lo siento mucho- dije en un hilo de voz que apenas se pudo escuchar.

Nadie habló.

-Siul- le llamé una vez un poco calmada- Milda me obligó a que te besara, para que Steny rompiera contigo e Isedo tuviera vía libre, si no lo hacía, me iba a disparar- rompí a llorar de nuevo.
-Ahora entiendo tu nerviosismo aquella noche- respondió tranquilamente con amargura.
-Melune, Éneon- los llamé- perdonadme vosotros también- me sequé las lágrimas con las rodillas, pues mi manos estaban atadas por la espalda- siento haberos metido en esto- los miré con lágrimas en los ojos- Dail me chantajeó diciéndome que si no le obedecía, subiría vídeos míos en el puticlub haciendo mi trabajo y no quería ser juzgada por todo el pueblo, tenía miedo- les expliqué.

Éneon se levantó de la silla y se dirigió a mi dando pequeños saltitos.

-No sé si perdonarte- me dijo una vez en frente mía- todo esto le ha costado la vida a Steny, tu mejor amiga- me miró con ira- ella no tenía la culpa de nada y a acabado en esto- vi como una lágrima caía por su mejilla- ella se lo ha llevado todo sólo por tu miedo- miró a Steny.
-Sé que tengo la culpa- lo afirmé- sé que soy una mala persona después de haberos hecho esto y que no me lo vais a perdonar- miré hacia el suelo- la quien debería de morir debería ser yo- hundí mi cabeza entre mis piernas.
-Clady- oí la voz débil y dulce de Steny.

Miré bruscamente hacia donde se encontraba ella y la vi levantarse con las pocas fuerzas que tenía del suelo.

Rompí a llorar de nuevo, merecía morir por haber sido tan cobarde para proteger mi vida y hacerles daño a mis amigos.

Noté una mano apoyarse en mi cabeza.

Miré entre lágrimas de quien se trataba y me encontré a Steny de rodillas frente a mi.

Me sonrió, a pesar de las circunstancias me sonrió, la odiaba por hacerme sentir la peor amiga del mundo y la envidiaba por su fuerza a pesar de como estuviera.

Me abrazó.

-Te perdono- me susurró al oído y eso hizo que llorara aún más.

Narra Steny:

Oí todo lo que confesó Clady y por sus constantes lágrimas y gemidos de dolor, sabía perfectamente que lo sentía de corazón.

-Tranquila- le besé la frente.

Me levanté del suelo como pude y observé a los tres chicos mirándome algo impresionados.
A pesar de la paliza y de dejarme en evidencia y casi desnuda en el suelo pasando frío, aún tenía esperanza y valor.

Me acerqué a las sillas donde Siul y Melune estaban atados, les quité las cuerdas que les sujetaban y los dejé libres.

-¿Cómo has...?- no dejé que Melune terminara su pregunta.
-Isedo me dejó en el suelo un trozo de cristal roto- le dije mientras le quitaba las cuerdas a Éneon.
-Parece ser que no es tan mala persona- dijo Siul.
-No es seguro- contestó Éneon masajeándose las muñecas.
-Cada cosa pasa por alguna razón ¿no?- miré a Éneon de reojo mientras le quitaba las cuerdas a Clady.

Noté como se dibujó en su rostro una sonrisa de medio lado.

Una vez que todos estuvimos libres de ataduras me dispuse a hablar.

-Milda obligó a Clady besar a Siul para que dejara de estar con él- fruncí el ceño- supongo que sabréis que Milda ama a Éneon y también está encerrado aquí- comencé a andar- Dail obligó a Clady hacer que Melune y Siul también cayeran encerrados aquí por su chantaje de los vídeos- me paré por un instante.
-¿Por qué Dail obedece a Milda?- preguntó Melune.

Lo miré.

-Esa es la cuestión- me crucé de brazos.
-Esa no es la cuestión- dijo Éneon apoyándose en la pared- la cuestión es, si estamos cuatro personas atrapadas en este sótano, cinco contando a Mélica ¿por qué Milda va a por ti?- me miró.
-Por celos- respondió Clady.

Los tres la miramos impresionados.

-Milda ama a Éneon- le miró- y él no la quiere, le molesta que se lleve mejor con Steny que con ella y por eso la paga con ella- me miró impactada- porque quiere que la veas sufrir, así, pensaba que le suplicarías que la dejara en paz y ella te obligaría a estar con ella- dijo con bastante asombro mientras miraba a Éneon.

Éneon abrió los ojos como platos.

-También quería ver sufrir a Melune y Siul al verme de tal manera- concluí.
-Entonces... ¿Mélica?- dijo Melune.

Clady se acercó a ella y le tomó el pulso.

-Aún vive- dijo- parece estar sometida al efecto de una droga- concluyó.
-Puede ser mortal- añadí.

Me miraron asustados y con cierta duda por mis palabras.

-En la fiesta besó a Éneon- suspiré- y eso es un paso bastante grave en los celos de Milda- miré a Clady asustada- está muriéndose- finalicé.

Pude escuchar el asombro de los aquí presentes.
Estaba segura de que Milda no iba a pasar por alto el beso de su hermana con su ser amado y la solución hacia aquello, para que no se volviera a repetir, era matándola.

Narra Isedo:

Estos días son interminables y bastantes frustrantes, no puedo salir de casa de Milda, mi conciencia no está tranquila, cada día que pasa me siento más culpable por mis actos, no pensé que todo esto llegara a ser por los celos de Milda y también por mis ansias de tener a Steny por la fuerza, pero a medida que pasaban los días, ese pensamiento se iba transformando en ceniza y me hizo cambiar de opinión.

-Tengo que conseguir que esté conmigo- dijo Milda andando nerviosamente por el salón.
-Hay más chicos- dijo Dail.
-¡No!- le gritó- él va a ser mío sea como sea, aunque tenga que matarlos a todos- concluyó.
-Milda, esto se te está yendo de las manos- le dije mientras me levantaba del sofá.
-Tengo que acabar con Steny- concluyó con una sonrisa nerviosa- ella es la culpable, ella es la piedra que se interpone por mi camino- dio una palmada.

Dail se llevó la mano a la cabeza.

Tenía que salvarlos, tenía que sacarlos de allí.

Me dirigí a la puerta del salón.

-¿A dónde vas?- me preguntó Milda.
-Al baño- mentí.

Esta asintió con la cabeza y desaparecí de allí, abrí la puerta del sótano y bajé rápidamente las escaleras mientras hacía una llamada.

-¿Si?- contestó un hombre.
-¿Policía?- hice que se me notara desesperado.
-¿Qué ocurre chico?- me preguntó.
-Han secuestrado a mis amigos en el sótano de una casa- dije haciéndome el asustado.
-¿Dónde estás chico?- me preguntó el hombre que comenzó a dar ordenes.
-En la calle Liuno número 17- y colgué.

Como una muñeca TRILOGÍA VENGANZA I [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora