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Narra Siul:

Ya había terminado el trabajo de hoy, no sabía que ser el jefe de este pub iba a ser tan agotador.
Aunque no lo creáis, hay que manejar a las chicas, algunas llegan a viciarse tanto por el sexo, que abarcan con todos los hombres que pueden y otras siguen empeñadas en mantener algo conmigo, pero las echaba a patadas hacia el escenario, ni loco iba a mantener algo con ellas teniendo a Steny.
También los hombres tenían lo suyo, a muchos le tuvimos que echar por mantener relaciones con alguna camarera en medio de toda la gente y a otros por colarse en la zona vip y todo esto sin pagar.

Me monté en el coche y la primera imagen que se me vino a la cabeza para tranquilizarle fue el rostro de Steny, en estos momentos lo era todo para mi.

Suspiré, estaba dispuesto a marcharme de ahí, pero alguien le dio golpecitos a la ventanilla del coche, miré para ver quien era, pero sólo pude ver el cuerpo de un hombre.

Salí del coche y lo miré.

Tampoco pude ver su rostro porque lo tapaba la capucha de su sudadera.

-¿Quién eres?- le pregunté algo impaciente, quería irme a mi casa.

Este se quitó la capucha y al fin pude ver quien era, ¿Melune?

-Hola Siul- me dijo sonriendo de medio lado dejando ver algunos de sus dientes.
-¿Qué quieres? ¿qué haces aquí?
-¿No lo recuerdas?- se rió- aún me debes dinero por la droga que te pasé hace un año.

Hace un año, tras la ruptura de mi novia cibernética, me hice adicto a la cocaína, todo por pensar que estaría sólo toda la vida sin nadie con quien compartir mi amor.
Cada vez pedía más y gastaba más dinero, hasta que un día, pedí una gran cantidad y le prometí al chico que me la vendía, que le devolvería el dinero, pero no fue así. La persona que dirigía el gran círculo de camellos se presentó ante mi con dos hombres más exigiéndome el dinero, pero yo ya no tenía nada y uí.
Desde ese día no consumí más droga.

Melune fue quien vino a exigirme el dinero, por eso lo conozco.

Pero de todas formas, este trabajo heredado por mi padre me hizo ganar bastante dinero en un día, pero lo tenía guardado dentro del pub y las llaves se las llevó un vigilante de confianza de mi padre.

-Mañana te doy lo que te debo- respondí con otra sonrisa.
-Ahora- ordenó.
-Ahora no puedo- protesté.
-Está bien- dijo con tono irónico- tomaré algo de tu propiedad como adelanto.

¿Qué?

-¿Qué quieres decir con eso?- le pregunté algo enfurecido.
-Creo que conoces a Steny ¿no?- se llevó la mano al mentón haciéndose el interesante.

Steny, no por favor, a Steny no.

-Ni se te ocurra- le dije enfurecido.
-Es una chica muy guapa, ¿es tu novia?- me dijo sonriendo de medio lado.

Apreté los puños con fuerza.

-Lástima que una chica tan guapa esté con un cocainómano como tú- dijo dirigiéndose hacia mi.
-¡YA BASTA!- grité.
-Uy, hice enfadar al novio de Steny- soltó una fuerte carcajada.
-No le hagas daño- le advertí.
-Tranquilo, no le haré nada, sólo que...- rió- una vez en mis manos no la verás jamás.
-Por encima de mi cadáver.

Me dirigí a él y me abalancé de tal manera que acabó en el suelo, una vez encima de él, mi puño se estampó contra su cara haciendo que Melune gritara de dolor y su nariz echara sangre.

Narra Melune:

Sentía demasiado dolor en la cara, pero no me iba a quedar atrás, así que lo cogí de los hombros lo giré haciendo que este quedara debajo de mi y le pegué un puñetazo el cual hizo que se quedara inconsciente.

-¡SIUL!- gritó una joven.

Me levanté dejándolo en el suelo y me limpié la sangre de la nariz.

Una chica vino corriendo hacia Siul y yo me puse la capucha, dispuesto a salir de ahí.

La chica se acercó y se agachó al lado de Siul intentando reanimarle.

Oí a mis espaldas que me gritaba la chica ciertas palabras groseras incluyendo insultos, pero salí corriendo de allí.

Narra Mélica:

-Siul, Siul...- le llamaba desesperada.

Este no contestaba, su cuerpo estaba abatido en el suelo y su cara destrozada por los puñetazos que le dio ese animal.

Pasaba por allí de camino a casa, había dejado el coche en el taller y me tuve que ir andando, el taller al estar lejos de mi casa, el recorrido que me tuve que hacer era demasiado largo y se me hizo de noche. Pasé por esta calle tranquilamente cuando oí gemidos de dolor y varios golpes fuertes y por la poca luz que iluminaba la farola pude ver a Siul tendido en el suelo.

-Siul tranquilo, llamaré a un taxi- apoyé su cabeza en el muslo de mi pierna y cogí nerviosa el móvil.

Pasado diez minutos un taxi apareció en el callejón y me ayudó a meter a Siul en el coche, desgraciadamente el único hospital que había cerca era en el la ciudad vecina, pero se tardaba media hora en llegar, así que le dije al conductor la dirección de mi casa y lo llevé allí.

Como una muñeca TRILOGÍA VENGANZA I [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora