Como una muñeca TRILOGÍA VENGANZA I [Terminada]

12

En mitad de la noche me desperté, Siul me abrazaba por la espalda, notaba como el aire caliente que salía por su nariz al respirar, se chocaba contra mi hombro.
Me di la vuelta para verlo de frente, pero todo estaba oscuro y solo pude notar su respiración entrecortada chocar contra mi cara.
Me acerqué buscando sus labios y le di un beso.
Este pareció ser que se despertó y me lo devolvió.

-¿Estás despierta?- me preguntó en voz baja.
-Si.- le respondí.
-¿Qué te ha pasado, has tenido una pesadilla?- me dijo abrazándome hacia él.
-No- le respondí.
-¿Entonces?- me dijo con un tono de duda.
-Sólo se me antojó besarte.- le respondí dándole otro beso.

Este se levantó y se puso entre mis piernas.
-¿Y eso?- me dijo en tono pervertido.
Iba a contestar, pero este me besó apasionadamente.

Aquella lengua entraba por mi boca entrelanzándose con la mía, apenas podía respirar, me quedaba sin aliento.

Este paró y se rió, me volvió a besar, esta vez su mano bajaba hacia mi parte íntima tocándola delicadamente, no me esperaba aquel acto y gemí un poco.

-Uy...- dijo este- ¿y ese sonido?- se rió chistosamente.
-Nada- contesté yo nerviosa.
Se volvió a reír.
-No pasa nada tonta.- me dijo metiendo de nuevo su mano en mi parte íntima.

Esta vez por más que me tocara ahí abajo hice lo posible para no realizar aquel sonido, pero Siul parecía que quería oírlo e introdujo dos dedos inesperados dentro de mi.

¿¡QUÉ!?

Tuve que hacer aquel sonido y detrás de él vinieron jadeos, a medida que oía uno de mis jadeos, más rápido los introducía y sacaba.

¿Lo vamos a hacer? No quiero.... no estoy preparada.... no se que hacer... ¡qué hago!

A esto último, mi abdomen se contrajo y me corrí, si me corrí...
¿Y ahora qué? Era tan virgen en estas cosas que no sabía cómo reaccionar.

-Vaya...- me dijo Siul sacando la mano de ahí abajo.
Yo no dije nada, sólo me tapé la cara.

-Oye, tampoco es para ponerse así- me dijo apartando la mano de mi cara, pero yo la forcé.
-No...no quiero que me mires así.- contesté al final.
-No pasa nada- me respondió acariciando mi hombro.

Se dio la vuelta y de nuevo se volvió a dormir, yo opté por hacer lo mismo.

Ya era por la mañana, él aún seguía durmiendo, miré el reloj, las seis, me vestí y lo volví a mirar, aún estaba en la cama, no se había movido.
Salí de ahí, desde lo que sucedió anoche no sabía como mirarle a la cara, cómo reaccionar, si lo iba a volver a ver o no, ni siquiera sabía si éramos algo más, nunca me dijo de salir con él, incluso pienso que se está aprovechando de mi...

Salí del hotel y me dirigí con paso ligero hacia mi casa.

"Gorda" "Cuidado chicos que tiembla la tierra" "Quién te va a querer ¡gorda!"
No había calle por donde no me insultaran, pero hacía oídos sordos, estaba centrada en lo que iba a hacer ahora, estaba perdida, ¿qué hago? ¿no le hablo más? ¿lo esquivo? pfff... no se que hacer...

Llegué a mi casa, abrí la puerta y me vibró el móvil, un mensaje, Siul.

Siul: ¿Dónde estás?
Yo: En mi casa.
Siul: ¿Por qué te fuiste?

No le contesté, pero el insistía.

Siul: Por favor, respóndeme.
Yo: Será mejor que no volvamos a vernos...

He de confesar que se me escapó una lágrima.

Siul: Si es por lo de anoche, no pensé que reaccionarías así... lo siento.
Yo: No es por eso.
Siul: ¿Entonces?
Yo: Adiós.
Siul: Steny, por favor.

Corté el teléfono, pero, no hacía nada más que vibrar, así que opté por apagarlo.

Clady no estaba en casa, mejor la verdad, no quería hablar ni dar explicaciones, quería estar sola.