Hay Que Darle Placer Al Placer

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-Todo esta hecho, esta noche atacaremos a los Hamato y no volverán a meterse en nuestro camino..- Dijo como discurso, Karai, mientras a su lado estaba Z tomando un té de limón.

Las hermanas de ahora 14 años, se encontraban en los calabozos viendo a su madre dormir tras haberle puesto el gusano.

-Entonces Leonardo es nuestro verdadero padre, y no Slash..

-Tenemos que remediar todo esto..- Dijo decidida Keiko, Jenni se levantó junto a ella y salieron de la guarida..

Minutos después, Slash ingreso a las catatumbas, donde estaba Rafael comenzando a despertar. Este lo miro extraño, pero con un leve sonrojo.

-Hola.. ¿Quien eres?

-Me llamo Slash, tu eres mi esposo.

-¿Somos pareja?

-Asi es, y ahora tu eres mío.- La tortuga mas grande lo tomó de los brazos acercándolo a él. Comenzó a lamer sus labios y su cuello, haciendo que Rafael comenzara a suspirar de placer.

Guió su gran mano a la entre pierna de su amante e ingreso un dedo por su entrada, ocasionando un gemido por parte de Rafael. Lo sentó en su regazo y lo penetró fuertemente, haciendo que el ninja temperamental diera un grito desgarrador, que se escuchó en toda la habitación.

Pasó una hora, Rafael se corrió un par de veces hasta que Slash se vino en él.

-Descansa, necesitarás descansar bastante..- Dijo antes de irse.

Toca su colita que permanecía caliente y húmeda. Le dolía su entrada y su cadera. -No te creo.. Slash..

Continuará...