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Rafael se encontraba sentado en el suelo con Leo sobre sus piernas aún inconsciente. Acariciaba lentamente su cabeza mientras no le quitaba la vista de encima. No podía evitar pensar en lo que le habían hecho..

-Deja de torturar al pobre.. Ya lo empalagas..

-No molestes Karai.- Dijo decaído sin siquiera mirarla.

Ríe. -¿Como sabias que era yo?

-No cualquier chica tiene voz de idiota como tú.

Gruñe. -Bueno bueno.. Habló la plaga..

-No molestes..

Karai se retira, dejandolos dejándolos solos. Rafa mira a su alrededor y mas tarde mira a Leo. Toma su brazo izquierdo y retira la venda de su hermano, dejando caer una cuchilla pequeña y fina.

-Menos mal que recordé que tenias esto.- Se levanta con cuidado de no golpear a Leo y se dirige a la puerta de aquella celda.

Llevando su mano fuera, mete la cuchilla en la perilla, a los pocos segundos logra abrir la celda.

Se dirige a Leo y lo arrastra hasta una 'Tapa' de alcantarillado que estaba en el medio del pasillo rodeado por celdas. Lo abre y mete con cuidado a su pareja para después meterse y cerrarlo.

Llevando a Leo en su espalda, llega afuera del edificio. Sube por la alcantarilla y corre por las azoteas ya bastante cansado, no solo por cargar a Leonardo en su espalda durante todo el trayecto, sino también por su dolor en sus piernas y su cadera.

Cuando por fin llegó a un callejón, dio vuelta la tapa de alcantarilla y junto a su pareja, ingresaron allí.

Caminó un largo trayecto hasta llegar a su guarida.

-Chicos...!! ....... Chicos...!!- Frunce el ceño ante tanto silencio. -Que extraño.. Hay mucho silencio......- Deja a Leo recostado sobre el sofá. -Demasiado..

Nervioso camino primero hasta la cocina. Pero no había nadie.
Después hasta el laboratorio. Nadie.
Luego, consumido por la intriga y los nervios, entró al dojo...

-¡¡....!!

Continuará...

Hay Que Darle Placer Al PlacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora