-¡Vaya cara Balwind-dijo Kachess en cuanto me senté.
Abrí la boca y no supe qué decir. Johan me miró sorprendido y rió.
-¿Una mujer?¿De verdad?¡Increíble!
-¿De que estás hablando?-preguntó Kachess.
-Es obvio. Mírale. Mirada abstraída, hombros caídos, solo levanta la mirada para observar la puerta y el mundo le pesa como una losa inasumible. Esta claro que nuestro Balwind está enamorado.
-¿De verdad? Supongo que es por eso que no se ha dado cuenta de que solo estamos nosotros tres-respondió Kachess.
Levanté la mirada y vi que lo que decía era cierto. Ni Nolan, ni Nime ni Marion estaban sentados en su lugar. Tuve la decencia de avergonzarme ante eso.
-¿Y dónde están?-pregunté.
-Ni idea, pero eso ahora no importa-dijo Johan con una sonrisa agresiva.- Cuenta Balwind, ¿quien es?
-Sabes que odio hablar de esas cosas.
-Así que tenía razón. Bueno, eso ya lo sabía-se contestó a sí mismo-. Pero dime, ¿es Marion?¿Vas a tratar de levantarle la novia a un amigo?¿O es otra persona?-insistió Johan-¡Ah, claro! Debe ser Roshe. Te gustaron demasiado sus pechos y ahora no puedes quitártela de la cabeza. Ocurre a menudo-dijo dándome unas palmadas en la espalda.
Kachess esbozó una media sonrisa y yo mire a Johan con expresión divertida. Se notaba que se lo estaba pasando bomba.
-Claro que últimamente también te he visto mucho con una Monardo-continúo Johan. Ante la mención de Je'Lad sentí algo en mi estomago, y mi cara debió ser un poema porque Johan lo cogió a la primera- ¡Es ella! Te falta práctica para una de esas. La sangre caliente del desierto no esta hecha para ti.
Ignoré el comentario y me trague mi orgullo. Tenía que admitir que tal vez Johan me podía ayudar.
-Pues si, es ella-admití. Kachess se mostró sorprendido, pero Johan solo sonrió más- Se llama Je'Lad, es amiga de Fe’Nam y voy a acabar muerto.
-¿Y Sonia?-preguntó Kachess.
Esta vez fui yo quien se sorprendió. No había pensado en ella.
-Era obvio que con Sonia no había nada-respondió Johan por mi- De hecho, si no hubiera sido por mi plan, lo que ocurrió aquella vez no hubiera pasado nunca.
Le pegué un fuerte puñetazo en el brazo a Johan y él se rió. Había olvidado por completo que todo había sido un plan suyo. Kachess negó con la cabeza, como si estuviera desilusionado.
-Si te cuento esto es por algo, así que tomatelo un poco en serio-dije a Johan, que asintió con solemnidad pese a que seguía sonriendo- Je'Lad me ha citado esta noche a su habitación. ¿Que quiere decir?
Johan negó con la cabeza, mirándome como si fuera un niño pequeño.
-Creo que esta bastante claro. Tu solo prepárate para disfrutar. A menos que..espera, ¿la has besado?
Asentí con la cabeza y Johan abrió los ojos desmesuradamente.
-Entonces dejaré que lo descubras por ti mismo-sentenció.- De hecho, deberías irte ya.
-¿Ya? Pero si ni siquiera he cenado, y apenas hace diez minutos que me lo ha dicho.
-No te preocupes. Tu vete ya-insistió-. No dejes que el calor del desierto se enfríe.
Todo aquello no tenía sentido, pero Johan me empujó y me hizo levantarme del sitio. Con una sonrisa, y despidiéndose de mí con una mano, Johan me vio poner rumbo a la habitación de Je'Lad.
El aire frío de la noche me aclaró un poco la cabeza, pero mis nervios aumentaron a medida que me acercaba a Alojamientos femeninos. Aunque la inmensa mayoría de las chicas se encontraban en la Cantina, era aún muy pronto, y muchas daban vueltas por el patio de piedra negra o charlaban animadamente en la puerta de entrada.
Al entrar pude sentir numerosas miradas en mis espaldas.Entre esos ojos estaban los de Wallace junto a Marta. Ambos me miraron sorprendidos, aunque a mi no me sorprendió verlos allí. De inmediato empezaron a cuchichear, seguramente debatiendo sobre a quién iba a visitar.
Subir hasta la sexta planta se me hizo eterno. Mujeres con poca ropa o incluso vestidas solo con toallas charlaban en mitad de los pasadizos. Algunas me miraban con desinterés, pero otras parecían sorprendidas de verme allí. En teoría, tanto hombres como mujeres podíamos entrar en cualquiera de los Alojamientos, pero era poco común que fueran los hombres quienes vinieran allí.
Cuando por fin llegué al último piso mi estómago era un gran saco de nervios. Entonces me di cuenta de que ni siquiera sabía cuál era su habitación. Armandome de valor cogí a una de las chicas que rondaba por allí y le pregunté.
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Crónicas del aprendiz de Mago: El temor del hechicero oscuro
FantasyBalwind es un joven y astuto aprendiz de mago que deberá enfrentar junto a sus amigos a extraños y misterios poderes mágicos mientras lucha contra otros terribles enemigos: los Khayam, el resto de la humanidad y él mismo.