Capítulo 27: Pasado, presente y futuro

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“Aprovecho nuestra estadía en uno de los pequeños pueblos Varion llamado Libelheim para escribir esta carta.

Al parecer este pueblo es de las pocas conexiones entre los Varion y el resto del reino, así que no creo que pueda escribir de nuevo hasta dentro de mucho tiempo.
La misión no ha avanzado mucho, pero han pasado muchísimas cosas en este tiempo.  Digo que la misión no avanza porque llevamos meses deambulando entre los bosques Varion, incluidas un par exploraciones por las montañas Khayam, y aún no hay rastro de Owen o Mia. Según Sety hay una población entre las montañas Khayam y los bosques Varion donde podrían estar ocultos, pero no sabemos nada con certeza. Pero me cuesta creer que tal pueblo exista. ¿Quién querría vivir en un lugar así?

Aún no se demasiado sobre mis compañeros. Sety tiene una charla fácil, y parece muy sabio, pero nunca habla de sí mismo. Vincent es tal como lo esperaba; callado, sombrío y poco amigable, aunque bastante atento en realidad. No lo parece, pero se que siempre me tiene un ojo echado encima.

Sety me enseña la magia más básica mientras viajamos o descansamos. Hace una semana por fin conseguí mantener erguida mi barrera más de diez segundos, y mis azotes impactan en el blanco que deseo. En esos momentos en los que Sety me hace clases Vincent se limita a dormitar, o desaparece durante horas sin decir nada. ¡Incluso a veces se transforma en diferentes bestias par moverse mejor! En una de sus alforjas lleva varios tarros con pinturas de colores con las que se dibuja todo el cuerpo, y con eso consigue transformarse. No se bien como funciona eso, pero es realmente impresionante. A Sety no parece preocuparle esa actitud, pero creo que preferiría mantener el grupo unido.  Al principio, tonto de mi, me preocupaba bastante por Vincent. Los bosques y las montañas Varion son un lugar peligrosísimo. Hay bestias y criaturas que ni creerias que existen. ¿Te acuerdas de los shadee, las criaturas hechas de sombras de los cuentos infantiles? En todas las historias aseguraban que se comen a los niños que se portan mal. Pues bien, existen. Y ni siquiera es lo peor de todo. Una noche, mientras acampamos en una de nuestras incursiones al bosque, fuimos atacados por una manada de gigantescos hielty, los osos de hiedra. Ni siquiera había podido desenvainar mi espada para cuando Sety y Vincent ya habían conseguido matar más de la mitad de ellos, mientras la otra mitad huía con gritos de dolor y furia,  fundiéndose con el bosque. Fue algo increíble.
Por suerte la gente de aquí es bastante amable. Dentro de lo que cabe para los Varion, claro. Apenas saben tocar instrumentos, ni dedican tiempo a entretenerse; lo encuentran todo muy banal. Pero la lucha y la espada, eso es otra cosa.

Todos se mueren de ganas de batirse en duelo con nosotros, incluso los niños y niñas que no levantan ni siquiera un palmo del suelo. ¡Menudos son! Absolutamente todos los Varion van vestidos con sus abrigos de color blanco y armados con largas katanas, independientemente de su sexo u edad. La leyenda de que los Varion viven para la lucha es tan cierta como que yo respiro por poder encamar a todas las mujeres de Gea. Sety nos obligó a aceptar los duelos, encantado por aquel recibimiento. Los Varion odian a aquellos que no quieren luchar, pero con esto nos ganamos gran parte de su confianza.

Deberías haberlo visto. Sety venció a los más jóvenes con facilidad, y dio mucha guerra a los mejores luchadores de cada pueblo. Perdió algunos combates, claro, pero Sety nunca hizo uso de su magia. O al menos eso creía.

Tal y como había hecho Sety, Vincent derrotó fácilmente a los Varions más jóvenes, pero al enfrentar a los duelistas más veteranos se enfadó muchísimo. Acusó a sus rivales de utilizar la magia, a la vez que los Varion le acusaron de tener “la marca”. Vincent estaba realmente enfadado, pero Sety le mandó callar y lo envió lejos de allí. Yo no vi nada extraño en los combates, excepto que los Varion eran endiabladamente veloces.
En el pueblo de Célores un luchador Varion de nuestra edad llamado Shurna pidió unirse a nuestra compañía. Sety preguntó a quién tenía que pedir permiso, pero los Varion no tienen rangos sociales de ningún tipo; si él quería unirse era decisión nuestra, aunque algunos veteranos aseguraron que estaba un poco verde. Pero Sety no se los pensó, y desde hace unas jornadas Shurna forma parte de nuestro grupo. Muchas veces entreno con él, y aunque es bastante amable lo cierto es que él muestra mucho más interés por Sety y Vincent. Supongo que no le puedo culpar por ello.
No hay mucho más que contar. Hace poco mientras viajábamos nos encontramos con otra compañía de exploradores, un grupo formado íntegramente por Caparoja, excepto por su líder, un Eorian Capaverde llamado Sharlow. Tanto Sety como Sharlow se sorprendieron mucho al verse el uno al otro, y apenas cruzaron palabra, ni intercambiaron mucha  información. Sin embargo Sharlow sí preguntó a Sety que hacía allí, a lo que el Capablanca simplemente respondió que eran órdenes de Knox, lo que aplacó el interés de Sharlow. Es increíble el poder que tiene el Capanegra...

Crónicas del aprendiz de Mago: El temor del hechicero oscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora