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Narrador externo.

Los minutos y las horas pasaban lentamente. Catherine rezaba para que su bebé naciera de una vez y así poder acabar con todo el dolor que sentía.

Las contracciones se hacían cada vez más intensas y más largas y las ganas de llorar invadía la mente de Catherine.

Esta es la tercera contracción en lo que va de hora. — informa la enfermera.

Catherine se retorcia en la cama del hospital en donde estaba acostada, Tyler tomaba su mano fuertemente y trataba de calmarla cosa que no le funcionaba del todo.

¿Pero no puede hacer algo? — pregunto Tyler. El no conocía de estas cosas, pero sabía que Catherine estaba sufriendo.

La enfermera estaba apunto de responder cuando la contracción se detuvo. Ella se marcho diciendo que si volvía a sufrir otra contracción sería hora del parto.

Todo estará bien. — susurro Tyler en el oído de la pelinegra.

—Diablos, esto duele demasiado. — comento Catherine.

Los minutos pasaron y ya era hora del parto, Catherine había decidido hacer un parto normal, ella no quería tener puntos en su vientre y era más rápido. Mientras las enfermeras acomodaban a Catherine, Tyler entro de nuevo a la habitación, esta vez estaba vestido de azul y parecía un doctor. El se fue al lado de Catherine y tomo su mano.

Después de media hora por fin Catherine dio a luz, un hermoso y saludable niño. Como lo había predicho la señora de la tienda el nene era alto.

¿Como lo vas a llamar? — pregunto una enfermera con una tabla de chequeo en sus manos.

Catherine lo pensó unos segundos mientras recordaba todos los nombres que había pensado junto con Jen y Tyler.

Se llamará Mathias. — dijo Catherine cerrando los ojos.

Tyler besó a su novia en los labios y sonrió. Era padre, Tyler sabía que quizás ese niño no era de su misma sangre y que él podía no ser el padre biológico, pero eso a él no le importaba.

Quiero una prueba de paternidad. — hablo Catherine sorprendiendo a su rubio novio.

Catherine quería estar segura si ese hijo era de Tyler o de Martijn. Era vital de que ella lo supiera, su novio la miro.

No es necesario. — hablo. — sabes que no me importa si es mi hijo de sangre o no.

Pero a mi si me importa. — respondió Catherine mirando los azules ojos de Tyler.

Y eso era muy importante, por lo menos para Catherine. Ella tenía que saber quien en verdad era el padre de su bebé.

Si resultaba ser de Tyler todo estaría bien. Pero si era de Martijn su mundo se iría patas para arriba. La verdad es que Mathias era el bebe más hermoso que había en la sala donde colocan a los bebés recién nacidos. Tyler había dejado a Catherine para ver al pequeño. Este para ser un recién nacido estaba grande y alto, que a comparación de los demás bebes, tenía algo de cabello y era de color rubio y sus ojos eran azules.

Forbidden Voices |Martin Garrix| #FV1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora