Psicópata.

Capítulo 34

Sacó una tela negra, era seda. Se veía entusiasmado. Parecía un niño. Pero si mirada, podía desmostrar lo contrario.

-Compré esto para ti. Sé que tu color favorito es el rojo, pero me encanta como el negro hace contraste con tu piel.- ¿acaso escuché bien?

Carraspee. Traté de sonreirle.

-Gracias.- susurré.

-Te daré unos minutos para que te lo pongas. Traeré algo de cenar.- asentí.

Sonrió y salió rápidamente.

Dejé caer la tela al piso, había varios buros por toda la habitación, cajas, estantes y un armario enorme. Abrí el primer buró, sólo eran papeles, plumas y tijeras. Tomé las tijeras y las guardé entre mi cintura y mi ropa interior. Me moví al segundo buró, ropa. Maldita sea. Tercero; más ropa. Abrí una caja, libros. ¡Puta mierda!

¡¿Para qué carajos quiere tantos papeles y libros?!

Justo abajo de uno de los buros estaba la ventana, sólo hacia falta moverlo un poco a la derecha para poder ver lo que había afuera.

Estaba demasiado pesado, pero al fin lo logré. Subí. Pero no alcanzaba a ver del todo así que me puse en puntillas. Mi mirada se iluminó al ver que estaba aún en la ciudad, aunque no lograba reconocer del todo en donde nos encontrábamos.