Capítulo 27

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Seguía en el piso. Me dolía la espalda. Abrí los ojos. Y miré sus zapatos. Subí mi mirada. Tenía su mirada recaída sobre mi. Era pesada. Traté de levantarme pero estaba bastante débil. Sollozé. Quería morir. Harry se puso en cunclillas hasta quedar de mi estatura.

-La obsesión más antigua del hombre: la de ser amparado, la de adorar a algo superior, que a él le conviene que exista para no quedar absolutamente solo... Sé que eres tú, porque sin dudarlo elegiría morir contigo, en y por ti; en esta y en todas mis demás vidas.- suspiró. Tocó mi cabello lentamente.- Sé que eres tú por qué me complementas.

Tomó mis mejillas, me giró hacia él, pero no podía hacerlo ya que tenía una posición muy incómoda.
Me giró con más fuerza. Gemí. Me había lastimado.

Una lágrima cayó por mi mejilla. Acercó su rostro al mío. Sus labios rozaron lentamente los míos, eran fríos. Mi sangre se heló. Mil cosas pasaron por mi cabeza. El beso de me hizo eterno. Y lo único que podía sentir era su suave relieve. Mi cabeza no podía pensar en otra cosa.

Se movió. Me soltó y nuevamente me dejó caer. Volví a gemir de dolor.

-¿Qué pasa?- preguntó.

-Me duele.- susurré. Cerré los ojos con fuerza tratando de omitir el dolor pero fue imposible.

Escuché como se levantó, caminó. No sé hacia donde.

Levanté mi rostro ignorando el dolor que sentía alrededor de mi cuello, y por todo mi abdomen. No se que cosas estaba haciendo en la cama. No alcanzaba a distinguir ya que estaba de espaldas. Después de unos cuantos segundos salió de ahí.

¿Nada más? ¿Sin decir nada?

Suspiré. Toqué mi abdomen. Con la otra mano me apoyé en el suelo para levantarme. Batallé pero lo hice. Aún me costaba un poco respirar con normalidad. Me encaminé hasta la cama. Me senté lentamente. Gemí un poco de dolor.

Me sentía física y emocionalmente cansada, destrozada.

Recuerdo una vez hace mucho tiempo. Era pequeña. No pasaba de los ocho años. Sentía que era invencible. Aún no veía la gravedad de las cosas. Aún no sabía definir el bien y el mal. Estaba en lo alto de una montaña de pastura. Quería volar, quería ir lo más alto posible. Pensaba que todo era posible. Y salté. Rompiendome la pierna. Y fui ahí cuando comprendí la realidad. Pude comprender y mirar la gravedad de los hechos. Pero en ese entonces había alguien en el que podía caer, en lo brazos de mi padre. Todo era perfecto en mi infancia. No había de que preocuparme, no había amores malos, ni secuestros, que ironía.

Y ahora me daba cuenta de cuanto extrañaba a mis padres, de cuanto los quería y de cuanto los mecesitaba.

Los quería demasiado. En este momento no sabía con exactitud si volvería a decircelos.


N/A
Holaaaaa, es corto lo sé.

He visto muchos comentarios de que quieren maratón y por más que quisiera hacerlo no podría por qué no tengo el tiempo necesario. Pero trataré de subir lo más que pueda.

Gracias por leer.

Les agradecería que votaran, comentaran y si les gusta, compartan.

Gracias!!!!!!!❤

Psicópata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora