Golpean la puerta. Fuerte.
- ¡Emily, será mejor que ya estés despierta!
Es como si todo viniera a mí en un segundo. La confesión, Lucas afuera de la habitación, Bruno durmiendo junto a mí. BRUNO
- EMILY
- Ya, ya casi estoy-
Espero hasta que escucho sus pasos alejarse. Y entro en pánico. Agarro mi teléfono y me fijo en la hora. 6.30. Lo que quiere decir que Bruno debe estar aquí en 30 minutos.
- Bruno- susurro. El no mueve absolutamente ningún músculo y por un momento me asusto pensando que está muerto. Luego respira.
Le tomo los hombros y comienzo a zarandearlo. Abre los ojos ampliamente y mira alrededor y luego de nuevo a mi.
- Van a matarme- dice
Nos movemos rápidamente. Él todavía tiene los zapatos puestos y parece cómicamente asustado aunque la situación de graciosa no tiene nada.
- Voy a ver si hay alguien afuera para que puedas bajar- le digo
- Está bien calabaza- me acerco a la ventana y descorro un poco la cortina. Aunque es temprano, en la casa y los alrededores siempre hay mucha gente y existen muchas probabilidades que afuera esté repleto de trabajadores. Salgo al balcón y milagrosamente no hay nadie.
- No hay nadie, ven- el se acerca y antes de irse me da un beso en el cachete.
- Hoy somos un frente unido calabaza, ni siquiera voy a dejarte ir al baño sin mi.
Yo no digo nada y veo como trepa hasta al árbol y salta al suelo. Mira por los alrededores y empieza a correr. Ayer cuando se lo conté todo, no esperaba esta reacción. A Bruno siempre le han incomodado los dramas y pensé que se tomaría esto como uno más. Pero como siempre me ha sorprendido. Bruno y yo nunca hemos sido muy amigos pero sí unidos, el tiene un instinto protector muy desarrollado hacia mi y lo aprecio, que esté dispuesto ayudarme me emociona. Pero quisiera poder tener la fuerza suficiente de afrontar esto sola, de ser capaz de hacerle frente y defenderme. Pero siempre que voy hacerlo, siempre que quiero plantarme y decir basta recuerdo a Jessica, frente a mí, con la cara llena de lágrimas y un odio y traición que no había visto nunca en ella, y solo por eso dejo que siga sucediendo. Tal vez algún día deje de dolerle y ella deje de odiarme.Me doy una ducha rápida y dejo que mi pelo se seque naturalmente. Me pongo unos vaqueros y una camisa y bajo las escaleras de dos en dos. Eva está en la cocina con Jasmine y Lucas.
- ¿Se te pegaron las sábanas hoy?- pregunta Lucas
- Un poco sí- murmuro- ¿Y mamá y papá?
- Ya están en la oficina- dice Eva- te preparé fruta y un licuado. Pero apúrate porque ese chico no tarde en llegar.
Eva puede resultar un poco mandona, pero es el ser más dulce del mundo y todos aquí la aman. Yo le sonrío y me acerco a ella despacito. Ella ya sabe mis intenciones y trata de alejarse pero no le dejo y la abrazo con fuerza.
- Está bien, está bien- dice tratando de soltarse. Pero no la dejo y le abrazo hasta que ella me abraza de vuelta, me da un beso y ahí la suelto.
Jasmine, Lucas y yo caminamos hasta la entrada y esperamos a Bruno. Son las 7.05 cuando aparece y sonríe.
- Siento llegar tarde
Cuando subimos al coche Bruno está sonriendo. Habla con Lucas y de vez en cuando con Jasmine. Yo me mantengo callada y miro por la ventana. Los campos de uva siempre me han maravillado y son de los primeros recuerdos que tengo, y aunque me asusta lo que este día puede traer, fijarme en los campos y como desaparecen tras de mí me produce paz. Cuando llegamos me desabrocho el cinturón y estoy lista para salir pero Bruno me agarra de la mano y me dice con la mirada que espere.
- Voy acompañarte a cada clase hoy
- No.
- Calabaza...
- Hoy será diferente. Si sucede, me defenderé.
- Defensa no es precisamente el problema. El problema es que son 4 y tú solo una.
- Quiero hacerlo- siento las lágrimas pinchar mis ojos- quiero tener la fuerza para hacerlo. Pero recuerdo a Jessica y sé que yo tengo la culpa
- ¿qué? Tu no tienes la culpa. Lo que sucede no está bien y nadie lo merece. Y menos tu, por dios. Eres la persona más dulce que existe. Si esas personas te conocieran sabrían que no eres capaz de lastimar a nadie y menos a propósito.
Mis ojos desbordan, y las lágrimas caen hasta mi boca y siento el sabor salado.
- Voy a mantenerme a un lado hoy. Pero Emily, si veo a esas chicas haciendo algo para lastimarte, intervendré.
Yo asiento con la cabeza. El me toma de la cara y limpia mis lágrimas.
- No quiero que te escondas calabaza- susurra
- Tampoco quiero esconderme-
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La verdad sobre Emily
General FictionCuando Emily fue secuestrada a los 5 años siempre supo que su vida nunca volvería a ser igual. Y ahora, mientras crece y devuelta en su casa, debe ocultar un secreto que podría llevarla devuelta a la oscuridad. Amor, amistad y valentía se encuentr...