Capítulo 29

2.1K 172 17
                                    

Creo que la respiración se me corta.
O tal vez el corazón se me salta un latido.
Tal vez ambos.
Pero lo cierto es que no puedo dejar de mirarlo. Y tal vez el piense que es extraño o que estoy actuando como si fuera una loca. Pero después de todo este tiempo está frente a mí. Sonriendo con la misma sonrisa de siempre, con las manos en los bolsillos y ese mismo gesto despreocupado.
Y creo que podría empezar a llorar.
Se acerca unos pasos, como tanteando el terreno y yo termino el camino por el. Yendo directo a sus brazos y chocando contra su cuerpo en un golpe sordo.
Escucho su risa cuando me lanzo a él, y sin dudarlo me levanta unos centímetros del suelo.
Y el gesto es tan maravilloso como puedo recordar.
Se siente como encajar de nuevo, como un puzzle vuelto a ser puesto en su lugar. No me había sentido así desde hace tanto tiempo, que la sensación es suficiente para oprimirme el pecho.
- ¿Estás bien?- pregunta separando mi cuerpo del suyo. Yo asiento, aunque siento las lágrimas contenidas picar en mis ojos. El asiente, como entiendo lo que quiero decir, y pasa un dedo por mi frente para llevar hacia atrás un mechón de pelo que estaba suelto.
- ¿Cómo sabías que estaría aquí?-pregunto
Sin perder la sonrisa del rostro esta vez se separa completamente de mi cuerpo.
- No lo sabía. Trabajo con mi papá en la clínica y a veces tengo que venir a ver a los caballos. Guerrero no ha estado tan bien.
Me volteo a ver al caballo de mi hermano, a unos metros de nosotros, ahora es bastante viejo y parece mucho más pequeño de lo que anteriormente era, mi hermano debe estar triste por su situación, es evidente que está enfermo.
- ¿Eres veterinario?- pregunto
- Lo soy- dice asintiendo. Luego levanta la cabeza hacia mí- ¿Y tu, qué estudiaste después?
- Marketing- digo. Demasiado rápido, demasiado emocionada por contestar.
- Genial- dice
Y el momento que se presenta después es tan extraño. Ninguno de los dos puede apartar la mirada del otro. Cada uno midiendo y recordando. Y no puedo dejar de preguntarme si me recordó, si alguna sola vez pensó en volver a verme. No puedo dejar de pensar dónde estaríamos hoy si nunca nos hubiéramos separado.
- Me alegra que estés de vuelta- dice después de un momento. Su voz sonando gruesa y grabándose a fuego en mi memoria.
- Sí- digo. Y no sé por que siento que debo acercarme a él-  A mí también me alegra estar de vuelta-
El carraspea un poco y parece indeciso.
- ¿Viniste a quedarte?- pregunta y mi respuesta no se hace esperar
- Sí- contesto. Pero la respuesta parece confundirlo, hasta me atrevo a decir que incluso parece desolado. Como si lo que le acabo de decir no fuera lo que el estaba esperando escuchar.
- Genial- dice tratando de esbozar una sonrisa. ¿Por qué la idea de mi regreso no parece alegarlo?
- ¿Emily, estás ahí?- pregunta Marissa acercándose.
Mierda.
Antes de que incluso pueda pensar en alguna forma de escapar de esta situación. Marissa entra con una enorme sonrisa en los labios con David detrás de ella.
Marissa se acerca directamente a él y extiende una mano en forma de saludo.
- Hey- dice mientras Bruno estrecha su mano- Soy Marissa
- Bruno- contesta el- Un placer.
Marissa se tensa completamente y su sonrisa cortés se vuelve una enorme que casi parte su cara al medio.
- El Calabazo- dice David demasiado alto.
Ay dios.
David parece recomponerse y se acerca a Bruno también extendiéndole la mano.
- Soy David- le dice- Un placer.
- Igualmente- dice Bruno que no ha perdido en ningún momento la sonrisa de su rostro.
- Son mis amigos- le explico a Bruno
- Mejores amigos- añade Marissa de forma completamente innecesaria.
En el momento más incómodo posible, Bruno y yo estamos mirándonos mientras Marissa y David no apartan la vista de nosotros.
Ni siquiera sé que podría estar pensando Bruno de todo esto.
Mis amigos están con la loca idea de que yo de alguna forma he vuelto a mi casa para recuperar a Bruno. No es así.
No en absoluto.
Pero después de este corto periodo de tiempo en que lo he visto, la sola de idea de volver a irme de aquí parece completamente loca.
No puedo.
- En realidad veníamos a decirte que Mario está en la casa- me informa David.
- Al parecer la noticia de que he vuelto corre con bastante rapidez- digo
Me dirijo de nuevo hasta mi casa con Bruno y mis amigos a mis espaldas. No puedo decir que la sensación de tener a Bruno cerca mientras caminamos no está haciendo que mi corazón haga cosas locas. Casi como transportándome al pasado de nuevo.
- ¿Pudiste ver a Mario en todo este tiempo?- pregunta Bruno a mi derecha.
- Mayormente en las festividades- digo- Aunque siempre intentaba ir a verme a donde fuera que esté varias veces al año. Sabes como es, me llamaba todas las semanas y constantemente debía enviarle fotos.
- Lo he visto poco- dice él- Pero Maggie tiene un nuevo cachorro y Gaby y ella han pasado un par de veces por la clínica.
Llegamos a la casa y apenas pongo un pie en ella cuando Mario ya está sobre mí.
Gigante como un enorme oso.
- Estoy tan contento de verte pequeña- dice Mario mientras me absorbe en todo su ser. Los años pueden pasar entre nosotros pero Mario siempre seguirá viéndome como si fuera un pequeña niña.
- Yo también- digo. Lo suelto y enseguida soy arropada en un nuevo par de brazos.
Gaby.
- Estás hermosa Emily- dice Gaby apartándose para mirarme. Yo me sonrojo por su comentario frente a toda mi familia y me aparto buscando a Maggie con los ojos.
- Está arriba con Jasmine- dice Gaby reconociendo mi búsqueda. Un momento después se da cuenta de la presencia de Bruno detrás de mí. Se acerca a él envolviéndolo en un gran abrazo y luego Mario le da un suave golpe varonil en la espalda. Les presento a mis raros amigos y todos nos enfrascamos en una conversación. Recordando viejas anécdotas y planeando futuras cenas. Marissa habla sobre todo lo que vivimos en la ciudad y para mi mala suerte sobre mi última relación. Puedo ver en su cara que es una especie de plan para ver como reacciona Bruno ante todo esto. Pero el parece más preocupado en mirarme de reojo todo el tiempo. Lo noto porque yo también lo hago. Constantemente.
No lo conozco. No lo he visto en mucho tiempo y sin embargo siento como si lo hago. Pero son solo recuerdos de lo que alguna vez fuimos. Y sin embargo no puedo detener la sensación avanzando en mi corazón como si necesitara de alguna manera acercarme a él. Quiero hacerlo, tan desesperadamente. Pero al mismo tiempo no puedo. No sé nada de él, y el no sabe nada de mí. Y me pregunto que cosas han cambiando en el, porque hay ciento de cosas que han cambiado en mí. Y sin alguna vez podremos hacer algo para acercarnos más.
Estamos todos sentados en la sala, pasando un buen momento cuando Jon entra. Lo primero que hace es sorprenderse ante la vista de mí y sonriendo ampliamente saludándome.
- Me alegra que estés de vuelta, Emily- dice el con una sonrisa colgando de sus labios.
- Me alegra estar de vuelta también Jon- digo
- He venido a buscarte hijo- dice Jon- No contestas tu teléfono
- Lo olvidé en casa. ¿Qué sucede?
- Tu novia ya está en casa, está esperándote con el niño.
El silencio que le sigue después es aterrador.
Porque tengo el presentimiento que todos pueden escuchar a mi corazón rompiéndose.

La verdad sobre Emily  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora