Capítulo 28

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Siete años después

- Creo haberte dicho- dice mi amiga frotándose la creciente barriga con una mano y sosteniendo un helado de chocolate en la otra- Que no era buena idea viajar mil quinientos kilómetros en este coche.
Yo suspiro mientras el sudor recorre mi cuerpo y una gota hace su camino desde mi cuello hasta el caminillo en medio de mis pechos.
- ¿Quién demonios tiene miedo a volar en estos tiempos?- dice su marido desde el asiento de atrás del coche.
- Ustedes podrían haber tomando un avión, dije que no necesitaba compañía.
- ¿Y dejar que mueras en el camino? Con tu cuerpo pudriéndose mientras los coyotes y esas enormes aves negras... ¿Cariño como se llaman?
- Cuervos- dice el metiendo su cabeza entre las dos para después seguir comiendo su helado.
- Eso, cuervos, te comían los ojos. No sé tu, pero yo tendría cargo de conciencia. Los problemas te siguen a todas partes Emily, eres como uno de esos imanes. No puedo dejar que mueras, en especial cuando me has prometido ser la madrina de este bebé.
- Marissa te dije que sería un viaje largo, deja de quejarte.
- Apuesto a que también sabías que el aire acondicionado de esta cosa moriría en el trayecto. Siempre supe que te encanta hacerme sufrir.
- Yo también lo supe cielo- responde su marido desde atrás.
- Recuérdenme otra vez por qué somos amigos- pido
- Somos geniales- dicen a unísono
- Además- agrega Marissa mientras devora lo último de su helado- ¿Cómo podríamos abandonar a nuestra mejor amiga cuando trata de reconquistar a su viejo amor juvenil volviendo a su tierra natal?
- No estoy aquí para...
- No finjas- dice rápidamente David desde la parte de atrás- Todos en el vehículo sabemos que volviste por tu Calabazo, no trates de negarlo.
- No vuelvas. A decir. Esa palabra.
- ¿Cuál palabra?- dice utilizando ese tono molesto que odio- ¿Calabazo?
- Todavía creo que es raro que lo llamaras así- agrega Marissa
- De verdad Emily- dice David colocando de nuevo su cabeza a la altura del espejo retrovisor para que pueda verlo- Eso puede destruir el ego de un hombre.
- ¿A cuántos kilómetros de mi casa se encuentra el departamento que retaron?
- Solo a 8- contesta David. Y para molestarme aún más, como sabe que lo está haciendo- Será increíble, iremos todos los días a molestarte, perdón, a comer contigo. Y solo piénsalo, una vez que este bebé nazca podrás cuidarlo todos los días mientras Marissa y yo trabajamos en el bebé número dos.
- Genial- digo sarcásticamente
- Lo lamento- dice Marissa- por favor perdónanos. Estamos un poco nerviosos ¿sabes? Abrir la nueva tienda, y luego mudarnos, tener este bebé. Estamos un poco ansiosos y molestarte es nuestra manera de liberar estrés.
- Me encanta ayudar.
- Además, Marissa está cansada de las telenovelas y tu historia con tu Calabazo la vuelve toda soñadora. Todos queremos saber cómo termina la historia. - añade David
- ¿Puedes contarnos de nuevo hace cuánto que no lo ves?- pregunta Marisa
- Cinco años- digo mecánica. No es como si estuviera contando los días ni nada.- La última vez fue en su graduación, luego se fue a la universidad y no lo he vuelto a ver desde entonces.
- Es obvio que sigues enganchada.- dice David.
- No. Sí. Creo que no pero, es como si no pudiera sacarme la idea de la cabeza, que hubiese pasado si... - si no lo hubiera dejado.
- ¿Cómo es que en 5 años no lo has visto? Sueles pasar las festividades en tu casa
- Por supuesto que sí, es él quien no ha vuelto- digo
- Cariño ¿te acuerdas cuando estuvimos peleados por dos meses?- pregunta Marissa, volteando su cuerpo para ver a David
- Por supuesto, me arrojaste un montón de cosas desde el segundo piso.
- Sí, pero la reconciliación fue infernal. Solo imagina 5 años después.
- Wow- dice David.
Yo trago saliva. No, no quiero pensar en nada que tenga que ver con el cuerpo de Bruno reconciliándose con el mío.
- No he vuelto a casa por eso- digo- Finalmente he terminado mi master y puedo ponerme a trabajar en el viñedo.
- Trabajabas bien donde estábamos.- dice David.
- Sí, yo creo que huiste porque Matt se te propuso- agrega Marisa
- También creo eso- dice David
- ¿Volverás con Matt si descubres que no sientes nada por el Calabazo?- pregunta Marissa.
- No, no estoy aquí para ver a Bruno. Y no volvería con Matt porque es un infiel mentiroso que me propuso matrimonio el mismo día que se tiró a su secretaría en nuestra cocina.

La verdad sobre Emily  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora