Capítulo 16

2.8K 181 15
                                    

Estoy desesperada. Estoy llorando tan fuerte que mis pulmones no dan abasto y la falta de oxígeno hace que me sienta mareada. Lucas está abrazándome, me pide que me calme y deje de llorar pero no puedo. Algo ha desbordado en mi corazón y en mi alma, siento que he perdido tanto.
- ¿La chica está bien?-escucho que pregunta el hombre que maneja el taxi
Lucas me toma la cara y limpia mis lágrimas.
- tenemos que hacer algo- me dice
- Vayamos a un lugar para que me arreglen esto- le pido
- No me refiero a eso Emily.

Siento la cara roja he hinchada. Me duelen los ojos y procuro calmarme. Volteo la vista y veo a Jasmine llorando. Dios no.
- Nena- le digo
- Tu pelo- señala con los ojos tristes.
- No importa
Ella niega con la cabeza y me abraza.

Cuando llegamos al centro vamos a una peluquería distinta a la que suele ir mamá para que nunca descubra nada. La mujer se sorprende al verme, y peor cuando mira mi pelo. Me sienta en uno de los sillones y puedo verme entera por primera vez. Tengo mechones cortados en diferentes tamaños, unos pocos largos como solían ser y los otros tan cortos que que no hay más de diez centímetros de mi cabeza al pelo. No hay duda, tendré que dejarme el pelo corto como un chico. Empiezo a llorar de nuevo, y es un acto de vanidad llorar por el largor del pelo, pero amaba tanto al mío. La forma en que caía en mi espalda un poco más bajo que mi pecho y terminaba en ondas. Ahora se ha ido.
- No te preocupes, quedarás hermosa.- dice la mujer sonriendo. Yo intento hacerlo a pesar de las lágrimas.

Cuando hubo terminado tengo el pelo cortado al estilo pixie. Se siente fresco y liberador y sorprendentemente me queda bien.
- Te lo dije. Tienes unas facciones perfectas cariño. No estarías fea ni aunque quisieras- esta vez sí sonrío por el cumplido.
Me levanto de la silla y sacudo un poco el pelo, es extraño no tener nada. Me lo levanto hacia arriba y luego hacia abajo eligiendo la mejor posición.
- te queda bien- dice Jasmine sonriendo. Lucas también asiente.
Me miro al espejo. Todavía tengo la cara roja y los párpados hinchados. Pero con el pelo corto parezco una persona distinta. Más adulta. Pagamos y por más que la mujer quiere saber quien me hizo esto no se lo digo, me pide que vuelva cada vez que necesite algo y yo accedo. Todavía no quiero volver a casa y le pido a Lucas y Jasmine que vayamos al cine. Acceden pero puedo ver que están preocupados. Pero no quiero pensar en nada, quiero posponer la realidad más tiempo. Volvemos a casa antes de que se haga de noche y encontramos a mamá afuera. Corre hasta nosotros y nos abraza.
- Por dios, ¿dónde estaban? He llamado a sus teléfonos y nada.
- Fuimos a la ciudad- contesto y mamá me mira sorprendida
- Cielo... Tu pelo
- ¿Te gusta?- pregunto
- Sí, sí estás hermosa. Pero no lo entiendo, creí que amabas tu pelo.
Lo hago. Lo hacía. Al segundo sé que vio el cambio en mi expresión y yo empiezo a caminar a la casa y ella detrás de mí.
- Emily, ven
No respondo y tontamente espero que deje de seguirme.
- Quiero estar sola- le digo tratando de cerrar la puerta de mi cuarto.
- Pues lo siento- dice entrando y cerrando la puerta.- qué sucedió- pregunta agarrándome del brazo, chilla y luego me acerca más y es ahí donde veo la serie de moretones donde  Tamara me agarró hoy.
- Emily. Por dios¿qué es esto?
- Nada, me lastimé en el baño
- Mentira, son marcas de dedos. Emi¿quién te hizo esto?- pregunta desesperada
- Basta mamá
- Basta nada. No me gusta que me ocultes cosas pero siempre te he respetado. Incluso cuando volviste y quería preguntarte tantas cosas y tu no decías nada. Vas a decirme quién te esta haciendo daño ahora mismo- grita.
- TODOS- grito. Corro. Hasta llegar a Gaby y subir. Corremos juntas, a  paso rápido hasta que la casa queda muy atrás.
Estoy cansada. Me duele el alma. Tengo tanto dolor encima. Quiero parar, quiero que termine y lo peor es que siento que todavía hay más. Gaby empieza a tomar más velocidad y mis lágrimas se hacen más fuertes. Me abrazo a ella y dejo que corra sin parar, que me lleve lejos. Frena de golpe y caigo al suelo, la caída hace que se me corte la respiración y al instante siento un dolor agudo en la muñeca. Me miro y esta hinchada. Gaby se ha detenido porque hemos llegado a un pequeño lago donde los animales beben. Me levanto del suelo y veo que Gaby está tomando agua tranquilamente como si no me hubiera arrojado por los aires. Suspiro y me arreglo un poco la ropa manchada, intento mover la muñeca pero me duele horrores. Está hinchada y de color lila oscuro, creo que se ha salido de lugar cuando caí sobre ella. Tomo a Gaby e intento subir a ella pero no tengo la fuerza para hacerlo, la muñeca me duele y tengo miedo de lastimarla más. Comienzo caminar junto a Gaby en dirección a la casa, el lago queda a al menos dos kilómetros de distancia por lo que debo caminar mucho, lo peor es que se está haciendo de noche. Los primeros minutos no son complicados pero luego la mano empieza a pulsarme mucho, el dolor se hace más fuerte. Llego mucho tiempo después cuando ya se ha hecho de noche, dejo a Gaby en el establo y corro a la casa. Mamá está llorando en la sala y todos están ahí. Jon y mi tío incluidos. Cuando me ve entrar corre hasta mi y yo gimo de dolor, me ha dado justo en la muñeca.
- ¿Qué pasa cielo, estás bien?
- Mi muñeca- digo mostrándole- Gaby me echó al suelo.
- Oh dios. Debemos ir a urgencias.
Papá se me acerca y ve el estado de mi muñeca está hinchada y tiene muy mal aspecto.
- Vamos- dice. Me lleva hasta al coche y vamos a urgencias. Es muy doloroso cuando lo vuelven a poner en su lugar y lagrimeo un poco. Mamá se me acerca y me da un apretón en el hombro.
Llegamos a casa muy tarde. Estoy cansada y tengo hambre. Mamá prepara sándwiches y los tres nos sentamos en el porche. Papá tiene una cerveza y mamá y yo coca. Comemos en silencio pero sé qué han hablando entre ellos y están preocupados. Me pregunto si debo mentir.
- ¿Qué está pasando?- pregunta papá
Niego con la cabeza.
- No puedes dejarnos así cariño. Estamos preocupados
- No lo estén...
- No puedes pedirme eso. Eres mi hija y en mi corazón siento que estás sufriendo- dice mamá
- Quiero que confíes en nosotros- dice papá. Yo asiento y los abrazo. Termina la noche y no he dicho absolutamente nada.
Mamá y papá entran a la casa después. Yo me siento en el porche durante mucho tiempo. Me veo la muñeca, tendré puesto un yeso por las próximas semanas, y no podré escribir. Escucho el motor de un coche acercarse y por un momento pienso que es Bruno. Pero este sonido es distinto.
Una camioneta se acerca a toda velocidad y frena de manera horizontal frente a mí. Es negra y tiene los vidrios oscuros. La ventanilla se abre y veo alguien que desearía nunca haber visto.
Acevedo.
Empiezo a temblar y alejarme.
Se ríe de mi reacción con ganas y el corazón empieza a latirme muy rápido.
- La próxima vez que te vea te mato.- dice.
Se aleja a toda velocidad.
Pensé que estaba muerto.
Un sudor frío me recorre todo el cuerpo y pierdo el conocimiento.

La verdad sobre Emily  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora