Capítulo 33

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Cuando me despierto Bruno no está por ningún lado. Pero lo que en realidad me despierta es mi hermano susurrando palabras a Lanie y a esta levantándose y caminando de la mano con el hacia la puerta.
¿qué está sucediendo?
- ¿Qué hacen?- pregunto.
Lanie me mira con una mueca y Lucas parece molesto por haber sido descubierto.
- Estoy llevando a Lanie a mi habitación- dice mi hermano.
- ¿Por qué motivo, si puedo preguntar?- digo levantando una ceja.
- Porque la necesito cerca ¿contenta?- dice con un gruñido.
- Mucho- digo volviéndome a acostar en la almohada.
Miro el reloj y noto que todavía no son las dos de la mañana, mi hermano y Lanie cierran despacio la puerta y la oscuridad vuelve a reinar en mi habitación. Suspiro.
- No sabes el susto que me acabo de llevar- dice Bruno.
Levanto la vista sorprendida en la oscuridad. Siento su cuerpo hundirse junto a mi.
- Pensé que te habías ido- digo volviendo a recostarme en la cama.
- Soy mucho más débil de lo que piensas Calabaza- dice acostándose junto a mi.
También yo soy débil al dejarlo entrar en mi cama, pienso.
- Tenemos que pensar que vamos hacer- digo. Siento su cabeza moverse hasta que estoy segura que la ha volteado hacia mi.
- Lo sé- dice. Siento su mano sobre mi estómago y hasta que la agarro con la mía y el la sostiene firmemente- Yo... voy a arreglar todo y voy a volver por ti- dice.
Mi corazón se salta un latido. Sostengo su mano con más fuerza.
- Yo no puedo estar alejado de ti, Emily. Nunca pude. Si tu me quieres soy tuyo.
- Lo hago- digo con la voz cortada- De verdad. Te quiero, Bruno. Ni siquiera puedo pensar en otra cosa ahora mismo. Yo... no pensé que fuera posible, no pensé que me quisieras.
- Siempre serás tu, Emily.
- Me dijiste que la amabas- digo.
Un minuto pasa antes de escuchar su respuesta.
- Lo hago. Carla es a pesar de todo mi amiga. Pero ella y yo sabemos que nunca irá más lejos. Ella sabe de ti, le dije cada cosa y esperaba conmigo hasta el día que volvieras. También sabe que has vuelto, estoy seguro que ella solo está esperando la conversación.
- ¿Eran serios?- pregunto.
- Tanto como podía serlo. Emily quiero que entiendas que pasé los últimos seis años esperando a una mujer que nunca esperé que volviera. Yo... esto sonará egoísta pero, necesitaba un plan b. Y Carla lo era.
-Lo entiendo. Y también lo lamento.
- ¿Por qué?
- Por irme.
- Yo no lamento eso. Tu vida ha sido complicada, cualquiera a tu alrededor puedo ver eso. Yo entiendo lo que sentías. Y veo lo que sientes ahora.
- ¿Qué ves?- pregunto tímida.
- Veo que me quieres- dice, y noto la confianza en su voz- También veo que me espías constantemente. Y debo decirte que aunque es un poco escalofriante, respeto mucho que admires mi cuerpo, Calabaza.
Lo golpeo en el brazo como respuesta.
- Hablando en serio. No me ha gustado ni un poco el comentario sobre el tipo que mencionaste hoy. Y peor, no me gusta que vayas a ese lugar de nuevo. Menos si Tamara tiene algo que ver con ello.
- Lanie estaba ahí, Bruno. Si hubieses visto como estaba mi hermano, casi se vuelve loco.
- Tu hermano debería conseguir unas bolas y decirle a Lanie lo que siente. Lleva siendo un estúpido demasiado tiempo.
- Estoy completamente de acuerdo contigo.
- Debería irme- dice el. Pero no hace el mínimo movimiento para levantarse. Debería irse. Pero por mucho que la idea sea lógica no se siente correcta.
Volteo mi cuerpo hasta que lo estoy abrazando, mis brazos y piernas envolviéndolo.
- Deberías abrazarme- digo recostando la cabeza sobre su pecho.
- Esa es una mejor idea- dice. Y envuelve sus brazos a mi alrededor.

Siento que las cortinas de mi habitación son abiertas.
- ¿Hay algo que quieras contarme, Emily?- dice mi mamá mirándome con los brazos cruzados.
Entierro la cabeza aún más en la almohada.
- Tal vez debo llamar a tu padre- dice.
Es cuando siento a Bruno tensarse.
- ¿O debo llamar al tuyo, Bruno?- vuelve a decir mi madre.
- Ya me voy señora- dice el levantándose de la cama.
- Por lo menos están vestidos- dice mi mamá mientras ve como Bruno se acerca a la ventana.
- Preferiría que salgas por la puerta, muchacho- Bruno asiente y se aleja.
Mi mamá se sienta en la cama y me mira con una ceja levantada.
- Desde cuando Emily- dice- ¿Desde cuándo ese chico se mete a tu habitación?
- Oh- digo levantando mis rodillas hasta mi pecho- Desde los 11 años, mas o menos.
- ¿Qué?- dice ella.
- Mamá- digo intentando persuadirla.
- Dios Emily- dice llevándose la mano a la frente- Sé que eres mayor y todo ahora. Pero a los 11 años eras una niña, Dios santo.
- No mamá. No fue así en absoluto. Bruno y yo todavía... Nosotros jamás lo hemos hecho- digo en voz baja.
- Oh- dice ahora aún más confundida.
- Empezamos a salir a los dieciséis pero luego terminamos y no nos volvimos a ver hasta hace poco.
- Dios, esto es tan tierno- dice mamá
Me encojo de hombros.
- Me gusta Bruno cariño. Pero será mejor que mantengas en secreto el hecho de que el chico viene a tu habitación y más que lo hacía cuando tenías dieciséis, sabes como es tu padre. Y esto me ha dado la idea seria de poner una reja en la habitación de tu hermana.

La verdad sobre Emily  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora