Entre el amor y la amistad (Taro x Ayano x Budo)

El comienzo de mi amor

Yandere Simulator no me pertenece, sin embargo cedo derechos de autor a los creadores correspondientes, este es sólo un fanfic dirigido para entretener a los admiradores del juego.

No sé explicar este sentimiento...él... es el chico con el que siempre he anhelado...esos ojos obscuros, su cabello negro como la obscuridad, su piel pura y ese humor blanquecino...simplemente era perfecto...el hombre de mi sueños.

Sonó la alarma de mi despertador y apenas veía que eran las 6:00 am, maldito sea este artefacto del demonio YO QUIERO SEGUIR SOÑANDO

Desperté muy feliz y muy descansada pues tuve el sueño perfecto con aquel chico, mire de nuevo al reloj

-¡Oh no, ya es muy tarde! Exclame alarmada levantándome de un salto ¡Iba a llegar tarde a la ceremonia de bienvenida de la escuela!

Mi nombre es Ayano Aishi, soy una chica de 17 años que va en segundo grado de preparatoria, mis padres no están conmigo pues según ellos salieron de viaje al otro lado del mundo y no sé porque, es algo extraño. Me vestí rápidamente y me prepare un pan tostado para comerlo en el camino y salí presurosa de mi casa con mi mochila a toda velocidad cuando sentí que choqué con alguien y me hizo caer al suelo con todas mis pertenencias.

-Auch! Eso duele. Dije mientras me sobaba mi pierna adolorida

-Lo siento, no fue mi intención. Escuche una dulce voz varonil y cuando levanté la mirada, vi al hombre perfecto que era idéntico con el que había soñado, desde ese momento supe que este encuentro no era una simple coincidencia. Él era el hombre perfecto para mí.

-En serio perdóname, ¿te lastimaste mucho? Me dijo extendiendo su mano para levantarme

-No te preocupes...estoy...estoy muy bien. Le respondí con amabilidad, correspondiendo a su mano.

-Me alegra, estaba muy preocupado, bueno ya voy tarde para la escuela, te veo allá. Me dijo dándose la media vuelta

-"Es cierto la escuela, debo darme prisa" pensé mientras me encaminaba de nuevo cuando vi que una chica con dos largas coletas color naranja y piel más blanca que un fantasma, se acercó a aquel joven tan apuesto y amable

-¿Se puede saber lo que demoró tanto? Le dijo al muchacho

-Lo siento, no era mi intención. Le respondió tímidamente con una mano sobre la nuca.

-¡Siempre haces lo mismo! ¡Desde que éramos niños nunca has cambiado! No es que quiera caminar contigo, solo lo hago porque tú te perderías, tonto. Le gritó furiosa. ¿Cómo se atreve a hablarle asi? ¿De verdad esta niña es su amiga de la infancia?

-Lo siento. Contesto apenado aquel muchacho

"Esto es el final de mi corta ilusión es una decepción... pero es que él es perfecto...No esto no puede quedar así" pensaba mientras corría detrás de ellos para ir a la escuela y me pareció que alguien me estaba observado desde muy cerca de mí.

Durante la ceremonia de bienvenida les puedo jurar que intentaba poner atención al director y a los maestros pero no podía hacerlo, solo pensaba en ese chico, y me gustaba admirarlo, me da mucho gusto que estudiemos en la misma escuela aunque sea un año mayor que yo. Asi que decidí llamarlo mi senpai, porque en realidad no sabía su nombre. Mi senpai únicamente pienso en ti. Cabe mencionarles que soy una chica muy popular, pues todo el mundo me conoce y tengo muy buena reputación porque a veces me ofrezco a hacerles favores de cortesía y saludar a todo el mundo. Después de esto sonó la campana volví a mi realidad y me dirigí a mi casillero para guardar mis libros y libretas mientras una voz conocida me llamo por mi nombre.

-¡Hey Ayano-chan! Me saludo muy feliz corriendo hacia a mí y cuando nos encontramos me abrazó elevándome en sus brazos , dándome una vuelta de lo emocionado que estaba de verme de nuevo.

Se trataba de Budo Masuta, él es un viejo amigo que conozco desde que iba en primer grado, él también es un año mayor que yo y tiene cabello y ojos negros, piel blanca y siempre está de buen humor tanto hasta emocionarse por cualquier cosa, y más si se trata de artes marciales, por alguna razón tiene una banda de Japón sobre su frente.

-Budo-kun. Le conteste sonriendo dejándome consentir por su abrazo amistoso

-Adivina quién abrirá un club en la escuela. Me dijo muy emocionado como ya les había dicho, esa es su forma de ser, la cual me agrada mucho.

-¿Acaso eres tú? Le pregunte con curiosidad

-¡Exacto! Se trata del club de artes marciales ¿No es genial? Me dijo sin perder su gran entusiasmo.

-ya lo creo, es por eso que te pusiste una banda en tu frente ¿No es verdad?

-Asi es ¿Quieres ser parte de mi club? Me preguntó muy decidido

-Pues...Budo...lo que pasa es que yo...no tengo... le dije un poco dudosa, no tenía intenciones de lastimar sus sentimientos.

-Vamos, Yan-chan (asi me dicen la mayoría de mis compañeros de clase) será divertido, prometo no ser tan estricto como tu sensei pero por favor di que sí.

-Budo...pues yo...Le dije dudando y mirando su carita y esos ojos tan tiernos que sabía que difícilmente podría decirle que no, ¡Como odio que haga eso para chantajearme! –De acuerdo, lo haré solo espero que me enseñes muy bien.

-Eso puedes apostarlo, Yan-Chan, te espero en el aula de artes marciales a las 5:00 pm para iniciar, ya me voy que debo estar en clases ahora: me dijo despidiéndose de mí.

-Está bien Budo, ahí estaré. Le contesté muy amablemente y me fui a mi salón, pensando en mi senpai y que debía hacer para que él se fijara en mí.