-Ahora harás lo que yo te diga-Me arrastró lejos de Liliana.Me llevó hacia las escaleras, yo sólo dejaba que me arrastrará, las lágrimas resvalaban por mis mejillas.
Subimos hasta la puerta de su habitación, él la abrió y me metió dentro, caí de bruces al piso y entrando James cerró la puerta.
-Tú me obligaste a hacerlo, has matado a tu amiguita. -Dijo con un grito, me escogí en mi lugar y cerré los ojos,no quería verlo a la cara,quería matarlo.
-¿Ahora te haces la ofendida? -Lanzó un bufido. No le contesté ni le mire.-Bueno, entonces iré a ver si Jules aprendió a hablar.
-¡No! -Un grito salió de mi garganta. -Matame a mi si quieres, pero no la toques a ella, por favor...
Me cortó soltando una carcajada.
- Tranquila Lulu-Dijo con burla. -Para ustedes tengo otros planes.
Sin dejar que le responda salió de la habitación cerrando la puerta con llave, a los pocos segundos alguien apareció tras la puerta, podía sentir su presencia y escuchar sus cortas pisadas yendo y viniendo por el pasillo.
Tomando aire fui hacia la cama y me senté en ella, fije mi mirada en la pared, donde colgaba el cuadro de Alice y James, las lágrimas empezaron a brotar otra vez de mis ojos y lance un grito ahogado que estaba conteniendo.
Esto era una pesadilla.
(... )
Escuché unos golpes, venían de la planta baja de la casa, entrecerrando los ojos me dirigí hacia la puerta de la habitación.No había guardias, hace unos segundos con el ruido se había ido abajo.
Parecía que alguien estaba rompiendo una ventana o una puerta de cristal. Sin pensarlo dos veces le pegue una patada a la puerta, escuche unos crujidos y la madera estaba un poco requebrajada pero todavía no se había abierto, presionando mis labios me impulse hacia adelante con todas mis fuerzas, la puerta se abrió, sonreí, estaba abierta, sólo tenía que tomar a Jules e irme de aquí.
Salí de la habitación dando pasos cautelosos, no tenía que hacer ruidoy debía procurar que nadie me viera, tenía que ir hacia el sótano, tomar a mi bebé e irme de aquí, si tenía que matar a alguien lo haría, no me importaba derramar sangre, esta gente me había destruido,había matado a una persona muy importante para mi y también amenazado con hacerle daño a mis seres queridos, no me importaba que dijeran que iban a matarme, torturarme o cortarme cada dedo de mis manos, lo que más odiaba era que habían amenazado con matar y maltratar a Jules y a Adam.
Miré el pasillo, no había nadie,fui hacia las escaleras y espie con cautela si había alguien en esta o abajo, pero no sentía ni escuchaba nada, así que me decidí a bajar, dando pequeños pasos baje todos los escalones contandolos, en total eran cincuenta escalones, ¿por qué tantos Dios?.
Corrí hacia la cocina, tenía que llegar al sótano, esta vez si lo lograría, tomaría an mi hija y me iría de aquí para siempre, pero antes volvería y los mataría a todos, necesitaba que él este muerto, que todos ellos lo estén, si no jamás viviría tranquila.
Cuando estaba a punto de llegar a la puerta del sótano unas manos emvolvieron mi cintura,no podía moverme, lágrimas de frustración resbalanban por mis mejillas, a quien quería engañar, nunca lograría salir de aquí.
Las manos, que eran cálidas giraron mi cuerpo, no quería ver a la persona que me había capturado a la cara así que baje la mirada, sólo mire sus zapatos, eran negros y estaban lustrados.
-¡Pensé que te habían matado!, ¿Sabes lo que fue eso para mi? -Gritó una voz aterciopelada, esa que conocía tan bien, la que enviaba un escalofrío por todo mi cuerpo.
Levante la mirada, ahí estaba Adam, este todavía tenía posadas sus manos en mi cintura,lance un grito y lo abracé estrellandome contra su pecho.
Cerré mis ojos y empecé a sollozar, rodee su cuello con mis brazos y aspire su aroma,lo había extrañado tanto, los recuerdos empezaban a venir a mi mente como un balazo de agua fría.
Liliana en el piso, interte, sin vida.
-Perdón, perdon-Repetí sin parar,Adam iba a odiarme, por mi culpa su hermana había muerto.
-Shii-Me calló, se separó de mi y colocó su pulgar en mis labios. -No tienes la culpa, ahora todo estará bien, ellos están muertos.
No todo había terminado, Liliana había muerto, esa huella siempre quedaría en nuestra vida, en mi vida, me aleje de Adam, cerré mis manos en formas de dos puños,tenía que decirle.
-¿Dónde esta Jules? -Pregunté en un fino susurro antes de todo.
-Con Aaron en casa, él acaba de irse.
Relaje mis hombros, mi bebé estaba a salvo.
-Adam tengo algo de decirte. -Me acerqué a él y tomé su mano entre las mías.
Era hora de contarle lo que le había sucedido a su hermana.
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El secreto de mi jefe [Sin editar]
RomanceAdam Witman, las mujeres lo definen como perfecto, un dios griego. Aunque posee un gran secreto, oscuro y poderoso que nadie sabe. Lucinda es una joven que trabaja en la empresa del magnate Witman. Ella día a día tiene que soportar a su irritante je...