El secreto de mi jefe [Sin editar]

Capítulo 59 -Sin editar

Nada;no había ni un alma en la primer habitación, un poco más relajada entre para buscar un indicio,tal vez alguien ya halla estado aquí. La habitación era grande,en el medio había una cama individual cubierta con sabanas negras,de seda al parecer,las paredes eran blancas y la decoración era escasa,parecía que allí no dormía nadie,salí y cerré la puerta haciendo el mayor ruido posible.

Hice el mismo proceso con nueve habitaciones más, ya me estaba cansando de abrir puertas y no encontrar nada,ni un cuadro o ropa,parecía que en ese lugar no vivía nadie.

¿Y si nos equivocamos?

¿Y si él no vive aquí?

Apreté mis labios formando una linea fina con ellos,no tenia que pensar de forma negativa,oculte esas preguntas en el interior de mi mente y escondí la preocupación y el pánico que se estaba adueñando de mi cuerpo para seguir con las habitaciones.

Abrí la del fondo del pasillo y entre pensando que seria igual que las demás;ordenadas y sin nada,pero estaba equivocada.

Era la habitación más grande de todas las que había visitado,una cama matrimonial descansaba en el fondo del lugar,justo pegada en la pared, el color de las paredes era marfil y las cortinas que cubrían las ventanas eran color carmesí.

Me adentre más adentro,en las paredes había algunos cuadros y fotos,me acerque al primero,era una foto enmarcada en un marco dorado que parecía oro,la imagen era de un hombre y una mujer,ambos sonreían y se veían muy felices,se estaban abrazando,ella era muy bella,piel color caramelo con unos ojos verdes muy llamativos, su cabello negro y rizado le llegaba hasta la cintura. El hombre por otro lado tenia una belleza exótica,su piel era aceitunada,su cabello era rubio y algo largo y tenia los ojos rojos;un vampiro.

Me acerque a la cama,al lado había una mesita de noche,en la cual una foto reposaba en la madera caoba. Tome el cuadro entre mis manos y lo acerque,en el costado de la foto,que era de la misma chica del otro cuadro,había unas palabras escritas en tinta negra.

"Nuestra alma es una sola,somos uno y nos complementamos"

Esa era la mujer lobo que Adam mató, esta era la habitación de James,Jules tendría que estar cerca.

Un ruido interrumpió mis pensamientos haciendo que el cuadro resbale de mis manos y se haga añicos contra el suelo.

Alarmada me hacia la ventana y corrí lentamente la cortina con mis dedos,un auto había entrado al lugar,eso significaba que alguien muy pronto estaría aquí y sentiría mi olor.

Salí de la habitación en un abrir y cerrar de ojos, cerré la puerta intentando hacer el mínimo ruido posible,empecé a bajar las escaleras,corrí hacia la puerta trasera,la cual no estaba rota,escuche murmullos y una llave siendo colocada en la cerradura, presa del pánico fui hacia la cocina,mis ojos barrieron todo el lugar,buscando cualquier escondite,vi una puerta,estaba justo al lado de la heladera gris,sin dudarlo me abalancé hacia la puerta blanca y girando la perilla me metí dentro del lugar, rodé,había unas escaleras y ni siquiera el vampiro más ágil hubiese podido no rodar por ahí,abrí mis ojos y me levante,no había ni un rastro de luz solar en el lugar,estaba todo a oscuras,el olor a musgo invadió mis fosas nasales haciendo que arrugue mi nariz involuntariamente.

Era un sótano,había cajas por todas partes y una capa muy gruesa de polvo cubría casi todo.

Empecé a inspeccionar la habitación,me adentre hacia adentro,retrocedí involuntariamente por lo que mis ojos acababan de ver,había celdas,algunas estaban abiertas y con sangre seca y en otros había gente,se encontraban cerradas,eran tres en total en donde había alguien.

Un llanto interrumpió mi análisis visual,gire sobre mis talones a toda velocidad para correr hacia al fondo,allí había una jaula pequeña, me acerque un poco más para ver el interior.

Lance un jadeo.

Allí se encontraba ella,estaba recostada y lágrimas resbalaban por sus sonrojadas mejillas.

Al fin había encontrado a mi bebé, a Jules.

Sin pensarlo dos veces tome dos de los barrotes y con toda mi fuerza los estire para poder sacar a mi hija de ahí,cuando me vio ella instantáneamente dejo de llorar.

Le Sonreí y la tome entre mis brazos,llevaba la misma ropa que tenia la ultima vez que estuvo conmigo,la única diferencia era que estaba sucia,la revisé para poder registrar alguna herida,tenia un pequeño corte en su mano,luego de eso estaba intacta.

Bese su frente,ahora solo tenia que salir de aquí.