-¿A donde iremos?. -Preguntó Lizzy cuando entramos al auto.
Alce mis cejas.
¿Dónde podía llevarlas?La idea de tirar por el puente a mi hermana era placentera, que las turbias y azuladas aguas del río Támesis se la lleven.
Aleje esos pensamientos de mi mente, no era una asesina, al menos por ahora.
-¿Qué les parece a la Abadía de Westminster?. -Pregunté recordando la hermosa estructura. -Allí está el rincón de los poetas.
Mamá dijo que si encantada,mi hermana se quejó un poco, pero como a mi madre le encantaba la idea no tuvo otra opción.
Maneje en silencio, llegamos al lugar y fuimos hacia el lugar donde vendían las entradas,decidí enfrentarme a Lizzy, si ella era una bruja seguramente sospechaba sobre nosotros,creo que sabe que somos vampiros.
-Lizzy. -La llamé con una sonrisa falsa en mis labios. -¿Te gustaría dar un paseo mientras mamá explora la Abadía?.
Ella me miró desconcertada por unos segundos, de un instante a otro comenzó a menear la cabeza de forma afirmativa.
-¡Claro!. -Sonrió. -Vamos a comprar ropa.
Rodé mis ojos disimuladamente y sonreí.
-Bueno. -Estire mi brazo y deposité en la mano de mi madre la entrada. -En media hora o menos estaremos aquí.
Besé su mejilla y me aleje con mi hermana a mi lado. Caminamos en silencio unas cuantas calles, Lizzy había cambiado, y ese cambio había sido malo. Ella no era así antes, estoy segura de que sus poderes de bruja tienen algo que ver con su carácter, y también estaba el detalle de que los vampiros y los brujos no congeniaban muy bien que digamos.
-¿Vamos al puente?. -Pregunté señalandolo con la barbilla.
-Claro. -Murmuró y comenzamos a ir hacia allí.
Miré el agua en silencio, amaba su color, el verde azulado, cerré mis ojos por un momento y mientras la fría brisa golpeaba mi rostro comencé a imaginar todo lo que este puente había vivido. Las peleas, luchas, guerras, toda la sangre derramada.
Era fascinante y escalofriante a la vez.
-Sé lo que eres. -Susurre rompiendo el incómodo silencio.
Miré el rostro de mi hermana, ella me miraba con el ceño fruncido.
-¿Qué?. -La pregunta se escurrio de sus labios como agua.
-Eres una bruja. No lo niegues más. -Dije enojada. Ella sabía que yo era un vampiro, no era necesario seguir mintiendo de ese modo.
-Y tú una vampiresa.-Rodó los ojos. -Witman también lo es. -Murmuró pensativa.
-Mira, solo quiero decirte lo siguiente, no te metas en mi vida. -Apreté los dientes y continúe. -Ellos son mi familia y no permitiré que les hagas daño. En dos días es la boda, sonríes, comes pastel y luego te vas por donde viniste.
Cuando termine Lizzy me miró fijamente para luego lanzar una carcajada.
-Has cambiado. -Comentó con gracia. -Al parecer tu sanguijuela te afilo los dientes. ¿Qué pasa si quiero quedarme?.
Frunci mis labios, ella siempre fue así, la diferencia es que lo disimulaba, y al parecer, ahora su máscara cayó.
-Solo te quiero lejos de mi familia. -Volví a decir e hice mis manos dos puños.
Tenía que calmarme, no podía hacer una escena en pleno Londres.
-Quiero venganza Lucinda. -Susurró. -Y la tendré, te lo aseguro.
¿Qué?
Yo no le había hecho nada malo. Lanzando un bufido cruce los brazos sobre mi pecho.
-¿Venganza de que?. -Pregunté enojada.
-Alice. -Fue lo único que hizo.
Mis ojos se abrieron.
¿Estaría hablando sobre la mujer lobo que Adam mató?.
No, eso era imposible.
-¿Qué?. -Pregunté en un susurro.
-Alice, la mujer lobo que Adam intentó matar, no pudo hacerlo. -Mi hermana sonrió mostrando todos sus dientes. -Ella es mi pareja y no vamos a descansar hasta tener venganza hermanita.
Miré hacia ambos lados e hice lo más sensato que podía llegar a hacer en estos momentos; corrí.
Comencé a correr hacia la Abadía, tenía que meterme en mi auto y llegar a casa,en lo más profundo de mi ser quería matar a mi hermana, pero eso me asustó. Y lo hizo a tal punto que eché a correr.
Sentí una risa detrás mío, comencé a correr con mayor rapidez.
-¡No puedes escapar de mi!. -Gritó de manera macabra.
¿Por qué no había nadie aquí?
El lugar estaba desierto, no había ni un alma, estaba aterrada, no tanto por lo que me pudiese pasar a mi, no quería que ella tocará a mi familia, tenía que llegar hasta Adam para advertirle.
Una luz se encendió en mi cerebro, ¡Podía usar mi teléfono celular para llamar a Adam!.
Seguí corriendo y palpe mis bolsillos, en la chaqueta estaba mi celular, con las manos temblorosas lo desbloquee, agradecí mis poderes vampiricos y mis reflejos en estos momentos. Busque el número de Adam y piqué el dibujo con el teléfono celular para comenzar la llamada.
Me desvíe hacia un pasillo y seguí corriendo, comencé a contar los pitidos:Uno, dos, tres..
¡Adam atiende por Dios!.
-¿Pasó algo amor?. -Preguntó la voz de Adam por el audicular.
-Adam. -Chille con voz temblorosa. -Lizzy esta en pareja con Alice, la mujer lobo. Mi hermana me está persiguiendo, quiere matar...
El teléfono cayó de mis manos ocasionando un estruendo.
-Te dije que no ibas a escaparte de mi. -Susurró una voz en mi oído.
Después de eso, todo se tornó negro.
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El secreto de mi jefe [Sin editar]
Storie d'amoreAdam Witman, las mujeres lo definen como perfecto, un dios griego. Aunque posee un gran secreto, oscuro y poderoso que nadie sabe. Lucinda es una joven que trabaja en la empresa del magnate Witman. Ella día a día tiene que soportar a su irritante je...