Dos semanas.
Habían pasado dos semanas desde que pude escapar de mi "prisión",Aaron no aparecía y eso me tenía muy preocupada. Adam me decía que me tranquilice poniendo la escusa de que seguramente Aaron no quería arriesgarse a que los lacayos de su jefe le siguieran el rastro e iba a desaparecer por un tiempo.
-No puedo creer que eres como yo-Susurra Adam inclinándose en la cama para rosar nuestro labios. Sonreí. Lamí su labio inferior y él gruño. De un solo movimiento se encontraba arriba mio,cerré mis ojos cuando sentí sus labios en mi cuello,dejaba un sendero de besos haciendo que lance pequeños jadeos.
-¡Adam!-Exclame sorprendida cuando sentí sus colmillos perforar mi cuello. Se separo un poco para mirar mi expresión y me dio una sonrisa tímida.
¿Adam Witman tímido?,esto tiene que ser una broma.
-Perdón Luci,desde que te conocí quise hacerlo,y ahora ya que eres como yo puedo.-Confiesa. Ruedo mis ojos y él vuelve a besarme,sus labios acarician los mios,entreabro mis labios y el cuela su lengua,nuestras lenguas se rozan provocando pequeñas caricias.
Se separa de mi y acaricia mi mejilla.
-¿Quieres hacerlo?-Pregunta en un susurro.
Sonreí. Me lo estaba preguntando como si fuese una chica a punto de perder su virginidad. Pero esto era importante,nuestra primera vez juntos,haciendo el amor.
-Si Adam.-Respondí.
Él me miro y una dulce sonrisa se coló en sus labios haciéndome estremecer. Era tan tierno,toda su fachada bipolar y arrogante que tenía antes,cuando apenas nos conocíamos,había desaparecido y sido remplazada por la de alguien dulce,cariñoso y caballeroso;y eso sin dudas me encantaba.
Sin mediar más palabras me saco mi camiseta rosa de tirantes y con sus labios entreabiertos fue recorriendo el valle de mis pechos,no estaba nerviosa y eso le sorprendía,pero había deseado tanto este momento que los nervios no hacían acto de presencia y esta feliz por ello.
Se detuvo en mi ombligo y con la punta de la lengua lo lamió,lance un gemido,esto se sentía muy bien. Con sus hábiles dedos desabrocho y me saco los pantalones,luego empezó a subir otra vez,pero esta vez con la punta de su lengua,acariciando mi piel hasta llegar a mi cuello,succiono y lance un jadeo.
Me abrazo y desabrocho mi sujetador,lo tiro lejos,a un costado de la habitación. Lance una risita. Adam me miro y sonrió, con sus manos empezó a masajear mis pechos dándome una sensación increíble que nunca había experimentado y me encantaba. Cerré mis ojos disfrutando de la sensación,luego de unos minutos deje de sentir sus dedos en mis pechos para luego sentir su lengua acariciado mi seno derecho. Lance un gemido,esto no me lo esperaba.
Luego de jugar con su legua,jalando y chupando,tomó el elástico de mis bragas para empezar a bajarlas,se deshizo de ellas y se coloco arriba mio.
-¿Estas completamente segura de esto?-Pregunta Adam con voz ronca. Abro mis ojos y los entrecierro en si dirección.
-Si Adam-Gruñí.-Apresurate.
Rie.
Me besa otra vez,su legua recorre mi labio inferior,amaba besarlo,sin dudas Adam era un gran besador.
-Te amo Lucinda-Susurró antes de entrar adentro mio.
Lance un gemido,esta era una de las mejores sensaciones de mi vida.
-También te amo Adam.
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El secreto de mi jefe [Sin editar]
RomanceAdam Witman, las mujeres lo definen como perfecto, un dios griego. Aunque posee un gran secreto, oscuro y poderoso que nadie sabe. Lucinda es una joven que trabaja en la empresa del magnate Witman. Ella día a día tiene que soportar a su irritante je...