El secreto de mi jefe [Sin editar]

Capítulo 65 -Sin editar

Tres días, tres días habían pasado desde que Liliana murió,estuve todo el tiempo con Adam, no nos separamos en ningún momento, él trataba de distraerme, podía notarlo, salíamos a comer, mirábamos películas o pasábamos horas hablando.

-¿En que piensas tanto? -Preguntó una voz ronca en mi oreja, me sobresalte y giré mi cuello, era Adam, estos últimos días he estado muy paranoica.

Sonreí y me giré.

-Ya son tres dias-Susurre.

Sus manos envolvieron mi cintura y me apretó contra él.

-Amor no piensen en ello.. -Acarició mi cabello y me giró para luego dejar un cálido y dulce beso en mis labios.

-No puedo evitarlo, no quiero olvidar, eso significaría olvidar a Lili y no quiero eso.

Sonrió con nostalgia, dejó un beso en mi frente y se alejó.

-Juro que vale la pena soportar un mundo de demonios para conocer a un ángel. -Dijo volviendo hacia mi.

Me había dejado sin palabras, cada día que sacaba mi jefe era más dulce y cariñoso.

Unió su boca con la mía, permanecimos así durante unos minutos hasta que nos separamos, unió su frente con la mía.

-Te amo Adam-Susurre con los ojos cerrados.

-Guau al parecer ya se olvidaron de mi. - Gritó una voz divertida detrás de nosotros.

Me giré, en la entrada principal se encontraba Liliana sonriendo.

Mis ojos se llenaron de lágrimas de felicidad, corrí hacia ella y la rodee con mis brazos,correspondió mi abrazo al instante y empecé a lanzar sollozos en su pecho.

- Pensé que te habían matado-Dije con lágrimas en los ojos.

-No soy fácil de matar -Contestó con una pequeña sonrisa.

Se separó de mi para encontrarse con la mirada de Adam.

Él la miraba con una mezcla de felicidad e incredulidad, como si todo esto fuese un sueño y luego despertaria con un vacío en su corazón.

-No te quedes ahí idiota, ven y abrazame -Dijo sonreído y extendiendo sus brazos.

Adam fue hacia ella y la estrelló contra su pecho, sentía que era un momento íntimo así que salí hacia el jardín trasero dejándolos solos para que tuviesen su momento.

Casi nunca venía aquí, la luz de la Luna iluminaba todo dándole un aspecto mágico y único.

Fui hacia un árbol y me recargue en el tronco, el único sonido que había era el de los grillos y llegaba a ser relajante, el olor a césped y tierra húmeda inundaba mis fosas nasales.

Empecé a pensar, recordé todo lo que había vivido en este último tiempo, todo lo que había descubierto;las cosas malas y buenas que había vivido, la primera vez que vi a Adam, nuestro primer beso, cuando descubrí que mi jefe era un vampiro, cuando supe que fui adoptada y que era mitad vampiro, cuando quede embarazada,mi bebé,amaba a Jules con toda mi alma.

-¿En que piensas? -Preguntó una voz sacandome de mis pensamientos.

Aaron se sentó a mi lado y me miró a los ojos.

-En todo lo que pasó-Me encogi de hombros. -Desde que conocí a Adam mi vida cambio,dio un giro de ciento ochenta grados.

-¿Estas arrepentida? -Preguntó.

Esa respuesta ni tenía que pensarla.

-No-Respondí decidida.

Amaba a Adam, todos los obstáculos que habíamos vivido eran sólo eso; obstáculos que había que superarlos, yo amaba a Adam, mi vida sin él no hubiese tenido un sentido concreto.

- Lo amas enserio-Observó. Se levantó del suelo y limpió sus pantalones.

-Claro que lo amo, no podría vivir sin él -Dije imitando su acción y dejando el frío suelo.

-Eres una gran persona hija, no sabes cuanto me arrepiento de haberte dejado-Se acercó a mi y depósito un pequeño beso en mi frente.

Sonreí.

-No tienes que preocuparte por eso, querías protegerme-Susurre abrazandome a mi misma con mis brazos.

-Quería protegerte, eres lo que más amo en este mundo, pero tendría que haber buscado una alternativa.

Lo mire a los ojos, estos estaban de un carmesí intenso y la luz de la Luna les deba un aspecto brillante.

-Te quiero papá-Dije abrazandolo; sus ojos me miraban con una chispa de emoción, nunca lo llamaba papá, siempre fue por su nombre, pero tenía que darle una oportunidad a Aaron.

-Yo también pequeña-Dijo rodeandome con sus brazos. -Siempre lo hice y lo haré.