Narra Brian:
Me encontraba acostado en mi cama, escuchando música y pensando en todo lo que había pasado con Jean, quizás mi destino no era estar con ella ni ser feliz a su lado, quizás su destino era estar con alguien más que obviamente no soy yo, ella quizás ahora no me entiende por qué yo no hice nada para defender nuestro amor, la única explicación es que ya no vale la pena seguir nadando contra la corriente, seguir peleando por lo nuestro ya no vale la pena, siempre nos sale todo mal, no quiero esto se haga más largo y que ella sufra el doble en un futuro. Yo la amo, como nunca amé a nadie pero creo que todo llega a su fin y este es el nuestro, por más que la ame tengo que ser fuerte y debo darme cuenta de que las cosas no son como las esperamos ni como las pensamos, que no siempre podemos estar con las personas que queremos. No sé si mi destino es estar solo o si me tiene preparado a alguien más para el futuro, alguien que pueda tener sin problemas.
Miré mi celular que estaba en la mesa de noche y eran las ocho de la tarde, a esta hora estaría en la piscina con Jean o conversando con mi suegro ya que los domingos se quedaba en casa. Por su culpa no puedo estar con Jean, pero lo entiendo, si mi hija me hiciera lo mismo yo no lo aceptaría, podría ser cualquier tipo de pedófilo y mi hija estaría expuesta. En ese caso yo no soy pedófilo ni nada por el estilo, Steven conoce a mis padres y saben que soy alguien de bien pero él está en todo su derecho de no aceptarme y lo entiendo.
Estaba tan inundado en mis pensamientos que no noté cuando me dormí.
Me desperté por culpa de mi celular que comenzó a sonar avisándome que me estaban llamando.
-¿Quién es a esta hora? –bufé molesto.
Miré la hora antes de contestar y eran las nueve de la noche. ¿En serio? ¿A esta hora? ¿Por qué no dejan dormir? Parezco un abuelo.
Vi el identificador de llamadas y era el padre deJean, ¿Por qué me estará llamando a esta hora? Sólo espero que no haya pasado nada con Jean.*Inicio de llamada*
-¿Bueno?
-¿Brian? ¿Te desperté?
-No, no, ¿qué ocurre?
-Soy Steven, el padre de Jean.
-Sí, lo sé. ¿Qué necesita?
-Necesito que hablemos.
-¿Sobre qué?
-Sobre tu relación con mi hija.
-¿Quiere que me vaya del país para que ella nunca me encuentre?
-No, claro que no. ¿Podemos vernos?
-De acuerdo, ¿en dónde?
-Ve al restaurant La trufa dorada en media hora.
-De acuerdo, allí lo veo.*Fin de la llamada*
¿De qué querrá hablar Steven? Sé que es sobre mi relación con Jean pero ¿de qué? No entendía nada. Me levanté de la cama y busqué una jean azul y una remera negra, no tenía muchas ganas de vestirme, además tenía sueño y tenía que estar en media hora en el restaurant y no quedaba muy cerca de mi departamento.
Peiné un poco mi cabello, me puse algo de colonia y salí a buscar mi auto, iría en mi moto pero la verdad al lugar donde iba no quedaba bien ir en moto.
Salí de mi departamento, decidí bajar por el ascensor y cuando este se abrió me llevé una gran sorpresa.
¿Qué hacía Andrea allí?
-¿Andrea? ¿Qué haces aquí? –le pregunté incrédulo.
-Vine a visitar a mi primo. –sonrió de oreja a oreja saliendo del ascensor, acción que me hizo retroceder y pegar contra la pared de uno de los departamentos. –Chris me contó que el padre de tu alumna no te acepta. –dijo haciendo un puchero sarcástico.
-Si vienes a hablar de eso puedes volver por donde viniste. –dije de mala gana mientras me adentraba al ascensor.
-¿Esa es forma de tratar a tu prima que no ves casi nunca?
-¿Y de qué me sirve tratarte bien? Si cada vez que vienes aquí es un problema, siempre haces escenas y te haces problema por todo. Tú ya conocías a Jean, sabías que era la mejor amiga de Chris, cuando me casé con Jesica también hiciste tus típicas escenitas de la prima protectora, ahora no jodas por favor. No estoy de ánimos para escucharte, es mi vida, no la tuya, ¿ok? Y estoy demasiado apurado como para seguir hablando de este tema contigo. Buenas noches. –dije de mala gana y cerré la puerta del ascensor.
Había dejado a mi prima en aquél piso del edificio, daba gracias a Dios no haberle dado llaves de mi departamento, sino me llevaría una grata sorpresa al volver. No podía creer lo falsa que ella podía ser a veces, me hacía enfadar muchísimo, yo no me meto en su vida, ¿quién le dio derecho a meterse en la mía? Necesita conseguir un novio urgente y dejarnos a Chris y a mí en paz.
Salí del edificio y se había largado a llover, el día estuvo bastante nublado y era obvio que llovería. Menos mal que había decidido ir en auto y no en moto, sino tendría que volver a arriba por las llaves de mi auto y no tenía ganas de cruzarme con Andrea nuevamente.
Subí a mi auto y salí del aparcamiento del edificio, la ciudad estaba algo apagada ya que era domingo y los negocios estaban cerrados y estaba lloviendo. Al menos no hay tránsito y podré llegar rápido a mi destino.
Me mata la curiosidad de saber por qué el papá deJeanme citó en un restaurant el día después de haberme corrido de su casa, ¿de qué querrá que hablemos? ¿Querrá negociar? La verdad es que me tiene muy curioso todo esto.
Llegué al dichoso restaurant y por la enorme ventana vi a Steven sentado en una mesa para dos mirando su reloj, creo que me he tardado un poco. Miré el reloj de mi auto y eran las nueve con cuarenta minutos, el rodeo con Andrea me ha retrasado, sólo espero que no se enfade.
Entré rápidamente al restaurant y me senté en frente de Steven quién miraba su celular algo aburrido.
-Buenas noches. –dije tomando asiento.
-Buenas noches, Brian, pensé que no vendrías.
-No, nada de eso, disculpe la tardanza, he tenido un pequeño percance.
-¿Está todo bien?
-Claro.
En ese momento un mozo se acercó a nosotros para tomar nuestras órdenes, ni siquiera había leído la cartilla de los menús pero no importa, ya había venido aquí antes.
-Buenas noches, mi nombre es Joe y seré su mozo esta noche. –dijo con una sonrisa. -¿Qué van a pedir?
-Buenas noches. –dijo Steven. –Yo quiero un salmón rosado con papas a la crema.
El mozo escuchó atentamente y anotó todo en su libreta.
-Y yo voy a querer camarones con salsa blanca.
-Muy bien. –dijo levantando su mirada de la libreta. –¿Y para tomar?
-Un vino. –dijo Steven.
-Bien. –dijo el mozo y se fue.
Steven y yo nos miramos y ninguno decía nada, me moría de la curiosidad.
-Y bueno... -dije para romper el hielo. -¿De qué quiere hablar?
-Quería hacerte un par de... preguntas.
-¿Preguntas? –pregunté extrañado. –¿Sobre qué?
-Sobre tu vida.
-Sobre mi vida... ¿cómo qué?
-Por ejemplo si te has casado, si has tenido hijos, qué quieres para tu futuro.
-Comprendo. –dije jugando con el tenedor.
-¿Eres casado?
-Soy divorciado.
-¿Por qué?
-Es una larga historia.
-Tengo toda la noche, querido.
Me removí algo incómodo en mi lugar, sinceramente no tenía ganas de hablar sobre esto, para mí era muy doloroso y no me gustaba que me lo recordaran cada cinco minutos.
-Pues yo estuve viviendo un tiempo en Europa, Madrid para ser más exactos y allá conocí una chica que se llamaba Jesica, me había enamorado mucho de ella, cuando cumplí veinte volví a California y me casé con ella, tuvimos gemelos y eran hermosos, tenía una vida perfecta por así decirlo. Un día viajamos de vacaciones a Madrid a ver a los padres de Jesica y tuvimos un accidente automovilístico en el que lo más perjudicados fueron mis hijos, ellos murieron.
Steven me miraba atento y algo apenado, no quería perderse nada de la historia. Cuando le conté que mis hijos habían muerto él llevó su mano a su boca por sorpresa y lamentación. Sí, todos lo lamentan pero nadie va a devolverme a mis hijos.
-Entonces decidimos volver aquí con mi esposa y ''rehacer'' nuestras vidas de alguna manera pero todo el tiempo discutíamos, ella se había vuelto loca, alucinaba que nuestros hijos estaban vivos, les hacía el almuerzo, los llevaba al colegio y pasaba por ellos también, era algo muy extraño vivir así y más con todo el dolor que yo sentía. Así que decidí contactar con sus padres, quienes me dijeron que iban a llevársela a Madrid para internarla, la condición era que yo me divorciara de ella, como ella no estaba en todos sus sentidos, sus padres contrataron abogados para que nos divorciáramos y ella se fue y nunca más supe nada de ella.
Steven se había quedado anonadado por todo lo que yo le había contado, estaba totalmente mudo y no decía nada, sólo me miraba algo triste y luego bajó su cabeza.
-Has pasado por mucho, Brian. –dijo finalmente.
-Sí, la verdad que sí.
-¿Y por qué nos mentiste?
Me temía a que él preguntara eso, la verdad es que no tenía una respuesta bien armada pero diría lo que me salga, no quiero tener más problemas.
-Sinceramente no sé por qué lo hice, la primera vez que vi a Jean fue algo hermoso para mí, desde que no estoy con mi esposa nunca más he podido estar con nadie más, nunca volví a enamorarme pero cuando la conocí a ella fue amor a primera vista, hemos pasado por muchísimas cosas juntos y yo tenía miedo de perderla, por eso le dije que tenía veinte, por eso dije que estaba estudiando y me comportaba como alguien de veinte, porque yo quería ser aceptado por usted y por su esposa, ser aceptado por Jean, ella me aceptó de todas formas pero tenía miedo de qué dirán ustedes.
No había parado de hablar desde que llegué, realmente eso es nuevo para mí, debe ser porque estoy un poco nervioso.
-La verdad es que me defraudé mucho cuando me enteré que habías mentido sobre tu edad. –dijo Steven mientras tomaba una servilleta.
En ese momento el mozo llegó con nuestros platos y la botella de vino.
-Aquí tienen, qué disfruten su cena. –sonrió mientras abría el vino y luego desapareció entre todas las mesas.
Steven sirvió un poco de vino en ambas copas y luego comenzó a comer.
-Lamento mucho haberles mentido, no fue mi intención.
-¿Cómo se enteró mi hija de tu verdadera edad?
-Matt y Chris se lo dijeron.
-Comprendo. ¿Y tienes algún plan para el futuro?
-De hecho ahora que dejé la academia estoy trabajando en la empresa de mi padre que pronto será mía así que me voy acostumbrando. De todas formas si tengo pensado formar una familia posiblemente la venda.
-¿Vender la empresa familiar? –preguntó casi ahogándose.
-No quiero ser un esposo y padre ausente. Hemos ganado mucho con esta empresa y toda la herencia de mi padre es mía, me alcanza como para vivir seis vidas más.
-Pero puedes buscar un socio, digo para que no tengas que venderla.
-Mi padre está de acuerdo en que la venda, pero igual pensaré en su recomendación.
-De acuerdo.
Comenzamos a comer en silencio, creo que ya no tenía más preguntas para mí y estaba feliz por ello, pareció agradarle mi forma de pensar, no creo que sea suficiente como para que me deje volver con su hija pero algo es algo.
-He estado pensando... -dijo tomando un trago de vino. –Y me agradas, me gusta tu forma de pensar y te he visto cómo te comportas con mi hija y eso me agrada.
-¿Qué quiere decir con eso? –pregunté confundido.
Este suspiró y se limpió la boca con una servilleta antes de seguir hablando.
-Te dejaré que vuelvas con mi hija. –dijo finalmente y yo me quedé mudo.
¿Accedió a que yo vuelva con su hija? ¿Me acepta como parte de su familia? Esto debe ser un sueño.
-Sé que es extraño que te diga esto justamente después de echarte de mi casa como lo he hecho pero conozco a tu padre y sé de qué clase de personas vienes, eres alguien de bien y sé que tienes un buen futuro para mi hija. Además he visto a Jean muy mal y está enojada conmigo y quiero que eso se acabe, ¿comprendes?
-Sí, comprendo perfectamente. Le agradezco mucho que me dé la posibilidad de demostrarle que puedo hacer feliz a su hija y que me tome como parte de la familia.
-Siempre y cuando nos respetes y sobre todo a nuestra hija.
-No lo dude. –sonreí.
La verdad es que estaba muy feliz, era uno de los mejores momentos de mi vida, podría volver al lado de mi pequeña y estar con ella, no la dejaré nunca más. Nadie podría arruinar este momento.
En ese momento mi celular comenzó a sonar, lo saqué del bolsillo trasero de mi pantalón y miré el identificador de llamadas, era Chris.
-¿Me disculpa un momento? Es mi primo.
-Claro, contesta tranquilo. –sonrió.
Me levanté de la mesa y salí del lugar para hablar con Chris.*Inicio de llamada*
-Chris.
-Brian. –dijo con la voz entrecortada. –Pasó algo muy grave.
-¿Qué ocurrió? –pregunté asustado.
-Jean... –dijo titubeante. -Jean... se ahorcó.
-¿Qué hizo qué? –grité.
-Lo que escuchas, Brian.
-Dime que no murió por favor. –dije suplicante.
-Por suerte no, pero está en la clínica privada internada, en coma, está muy grave.
-Ya voy para allá, espérame y tranquilízate.
-De acuerdo.*Fin de la llamada*
Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa lectores, lectoras. lamento mucho haber tardado tanto. por motivos personales suspendí la novela pero ahora mi estado es bueno y tengo ganas de seguir, espero que no me hayan dejado de leer. Quiero comunicarles que posiblemente suba capítulos 2 veces a la semana, los domingos y los viernes. ¿Que opinan? Comenten si quieren que suba mas seguido o si quieren que haga maratón. Esta semana estoy a su disposición <3
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Entre mi profesor y yo (Synyster gates 2° Temporada) Terminada
FanfictionLa segunda temporada de ''Entre mi Profesor y yo'' Lean la primera que esta en mi perfil ✨