Entre mi profesor y yo (Synyster gates 2° Temporada) Terminada

Capitulo 7 "sufrimiento"

Sé que han pasado más de 4 años quizás de la última vez que actualicé. Pase por  muchos problemas todo este tiempo que seguramente a nadie le interesa, la cuestión es que había olvidado esto por completo. Espero que mis lectores de aquel momento aún sigan acá, y si hay alguien nuevo que comenzó a leerlo les doy la bienvenida. Tenía todos los capítulos guardados en una nube así que no perdí nada. Gracias a todos espero que puedan disfrutar el regreso de esta novela!!

Narra Jean:

-Bueno, Jean yo me voy, tengo que ir a hablar con Melanie. –dijo Chris dándome un beso en la mejilla.
Miré el reloj de pared que estaba en la sala y eran las siete de la tarde, él había pasado aquí, prácticamente, todo el día.
-Está bien, salúdala de mi parte. –dije irónica.
Él sólo me miró divertido, luego saludó a Alex y salió de mi casa.
-¿Qué quieres que hagamos? –me preguntó Alex. –Nadar... salir... nada...
-¡Dormir! –dije y lo abracé de la espalda.
-Dormilona. –rio.
-He pasado una mala noche. –dije pegando mi cabeza a su espalda.
Él tomó mis manos, besó ambas y luego las volvió a dejar en su abdomen, donde estaban anteriormente.
-¿Me dirás que pasó?
-Melanie me llamó anoche y me dijo que iba a alejar a Chris de mí.
-¿Por eso pasaste una mala noche?
-Sí y porque tuve un sueño horrible.
-¿Qué soñaste? –dijo girándose para quedar en frente de mí y me tomó de los hombros.
-Soñé que estaba en un bosque, estaba todo oscuro y no podía moverme, luego apareció Chris con Melanie y ella portaba un arma en su mano, luego apareció Brian con sus hijos y Jesica, me dijo que todo lo que él me había ''dado'' era un engaño y Jesica también portaba un alma.
-Una pesadilla. –dijo.
-Exactamente.
-Chris no va a alejarse de ti, no te preocupes. –sonrió.
-Lo sé.
-¿Vamos arriba?
-Claro, ve subiendo, en un rato te alcanzo.
Alex me soltó y luego comenzó a subir las escaleras y yo me dirigía hasta el patio de mi casa a tomar un poco de aire, necesitaba estar aislada un rato.
Me senté un momento en el pasto a pensar sobre todo lo que había pasado últimamente en mi vida.
-Vaya... hay mucho que pensar. –dijo cortando un poco de césped.
¿Hablando sola? Me pregunté a mí misma en mi mente. La verdad es que ya no sabía que pensar, todo en mi vida era confusión, riesgo, sufrimiento, todo mezclado en una sola persona. Expresaba todos mis sentimientos en dos palabras: mala vida.
¿El destino? Ja, dejé de creer en él desde hace mucho tiempo.
¿Tiempo? El tiempo lo único que hace es acelerar tu vida y poco a poco la vas perdiendo.
¿Amor? ¿Para qué? Si lo único que hace es ilusionarte con cosas bonitas y ¿luego qué? Te hace sufrir como una condenada por algo que tuviste y ahora ya no tienes, te hace llorar mares, te hace dar ganas de morirte, crees que ya no existe nada más, que no hay un mañana por vivir. El amor no sirve en ninguno de los aspectos, sirve para los que les va bien, para los que se enamoran de alguien de su edad o uno o dos años mayor, no como yo que me enamoré de alguien con trece años más que yo, sirve para las personas normales que tienen su amor correspondido, para personas que les va bien en la vida. ¿A mí me va bien? No lo creo, he perdido todo lo que amaba en esta vida y en esa larga lista, el nombre que la encabezaba era el de mi abuelo. Sin él aquí todo ha sido muy diferente, lo extraño bastante. El segundo nombre en mi lista es Brian, sin duda él era lo que más amo en esta vida ¿pero de qué me sirve hacerlo? Si ya no lo tengo, si ya no tengo por quién pelear, de hecho yo estoy enojada con él, aún tengo tiempo de remediar las cosas pero... ¿quiero hacerlo? No lo sé, no estoy segura, sólo tengo miedo a que él vuelva a lastimarme, ya no quiero más heridas en mi corazón sino este dejará de funcionar y yo lo necesito. Si yo le doy una oportunidad a Brian, ¿quién me asegura a mí que no saldré lastimada de nuevo? No quiero arriesgarme pero tampoco quiero perderlo, sólo quiero estar con él pero creo que aún no es momento.
Después de ponerme a pensar en todo esto, suspiré y me levanté del pasto para entrar a mi casa, Alex me estaba esperando allá arriba hace ya un largo rato. Me adentré a la casa y mientras caminaba por la sala, me paré en uno de los estantes donde estaban las fotografías que mí cuando era pequeña. Me centré en una que tenía con mi abuelo en su cabaña, era totalmente hermoso ese lugar, amaba ir allí.